MFInaugurado en su actual sede, la histórica estación de Delicias, en 1984, celebra en este 2014 su 30 aniversario. El Museo está gestionado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y desde el año 2009 forma parte de la Red de Museos de España, adscrito al Ministerio de Fomento. La propia estación forma también parte de la historia del ferrocarril, siendo un claro ejemplo de la arquitectura del hierro, característica del siglo XIX. Proyectada por el ingeniero francés Émile Cachelièvre, fue inaugurada en 1880 por el rey Alfonso XII, convirtiéndose en la primera gran estación construida en Madrid con estructura metálica.

Breve historia del Museo del Ferrocarril

La creación del Museo del Ferrocarril de Madrid-Delicias, al igual que en el resto de Europa, vino marcada por la celebración de los centenarios de las grandes líneas. Los más antiguos fueron en Inglaterra, en 1925, con la conmemoración de la línea de Stockton a Darlington y en 1930 la de Liverpool-Manchester. En España, sería en 1948 con la línea Barcelona-Mataró.

En todas las ocasiones estas celebraciones venían acompañadas por el montaje de una gran Exposición en la que se mostraban piezas y elementos históricos al tiempo que se exhibían los últimos avances tecnológicos, tanto en material rodante, como en infraestructuras. Estas exposiciones serían el embrión de los futuros Museos.

En 1948, la conmemoración del centenario del ferrocarril Barcelona-Mataró, dio lugar a la organización, entre otras actividades, de una gran exposición en el puerto de Barcelona, donde de forma similar a como se hacía en el resto de Europa, se exhibieron aquellas reliquias ferroviarias más significativas, pero sin olvidar la situación del ferrocarril en aquellos momentos. Esta exposición sirvió para alentar la creación de un Museo del Ferrocarril Español. El proyecto, aunque se tomó con mucho entusiasmo, no volvió a retomarse hasta 1964, cuando se cumplían los centenarios de algunas de las grandes líneas férreas españolas, como la de Madrid-Zaragoza y Madrid-Irún. Es en estas fechas cuando Renfe retoma de nuevo la creación de un Museo del Ferrocarril, dando estudio al proyecto inmediatamente. Hubo que salvar la dificultad de conseguir un local adecuado, que reuniera unas condiciones mínimas y se pensó que las instalaciones capaces de responder a estas exigencias deberían ser antiguas estaciones, depósitos de máquinas o talleres que hubieran dejado de prestar servicio.

En esos años no estaba disponible en Madrid ningún espacio de estas características, por lo que y como fase inicial que permitiera concentrar de nuevo las piezas dispersas desde la exposición de 1948, se creó un Museo de Salón en el Palacio de Fernán Núñez. Se habilitaron para tal fin las instalaciones correspondientes al departamento de Coordinación, que se encontraba en el antiguo invernadero del Palacio. Allí se ubicaron maquetas, grabados y objetos pequeños. El Museo quedó dividido en cuatro salas y se abrió al público en 1967 como primer Museo Ferroviario de España, a la espera de que, como escribía su director Federico Wais ese mismo año, en el número de mayo de la revista Vía Libre, “algún día se solemnice la creación de un gran Museo del Ferrocarril que la Renfe ha tomado de su cuenta”.

En 29 de abril de 1980, Renfe y el Ministerio de Cultura firmaron un acuerdo por el que este último, tras ser incoado un expediente para la declaración de Monumento Histórico Artístico a la estación de Delicias, se encargaba de subvencionar las obras de restauración del edificio, a fin de que fueran instalados los Museos del Ferrocarril y el Nacional de la Ciencia y la Tecnología.

A partir de esa fecha se van trasladando a Delicias todo el material rodante que durante años se había ido recuperando, y que había sido ubicado momentáneamente en la estación de Príncipe Pío mientras esta última estaba en obras. En 1982, a través de la circular nº 481 de Renfe, se crea el órgano rector del Museo, el Consejo de Patronato, que se encargará de “ofrecer a la colectividad la dimensión histórica de la realidad ferroviaria, evolución del ferrocarril y del hecho cultural ferroviario, incidencia social y económica de la relación del hombre y el transporte a través del tiempo”.

Siguiendo estas directrices, comienza la actividad del por entonces denominado Museo Nacional Ferroviario, abriéndose al público el 19 de diciembre de 1984.