Diez momentos únicos en la Ruta del Vino de Rueda

Con menos de un año de existencia, la Ruta del Vino de Rueda  se está mostrando como una de las más imaginativas y originales, un recorrido que circula por la historia, el arte, la naturaleza, la artesanía, la gastronomía y… naturalmente, los vinos, unos de los mejores de España.

Hay mucho que descubrir y disfrutar en esta ruta, apta para toda la familia y que se puede hacer en cualquier época del año. Aquí te indicamos diez momentos que no hay que perderse.

Descubrir los escenarios de la historia

La historia ha dejado un importante legado patrimonial en la Ruta del Vino de Rueda. En el camino se encuentran antiguos templos mudéjares, conventos y monasterios –que asesoran espléndidos bienes inmuebles– o los castillos-fortalezas como el castillo de la Mota en Medina del Campo, que cuentan mil batallas libradas en campos de Castilla y la importancia político-económica de esta región en épocas anteriores, especialmente bajo la figura de Isabel La Católica.

Medina del Campo (www.medinadelcampo.es), la Villa de las Ferias, goza de una excelente situación geográfica, enclavada en el corazón de la D.O Rueda, es el núcleo económico, junto a la capital, más dinámico de la provincia. Villa histórica y monumental, personajes como los Reyes Católicos, Santa Teresa,

Bernal Díaz del Castillo, Simón Ruiz, San Juan de la Cruz, Fernando de Antequera o Cristóbal Colón entre otros muchos están ligados a Medina del Campo. Su casco antiguo fue declarado “Conjunto Histórico- Artístico” en 1978; bien merece una visita el Castillo de la Mota, el Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica, lugar en el que vivió, testó y murió la Reina castellana, el Centro Huellas de Pasión, las Reales Carnicerías o el Museo de las Ferias.

Visitar la cuna del verdejo

La Seca, considerada la Cuna del Verdejo (www.laseca.ayuntamientosdevalladolid.es), ya que aquí se inició su plantación de viñas en torno al s.XVI, posee un patrimonio histórico, cultural y etnográfico que ofrece posibilidades para satisfacer diversos perfiles de visitantes, especialmente los que deseen conocer y explorar su oferta enoturística.

Se sitúa en el epicentro de la Meseta castellana, con un elemento paisajístico uniformado: el viñedo y el cultivo de cereal, con tierras pardas y pedregosas, bebedoras de la cercana ribera del río Duero durante siglos, un paisaje singular que proporciona una tranquilidad para las personas que buscan un ocio equilibrado de descanso y disfrutar de los sentidos en un remanso de sosiego castellano.

Sus catorce prestigiosas bodegas, ofrecen por todo el mundo sus mejores caldos de reconocido prestigio que pueden ser disfrutados a través de las Rutas Verdejas. Entre su oferta cultural y artística, destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra de Gil de Hontañón de mediados del s.XVI, con piezas maestras en su interior.

Un relajante baño en aguas termales

De entrada, uno no suele pensar en aguas termales, en baños relajantes cuando se está en el corazón de Castilla. Sin embargo, a unos pasos de Medina del Campo se encuentra el Balneario Hotel Palacio de las Salinas (www.balneariogranhotellassalinas.com), un establecimiento dedicado a la salud y la belleza, uno de los balnearios mas emblemáticos del país con las terceras mejores aguas madres de Europa y con una arquitectura que sorprende de la mano de los mismos arquitectos que diseñaron el Palacio de La Magdalena de Santander.

El poder de sus aguas se une a la estética más exclusiva e innovadora y, como no puede ser de otra manera estando ubicados en el corazón de la D.O Rueda, han desarrollado un tratamiento cuya base son las innumerables propiedades de la uva, la Vinoterapia, cuyo principal característica es el efecto antioxidante y rejuvenecedor.

Contemplar “la Giralda” de Castilla

Su nombre oficial es Parroquia de los Santos Juanes, pero todos en Nava del Rey (www.ayto-navadelrey.com) y muchos de sus visitantes la llaman “la Giralda de Castilla” por el gran parecido de su enorme torre con la catedral sevillana. Sus orígenes son del siglo XVI, y Rodrigo Gil de Hontañón, que se hizo cargo de la construcción con las obras ya iniciadas, decidió en pleno desarrollo del Renacimiento, mantener las trazas góticas hasta que con la muerte del arquitecto sus aparejadores remataron el edificio en estilo clasicista.

Aunque la iglesia requiere una fuerte inversión para reparar algunos desperfectos en su estructura y su cubierta, merece la pena una visita a su interior en el que sobresale el Retablo Mayor, con relieves de la vida de san Juan Bautista y san Juan Evangelista, entre esculturas de apóstoles y Padres de la iglesia.

La obra fue trazada por Francisco Velázquez, dorada por Francisco Martínez, realizando la escultura el genial Gregorio Fernández. La capilla de Pedro González muestra el retablo del Llanto de Cristo Muerto, composición de influencia flamenca de comienzos del siglo XVI, obra del Maestro Pablo de la Moraleja.

Recorriendo la ciudad por sus amplias calles –algunas porticadas– se puede admirar el esplendoroso pasado de la localidad, sobre todo en las casas nobiliarias de las familias más pudientes de los siglos XVIII y XIX que jalonan el casco antiguo.

Conocer “al caballero” de Olmedo

Olmedo (www.olmedo.es) debe su nombre a la abundancia de olmos que existían en su término. Imprescindible visitar en Olmedo es el Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León, un espacio de ocio que se abrió en mayo de 1999. El parque ocupa una extensión de casi 15.000 m2 en los que se distribuyen veintiuna réplicas arquitectónicas a escala 1:8; construidas con ladrillos del tamaño de un dedo, y en el que podemos hacer un recorrido por el mudéjar castellano y leonés.

Pero si por algo es conocido Olmedo universalmente es por la obra de Lope de Vega “El caballero de Olmedo”. En la plaza de San Julián se ha abierto en el año 2.005 el Palacio Caballero de Olmedo, una visita lúdica, sensorial y emocional a través de Castilla, Olmedo, el Siglo de Oro, el teatro y Lope de Vega. Un autentico viaje en el tiempo. Una inmersión sensorial en la historia que, empleando modernas técnicas expositivas, escenografías de acabado realista y con el apoyo de tecnologías de vanguardia, permitirá al viajero ser testigo de la historia.

Ver el lugar donde se repartió el mundo

Situada junto al Duero y en un nudo de comunicaciones, Tordesillas (www.tordesillas.net) es un lugar privilegiado lleno de historia, arte y tradición. Aquí se firmó el célebre Tratado de Tordesillas en 1494 entre Castilla y Portugal durante el reinado de los Reyes Católicos que definió el reparto del Nuevo Mundo entre estos dos países.

Y también Tordesillas acogió en el año 1509, a la reina Juana I de Castilla, y durante medio siglo estuvo allí recluida. La villa fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1977 y ofrece museos y edificios como el Real Monasterio de Santa Clara, antiguo palacio real y uno de los mejores ejemplares de arte mudéjar en Castilla, las Casas del Tratado, la iglesia de San Antolín, convertida en museo de arte sacro, el Museo del Encaje, las iglesias de Santa María y de San Pedro, la Plaza Mayor y el majestuoso puente medieval.

Tordesillas es también tierra de buen vino y buen yantar, forma parte de la D.O Rueda y cuenta con una gran infraestructura de restaurantes y alojamientos. Además su territorio está incluido dentro del Espacio Natural “Riberas del Castronuño-Vega del Duero” y algunas de las rutas más relevantes de Castilla y León pasan por la localidad, como el Camino Natural del Duero o el Camino de Santiago del Sureste.

Encuentro con Teresa y Juan

Dos de los santos más notorios de la historia de España tienen mucho en común con estas tierras castellanas. Ahora, Medina del Campo reúne a las figuras de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz en la exposición «El Encuentro», que llenará de misticismo el Museo Villa de las Ferias (www.museoferias.net) hasta el 14 de diciembre y se sumará a las múltiples actividades organizadas en conmemoración del quinto centenario de la Santa.

La villa de Medina del Campo, elegida por Teresa de Jesús, para realizar su segunda fundación y cristalizar así la reforma carmelita (reforzada con su encuentro con San Juan de la Cruz) conmemorará este evento de forma muy especial, con una serie de actividades para que todos los ciudadanos y visitantes se acerquen a conocer la figura de una mujer que, no solo cambió el rumbo de la Iglesia, sino también la literatura, la cultura y la historia castellana.

Esta muestra es solo una más de las muchas exposiciones, festejos y celebraciones que ofrecen distintas localidades de la Ruta del Vino de Rueda a lo largo de todo el año.

Comprar los productos del lugar

Repostería artesana, embutidos y jamones ibéricos, pan artesanal, quesos de leche cruda, hojuelas y bizcochos, pistachos, langostinos… son solo algunos de los productos que se elaboran con el cariño del trabajo personal en las tierras que atraviesa la Ruta del Vino de Rueda. Y, naturalmente, cuando se está allí hay que caer en la tentación de comprarlos y disfrutarlos. Hay multitud de tiendas tradicionales y de delicatessen, mercados y mercadillos y muestras al aire libre.

Una buena muestra de lo que se ofrece puede apreciarse en La Cuba de Rueda (<<http://lacubaderueda.com>>), el resultado del trabajo personal de Antonio Sanz, que desde hace décadas ha estado estrechamente vinculado a Rueda y a todo su significado: raíces, tradición familiar, territorio, escenario enológico, solar de sus proyectos empresariales y taller permanente de creatividad. Un carácter inquieto y emprendedor que se agiganta en su segunda etapa con la línea de los vinos Antonio Sanz y la que posiblemente sea la tienda de vinos y productos delicatessen mas grande de Castilla y León: La Cuba de Rueda.

Deleitarse con la gastronomía castellana

La cocina de nuestras abuelas, elaborada con tanto mimo y cariño, llega hasta nuestros días con un aire renovado. La innovación se une a la tradición para sacar el máximo partido a unas materias primas de primera calidad.

En la Ruta del Vino de Rueda es imprescindible probar el lechazo asado con Indicación Geográfica Protegida (IGP) o el cochinillo, ambos asados en horno de leña, las lentejas de La Armuñas, los garbanzos de Fuentesaúco o las setas y hongos que nos regala el otoño.

También hay que degustar la selección de quesos elaborados a partir de leche de vaca, las cuajadas o el requesón, tan naturales como sabrosos. La repostería tradicional, vinculada con frecuencia a viejos conventos, endulzará el camino. Además, siguiendo una moda que existe en toda España, hay multitud de restaurantes, bares y terrazas que ofrecen un amplio panorama de pinchos de cuidada elaboración.

Y, naturalmente, disfrutar el vino de Rueda

Las condiciones climáticas y las características orográficas de sus suelos convierten a esta zona en privilegiada para el cultivo de la vid, especialmente la uva autóctona Verdejo, y confiere a sus vinos de una personalidad única con características inimitables. Sus orígenes vitivinícolas se remontan al siglo XI y, desde entonces hasta hoy, el cuidado de la vid y la elaboración de vino han dotado a esta tierra de una cultura y tradición que se ve reflejada en todos los aspectos de su personalidad, desde sus gentes a sus manifestaciones artísticas, sin olvidar, por supuesto, la gastronomía, que adquiere un papel protagonista.

Tras años de trabajo por el cuidado y protección de la uva Verdejo, la D.O Rueda toma forma como tal en 1980, siendo la primera Denominación de Origen de Castilla y León en recibir este reconocimiento. Desde entonces los vinos blancos de Rueda han obtenido una importante fama internacional, con un carácter único. En la Ruta se encuentran destacadas bodegas – Protos, Reina de Castilla, Javier Sanz, Valdecuevas, Aura, Félix Sanz, Yllera, PradoRey, Finca Montepedroso, Pagos del Rey, Val de Vid, Hijos de Alberto Gutiérrez, El Albar Lurton, Castelo de Medina… que proponen visitas guiadas y catas de sus vinos a los visitantes.

Mención especial merece Emina (www.emina.es) bodega de vinos blancos y espumosos del Grupo Matarromera, con modernas instalaciones y avanzada tecnología que ofrece hasta siete tipos diferentes de visitas. Ahora, como novedad, acaba de abrir la almazara ecológica Oliduero, que supone una fuerte apuesta del Grupo Matarromera por la producción de aceite virgen extra de alta calidad, la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos. La propuesta se incluye dentro del plan «Invierte en Medina» que puso hace poco en marcha, con notable éxito, el ayuntamiento de Medina del Campo (www.ayto-medinadelcampo.es).

Enrique Sancho

Más información: www.rutadelvinoderueda.com

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