La joven paquistaní Malala Yousafzai, activista por el derecho de las niñas a la educación, ha recibido hoy el premio Sájarov a la libertad de conciencia de manos del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. En su discurso, Malala ha exhortado a los países de la UE a que se movilicen para garantizar el derecho a la educación en Asia y apoyar a los que más sufren en todo el mundo. «Si la juventud tiene educación y empleo podremos cambiar el futuro de Pakistán», ha subrayado la galardonada.
«Esta gran unión de países es un excelente ejemplo de unidad», afirmó Malala, que dedicó el galardón a los «héroes sin nombre de Pakistán y de todo el mundo que defienden los derechos humanos». La joven pakistaní dijo tener la esperanza de que «el Parlamento Europeo mire más allá de Europa y se fije en los países donde hay sufrimiento» y no se respetan los derechos humanos.
«Hay muchos niños que no tienen qué comer ni qué beber, y también hay muchos niños que quieren aprender», declaró, y agregó que «son 57 millones los menores privados de educación que no pueden ir a la escuela». «Son niños que no quieren un iPhone, una Xbox, una Playstation o chocolate. Lo único que quieren es un libro», sentenció.
La galardonada instó a los países europeos a que apoyen a los que sufren, sobre todo en Asia. «Son los poderosos los que tienen que luchar para que sobrevivan los más débiles», declaró.
Mensaje de esperanza
«Si la juventud tiene educación y empleo podremos cambiar el futuro de Pakistán», declaró Malala, quien lanzó un claro mensaje de esperanza de cara al futuro. «Hay pobreza, falta de libertad, miedo y terrorismo, pero hay esperanza porque estamos todos aquí unidos para ayudar a esos niños, para hablar por ellos, para actuar», recalcó.
«Hay que cambiar la ideología de lo poderoso. No se debe determinar el poder de un país contabilizando cuántos soldados tiene, sino que hay que ver dónde hay una menor tasa de analfabetismo; tenemos que ver en qué país se garantiza la igualdad entre hombres y mujeres», subrayó.
Palabras del presidente Schulz
El presidente del PE, Martin Schulz, subrayó al presentar a la galardonada que «hemos concedido el premio Sájarov a una heroína superviviente». «Estamos felices de que haya superado un cobarde intento de asesinato y nos alegramos de todo corazón de que se haya curado».
Schulz citó una frase del libro de Malala: «No quiero ser conocida como la chica a la que dispararon los talibanes, sino como la chica que lucha por la educación». El presidente declaró que «a día de hoy, es usted un icono global en la lucha por el derecho a la educación (…) con su valentía, humildad e inteligencia nos ha conmovido a todos».
Schulz también ensalzó la figura del padre de Malala, un maestro pakistaní que animó a su hija a que publicase un blog bajo pseudónimo para protestar contra los talibanes que no permiten a las niñas acudir a la escuela. «No le corté las alas, quiero que vuele, si es por mí hasta las estrellas», dijo el padre de Malala. Schulz recordó esta frase y afirmó que «son las palabras de una persona admirable»
«La concesión del premio Sájarov a Malala conlleva la obligación de luchar por el derechos a la educación de las niñas y niños de todos el mundo», recalcó Schulz. Hoy, en el Día Universal del Niño, «nos comprometemos para defender el derecho a la educación en todo el mundo», concluyó.
El premio Sájarov
La Eurocámara concede el premio Sàjarov desde hace 25 años para homenajear a quienes luchan contra la intolerancia y la opresión.
La ceremonia del premio Sájarov de este año ha contado con la participación de galardonados de años anteriores, entre ellos el colectivo ¡Basta Ya! (2000), Rosa Maria Payá Acevedo, hija del disidente cubano Oswaldo Payá Sardiñas (2002), Berta Soler en representación de las Damas de Blanco (2005) y el opositor cubano Guillermo Fariñas (2010).
Foto: Parlamento Europeo