La exposición, primera incursión del Museo en el mundo de la moda, está ideada por el propio Givenchy y ofrece por ello un enfoque excepcional de sus creaciones a lo largo de casi medio siglo, desde la apertura en 1952 en París de la Maison Givenchy hasta su retirada profesional en 1996.
El diseñador ha seleccionado alrededor de un centenar de sus mejores vestidos, procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo y muchos de ellos inéditos para el público, que dialogan en las salas con un conjunto de obras de las colecciones Thyssen-Bornemisza.
Desde la fundación de su propia casa de costura, las colecciones de Givenchy han cosechado un éxito continuado. Admirador de la obra de Cristóbal de Balenciaga, de él heredó una forma de hacer y de entender la costura que se caracteriza por la pureza de líneas y volúmenes. Givenchy fue el primer diseñador en presentar una línea de prêt-à-porter de lujo en 1954 y sus diseños vistieron a algunas de las grandes personalidades del siglo XX, como Jacqueline Kennedy, Wallis
Simpson, Carolina de Mónaco o su gran amiga Audrey Hepburn.
Como coleccionista de pintura de los siglos XVII y XVIII, además de obras de artistas de comienzos del siglo XX, Givenchy ha reconocido en numerosas ocasiones la influencia de la pintura en su trabajo; ejemplo de ello es el hecho de que sus creaciones aúnan la elegancia clásica de la alta costura con el espíritu innovador del arte de vanguardia. Este aspecto, no siempre fácil de reflejar, sale a la luz en las salas a través de los diálogos que sus vestidos establecen con una selección de obras escogidas de artistas como Zurbarán, Rothko, Sargent, Miró, Robert y Sonia Delaunay o Georgia O´Keeffe.
La exposición presenta sus contenidos mediante un recorrido abierto e intuitivo, basado en referencias y conexiones temáticas, conceptuales y estéticas, subrayadas en muchos casos por ese diálogo con los cuadros del
Museo.
Creaciones innovadoras y primeros grandes éxitos
Confeccionadas con un material tan económico como la tela blanca de algodón de camisa masculina, con cuello abierto y mangas adornadas con bordado inglés, estas blusas destilaban elegancia y belleza y constituyeron el primer gran éxito en su carrera y un primer paso en su consolidación internacional. A la blusa Bettina le siguieron otras creaciones surgidas de una imaginación adelantada a su tiempo, como unos vestidos de noche con el cuerpo suelto que podían llevarse también con falda o pantalón; elementos intercambiables que se dejaban a la imaginación y estilo de las clientas para combinarlos entre sí, de ahí su nombre: Separates.
Este trabajo con los distintos materiales junto al tratamiento cromático que les daba, por ejemplo a las pieles, hicieron de él un diseñador innovador y rupturista, pero sin perder nunca de vista la elegancia y la sencillez esencia de su talento. Esta parte del recorrido culmina con una muestra de vestidos que combinan el blanco y el negro, introduciendo ya aquí la que será una de sus mayores señas de identidad: la maestría en el trabajo con el color negro.
Grandes clientas
Muchas de las piezas exhibidas forman parte de la historia del cine y de la memoria visual del siglo XX, como el vestido que llevó Jackie Kennedy en la recepción oficial que dio el general De Gaulle durante la visita oficial a Francia del presidente de los EE.UU., John Fitzgerald Kennedy, en 1961; o el vestido negro de Audrey Hepburn en la película Desayuno con diamantes, de ese mismo año. Junto a otras creaciones que Givenchy realizó para numerosas actrices y películas, estos vestidos subrayan la importancia del cine en la carrera del diseñador como excelente plataforma de proyección internacional.
bordados y muselinas, presentes en piezas como los déshabillés, hasta llegar a otra de las señas de identidad del estilo Givenchy: la elegancia en el uso del color. Es aquí donde se puede observar de forma especial la influencia en sus diseños de los grandes pintores de la historia y cómo ha sido capaz de trasladar y transformar lo expresado en determinados lienzos, como las dos obras de Sonia y Robert Dealunay presentes en este espacio, haciéndolos suyos y dando lugar a algunas de sus creaciones más destacadas. Estas conexiones continúan en la sala siguiente, donde se establece un diálogo
directo entre cuadros de Miró, Rothko, Ernst, Fontana o van Doesburg con algunos de sus vestidos más espectaculares.
Trajes de novia y vestidos de noche
vestidos de noche, son los protagonistas absolutos del siguiente espacio. Los primeros han sido y siguen siendo una seña de identidad de la Maison Givenchy y han marcado durante años el estilo de este tipo de creaciones. Una selección de estos
extraordinarios vestidos de novia, realizados en diferentes épocas y presentados con un atractivo montaje escenográfico, permitirá apreciar de nuevo el carácter innovador y rupturista de Givenchy en perfecta sintonía siempre con la belleza intemporal de la elegancia clásica.
Y frente al blanco inmaculado de los trajes de novia, otra de las cimas de su talento: las creaciones para la noche, donde el negro, su color fetiche, destaca por encima del resto de tonos. Fue Givenchy quien consiguió por primera vez una maestría inigualable en el trabajo impecable del color negro con la culminación y popularización del famoso ‘little black dress’, una pieza de indumentaria que se convirtió desde entonces en indispensable en cualquier armario. En estos vestidos de aparente sencillez es donde mejor se aprecia la pureza de líneas y volúmenes que el maestro Givenchy sabía dotar a sus creaciones bajo la permanente influencia de Balenciaga. Ante la atenta mirada de las grandes top models de los años ochenta fotografiadas por Joe Gaffney, el recorrido termina con unos trajes llenos del glamour de aquella época, uno de los últimos grandes momentos de la historia reciente de la moda.
Hubert de Givenchy
Un nuevo ciclo de cine acompañará también esta excepcional exposición. Se han programado una decena de películas que se podrán ver los sábados, con acceso gratuito, desde mediados de noviembre hasta que finalice la muestra.
FICHA DE LA EXPOSICIÓN
Título: Hubert de Givenchy
Organiza: Museo Thyssen-Bornemisza
Con el mecenazgo de: Maison Givenchy
Sede y fechas: Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, 22 de octubre al 18 de enero de 2014
Proyecto de: Hubert de Givenchy
Asesor del proyecto: Philippe Venet
Comisario: Eloy Martínez de la Pera
Comisaria técnica: Paula Luengo, Conservadora de exposiciones Museo Thyssen- Bornemisza
Número de obras: 91 vestidos, 17 pinturas y una selección de fotografías de gran formato
Publicaciones: catálogo, edición en español e inglés, con textos de Hubert de Givenchy, Philippe Venet, Eloy Martínez de la Pera, Lourdes Fernández, Igor Uría Zubizarreta
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