El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el edificio del siglo XVI mejor documentado de Europa, según consta en Los Libros de entrega de Felipe II. Se trata del primer monumento que se dibuja y graba de forma programada y sistematizada, incluso antes que el propio Vaticano, documentación que se recoge en la Colección de grabados de Perret sobre dibujos de Juan de Herrera. Además, el conjunto escurialense es el primero que cuenta con una interpretación completa histórica, artística, religiosa y cultural según la Crónica del padre Sigüenza.
Un proceso semejante para un monumento de tan vastas dimensiones, no se volvió a encontrar en toda Europa durante el siglo XVI, lo que posibilitó una unidad de lenguaje artístico, arquitectónico y decorativo sin igual, ya que detrás de este desarrollo se encontraba la voluntad férrea del rey y de un equipo coordinado de artífices. No puede considerarse desde luego obra de un arquitecto, sino fruto de una compleja colaboración en la que destacan dos proyectistas, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Al primero, que había trabajado en el Vaticano como ayudante de Miguel Ángel, le corresponde la disposición de la planta general y la mayor parte de las trazas. Durante el periodo en el que el segundo dirigió las obras se edificó la mayor parte del conjunto, y en ello bastantes partes que no habían sido diseñadas por Toledo. Teniendo en cuenta las numerosas consultas a otros arquitectos italianos y españoles para llegar a las síntesis finales, hay que considerar que la obra de El Escorial es una emanación particularísima del carácter de Felipe II.
Hasta el 14 de septiembre se puede visitar la exposición “De el Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial” que ofrece la posibilidad de acceder a espacios no incluidos en el recorrido habitual por tratarse, en algunos casos, de zona de clausura: El Coro de la Basílica; el Claustro Alto; la Sacristía de Capas y el Patio de los Evangelistas. El discurso expositivo se desarrolla a través de espacios emblemáticos del Real Monasterio, se centra en el alhajamiento del edificio y en el papel que cumplieron grandes maestros como El Bosco, Tiziano Vecellio, Michel de Coxcie, Fernández de Navarrete el Mudo, Pantoja de la Cruz y Antonio Moro.
La exposición se desarrolla a lo largo de nueve espacios en los que resalta la disposición de las obras en los lugares para los que fueron concebidas, lo que ofrece al público una visión histórico-artística de un monumento que, aunque concebido como Panteón, Basílica, Palacio y Biblioteca, es uno de los mayores exponentes culturales a nivel mundial.
I) Sala de Honores y Galería.
Espacios:
1º.- Arquitectura y sabiduría.
2º.- Un monumento para la Casa de Austria.
3º.- El Bosco y la pintura flamenca en El Escorial.
El tercero espacio, denominado “El Bosco y la pintura flamenca en El Escorial” está dedicado al Bosco y los pintores preferidos por del monarca. Incluyen pintura de caballete y las dos maravillosas tablas de El Bosco: Ecce Homo y Cristo camino del Calvario.
II) Galería de Batallas.
Los magníficos frescos de la Galería de Batallas representan diversos episodios bélicos: La batalla de la Higueruela, guerra antigua librada contra los infieles, antecedente de la Batalla de Lepanto; las guerras de Flandes, entre ellas la Victoria de San Quintín (10 de agosto-San Lorenzo) de 1557; y la batalla de las Islas Terceras, ganada por don Álvaro de Bazán para el Rey y exponente de la guerra moderna en el mar.
III) El Coro.
Espacio dedicado a la Música y Liturgia en El Escorial. Aquí la exposición cuenta con una amplia selección de obras dedicadas al culto del Monasterio, conformando un auténtico “estilo escurialense”.
En el Coro de la Basílica, se custodian los libros de canto desde el siglo XVI: Cantorales, Pasionarios y los Libros de Consagración de la Basílica.
Además desde aquí pueden apreciarse los grandes relicarios a ambos lados del altar mayor. El Monasterio fue un auténtico archivo de la Contrarreforma, con su amplísima colección de relicarios, imágenes de santos, libros miniados, pinturas y esculturas.
El espacio del Claustro Alto situado en el ángulo del convento, desde del Coro hasta la Sacristía de Capas, se exponen los tapices de Michel de Coxcie de la serie “La construcción del Arca de Noé” y el cartón que representa la “Entrada de Noé y los animales en el arca”. Desde este Claustro se puede contemplar, a través de sus ventanas, el Patio de los Evangelistas. Además, dada la proximidad que proporciona la perspectiva, se puede admirar con detalle los frescos de Lucas Jordán de la Escalera Principal.
V) Sacristía de Capas.
En el espacio de la exposición denominado “Arte español para el Monasterio”, los cuadros de santos se despliegan siguiendo la disposición original en el Templo. Además pueden apreciarse los ternos de las Calaveras, de la Vida de Cristo y de San Lorenzo, obras del propio taller de bordados de El Escorial; las piezas están catalogadas como los mejores textiles de la Europa del Renacimiento. Junto a ellos se presentan los libros miniados, a su vez realizados en el taller escurialense (el Antifonario y el Liber Missarum), abiertos por sus miniaturas más exquisitas.
Situada en el centro de la crujía occidental del Claustro, comunica las dos plantas de que consta este recinto. Se trata de una de las primeras y mayores escaleras imperiales construidas en el Renacimiento, con carácter especialmente unitario y de excepcional austeridad decorativa. Los frescos de la bóveda, obra de Lucas Jordán, representa la Gloria de la Monarquía española.
La tipología de la escalera es la denominada “a la imperial” -el arranque tiene dos tramos para llegar al amplio descanso y luego girar sobre sí misma, dividiéndose en dos rampas paralelas, también seccionadas en dos tramos, que terminan en el piso superior-. El proyecto inicial fue encomendado al arquitecto italiano Giambattista Castello “El Bergamasco” (1567), pero la escalera fue construida según los planos de por Juan de Herrera.
Carlos II encargó los frescos de la Escalera al pintor napolitano Lucas Jordán, que siguió las indicaciones iconográficas del Padre Francisco de los Santos. Los temas elegidos “La Batalla de San Quintín” y “La Construcción del Monasterio de San Lorenzo” para el friso, y “La Gloria de la Casa de Austria”.
La bóveda arranca sobre catorce ventanas a cuyos lados están situados ángeles portando blasones con armas del Imperio español. Sobre los lunetos, a modo de medallones imitando pórfido, nuevos temas bélicos, que reflejan el poder militar invencible de la Casa de Austria. En el luneto central de poniente el retrato del Rey Carlos II; y en el lado opuesto, el de Felipe IV.
VII) Iglesia Vieja.
El espacio de la Iglesia Vieja es desde el punto de vista de la exposición está dedicada a Tiziano y la influencia italiana, junto a la escuela flamenca del Bosco y de la española representada por Navarrete, el Mudo.
El Rey Felipe II fue el mayor coleccionista de la obra de Tiziano en la Europa del Renacimiento. En la iglesia Vieja se conservan: El Martirio de San Lorenzo, y la copia de la Sepultura de Cristo y La Adoración de los Reyes.
La serie de tapices denominada Paños de Oro fue una de las pocas que el monarca destinó a El Escorial, formando parte de la decoración de la Iglesia en algunos periodos.
El último espacio del recorrido de la exposición “De El Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial”, creado en torno al Claustro Principal es el Patio de los Evangelistas, una de las grandes piezas arquitectónicas del edifico de Juan de Herrera. Constituye uno de los conjuntos del Monasterio donde la ortodoxia clasicista y vitruviana se sigue con máximo cuidado. El Templete central, obra tardía de Herrera, está decorado con cuatro esculturas San Juan, San Lucas, San Marco y San Mateo, que dan nombre al recinto, de Juan Bautista Monegro. Todo el conjunto está realizado en piedra de granito y su interior está forrado con mármoles y jaspes de diferentes colores. El Padre Sigüenza concibió el Patio como el jardín del Edén del que salen los cuatro ríos: el Pisón, el Tigris, el Eufrates y el Guijón, que riegan los cuatro parterres, entonces conocidos como Asia, África, Europa y América.
Puede decirse que el Rey Felipe II ideó El Escorial como un auténtico Parnaso en el que los mejores artistas de la época actuaron en la decoración y ornato de un Monasterio que además cuenta en su haber con en título de Patrimonio de la Humanidad.
Datos de interés:
“De el Bosco a Tiziano. Arte y Maravilla en El Escorial”
Fechas: desde el 24 de Junio hasta el 14 de Septiembre de 2014.
Lugar: Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Calle Juan de Borbón y Battemberg s/n. 28200 San Lorenzo de El Escorial (Madrid)
Entrada Tarifa única Palacio + Exposición:Básica: 11 € / Reducida: 6 €
Servicio de información Tel. 902 044 454
Comisario de la muestra: Fernando Checa Cremades. Catedrático de Historia del Arte, Universidad Complutense de Madrid.
Organiza: Patrimonio Nacional
Patrocina: Fundación Banco Santander
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