img_biografEl próximo día 8 de agosto, el Museo Casa de Cervantes, en Valladolid, reabrirá sus puertas tras la realización de unas obras de mejora en el saneamiento y las infraestructuras.

Las obras han implicado la renovación de las infraestructuras de saneamiento que circulan por el patio trasero del edificio, donde pueden verse los relieves pertenecientes al basamento de la estatua conmemorativa de Cervantes, la portada del Monasterio de la Armedilla o el busto homenaje a Mr. Archer Huntington.

Además se ha aprovechado para modernizar el circuito de agua de la fuente con estanque que desde la apertura de la Biblioteca Popular y Cervantina en 1916, formaba parte de un pequeño jardín junto a la fachada y que lucirá de nuevo en pleno funcionamiento para deleite del público.

El Museo retomará su actividad habitual en la que se incluyen los campamentos de verano para niños “Un verano para saborear los clásicos”, en los que durante 3 días los niños repasarán los grandes clásicos de aventuras como El Libro de la selva, La isla del tesoro o Charlie y la fábrica de chocolate, y realizarán libros pop up y marionetas.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte trabaja intensamente para minimizar al máximo las molestias que estos trabajos puedan ocasionar a los visitantes y poder dar un mejor servicio público y de calidad.

Durante su estancia en Valladolid Miguel de Cervantes no cesó en su actividad literaria, escribiendo varias de sus Novelas Ejemplares como El Casamiento engañoso, El Coloquio de los Perros o El Licenciado Vidriera.

También se pueden encontrar en sus obras referencias a distintas circunstancias históricas acaecidas en Valladolid, a parajes de la ciudad y también de sus alrededores.

Su novela El Casamiento engañoso comienza:

«Salía del Hospital de la Resurrección, que está en Valladolid, fuera de la Puerta del Campo, un soldado que, por servirle su espada de báculo y por la flaqueza de sus piernas y marillez de su rostro, mostraba bien claro que, aunque no era el tiempo muy caluroso, debía de haber sudado en veinte días todo el humor que quizá granjeó en una hora. Iba haciendo pinitos y …