La Edad de Oro holandesa abarca la mayor parte del siglo diecisiete. Aunque la Guerra de los Ochenta Años (Guerra de la Independencia de Holanda contra España) consumió sus primeros 50 años, después de obtener su independencia la República Unida de Holanda gobernó el país en paz durante la última mitad del siglo. Fue la época en la que los exploradores holandeses descubrieron nuevos territorios y se asentaron fuera del país.
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales prosperó y los héroes de guerra de las batallas navales recibían condecoraciones y honores de héroes nacionales. Los Grandes Maestros Holandeses empezaron a destacar durante este período en el mundo del arte. Su amplia producción de retratos realistas de las personas y la vida de la zona es, aún hoy, insuperable.
La Edad de Oro en el Arte
Los pintores de la Edad de Oro representaban las escenas que sus exigentes patrones de la nueva clase media querían ver. La nueva riqueza procedente de las actividades mercantiles y los territorios explorados, combinada con la falta de patronazgo de la Iglesia, provocó que los temas artísticos pasaran de lo religioso a lo mundano, toda una innovación para la época.
Eran muy populares las naturalezas muertas sobre objetos de uso diario, los paisajes y los temas marinos que reflejaban el poder naval y comercial de la República. También son un tema corriente los retratos de grandes grupos, generalmente un gremio militar o una organización civil, como el famoso ‘Ronda de noche’ de Rembrandt. Aunque ni Rembrandt ni Vermeer gozaron de mucha popularidad en su propia época, hoy son considerados en todo el mundo como los representantes de los Grandes Maestros Holandeses.
Museos y visitas sobre la Edad de Oro
Muchos museos y edificios de Holanda reflejan el esplendor de la Edad de Oro del país. El Rijkmuseum y el Museo Naval de Ámsterdam están alojados en edificios de la época, y contienen numerosas obras de arte de los Grandes Maestros Holandeses. Hay muchas visitas centradas en la Edad de Oro: viajes en tren que incluyen Delft, La Haya, Ámsterdam, Gouda y la arquitectura y pinturas de la Edad de Oro, y galerías de arte moderno cuyas obras reflejan las grandes tradiciones del pasado. Una visita a estos museos supone un auténtico enriquecimiento cultural para el visitante interesado en comprender Holanda y su ilustre historia.