En la sesión inaugural, la consultora norteamericana Karen Coyle, una de las principales autoridades en web semántica y bibliotecas digitales, ha subrayado la necesidad de avanzar hacia unos estándares únicos. «Lo realmente importante de los datos enlazados es su capacidad para conectar información. Hasta el momento, existe una gran cantidad de información en las bases de datos (estadísticas, geográficas, científicas…) Todo esto se encuentra separado y no contamos con una manera fácil de conectar todos estos almacenes de datos. Por este motivo, tenemos que avanzar hacia un espacio compartido de datos, hacia una base de datos gigante».
Coyle ha hecho autocrítica al comentar que, en el pasado, las instituciones culturales no lo han hecho demasiado bien en este campo. Sin embargo, ha apuntado hacia esa necesidad de un mundo cada vez más interconectado. «Hoy la mayor parte de las conexiones entre bases de datos se mueven alrededor de datos sencillos (fechas, nombres…). Los identificadores, que son la esencia misma de los datos enlazados, tienen que ser persistentes y congruentes, siempre con la idea de que sean neutrales en cuanto al lenguaje», ha indicado.
Para Coyle, considerada una de las máximas autoridades en web semántica y datos enlazados, «una vez que se entra en linked data, ya no hay diferencia entre información propia y externa». En este sentido, ha puesto ejemplos de cómo durante una sesión de navegación en una página concreta un usuario puede tener al mismo tempo diferentes ventanas de otras webs en las que se nos complementa esa información. Así, si un usuario se encuentra leyendo una edición del Quijote en la web de la Biblioteca Nacional, no sólo podrá hacerlo en una versión digitalizada del siglo XVI, sino que esa lectura se enriquecerá con otros elementos: en una ventana accederá a un mapa del recorrido que va haciendo el ingenioso hidalgo, en otra encontrará un gráfico sobre el funcionamiento de un molino…
En el transcurso de esta jornada celebrada en la Fundación Ramón Areces, la Biblioteca Nacional ha presentado la segunda fase de su programa Open Data, un proyecto que inició en 2011. Con él se ha propuesto poner sus fondos -con más de 2,5 millones de registros bibliográficos- a disposición de cualquier usuario a través de Internet. Según ha explicado la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, es «la mejor vía en estos momentos para conseguir que este patrimonio esté realmente accesible a todo el mundo». «La web semántica y los datos enlazados ofrecen una gran oportunidad y albergan un potencial enorme para que todo el trabajo que produzca la Biblioteca Nacional llegue a todos. Compartir todos esos datos con otras instituciones y abrirlos para su máximo aprovechamiento es algo en lo que no vamos a dejar de pensar», ha destacado Santos.
Este proyecto de Linked Open Data de Biblioteca Nacional se está llevando a cabo mediante un acuerdo con el Ontology Engineering Group de la Universidad Politécnica de Madrid. Asunción Gómez Pérez, miembro de este equipo, ha querido mirar al futuro para adelantar que la web semántica y los datos enlazados ofrecerán muchas oportunidades no solo para los archivos, las bibliotecas y los museos, el objeto de esta jornada de la Fundación Ramón Areces, sino que tiene gran potencial en dos ramas trascendentales para la economía de España como es el turismo y la formación de las nuevas generaciones.
Foto: BNE
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