El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha comenzado a instalar el andamiaje que permitirá la restauración del retablo mayor de la iglesia de San Antonio de los Alemanes en Madrid, junto con la mesa de altar y el sagrario ubicados frente al retablo. La intervención, impulsada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, tiene un presupuesto de 43.808,05 € y su plazo de ejecución es de cinco meses. La empresa “Altramentum, conservación y restauración de obras de arte”, ha sido la adjudicataria del proyecto.
Esta obra constituye un conjunto de estilo neoclásico, realizado durante una reforma del siglo XVIII por Manuel Fernández. Data de 1765, época de Carlos III. El retablo alberga una escultura barroca de San Antonio de Padua con el Niño, obra del escultor Manuel Pereira, ubicada bajo un esbelto baldaquino que sostiene una cúpula de cuarto de esfera profusamente decorada por una gloria de ángeles, realizada por Francisco Gutiérrez.
El tratamiento que se va a aplicar tiene como objetivo frenar el avance de la degradación y lograr una estabilidad química y estructural. En esta obra, y debido a la diversidad de materiales que la componen, se partirá de un profundo estudio previo de cada uno de ellos para determinar la actuación más adecuada a cada caso. Metales, mármol, madera o pintura mural serán tratados siempre de acuerdo con los principios de mínima intervención, reversibilidad y estabilidad de los productos, compatibles con la obra sin alterar sus características físicas o estéticas. La dirección técnica de la obra correrá a cargo de Marta Fernández de Córdoba García-Loygorri, restauradora de escultura del IPCE.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el 26 de julio de 1973
La Santa, Pontificia y Real Hermandad del Refugio, junto con iglesia de San Antonio de los Alemanes, antes conocida como San Antonio de los Portugueses, forma parte del conjunto hospitalario fundado por Felipe III en 1604 para atender a los súbditos portugueses residentes en Madrid, si bien la construcción del templo no da comienzo hasta 1624. Avanzado el siglo XVII, tras la separación de Portugal de la corona española, el hospital se destina a la comunidad alemana, circunstancia que justifica la actual denominación del edificio.
Ya en el siglo XVIII, Felipe V destina el hospital y la iglesia a la Hermandad del Refugio, dedicada a prestar ayuda a los más necesitados, actividad que todavía continua llevando a cabo en el presente.
El templo, obra de los arquitectos Pedro Sánchez, Francisco Seseña y Juan de Mora, se configura con una planta elíptica inscrita en un rectángulo. Su interior se encuentra profusamente decorado con frescos con escenas religiosas y arquitecturas fingidas que inundan todo el espacio mural, conformando un ambiente muy efectista y escenográfico. Especialmente significativos son los que ornamentan la cúpula oval, diseñada por Coloma y Miteli, que constituye uno de los ejemplos más importantes de Juan Carreño de Miranda y Francisco de Ricci. Junto a las pinturas sobresale el retablo mayor, realizado a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Miguel Fernández y el escultor Francisco Gutiérrez.
En contraposición con este ornato, el exterior de la iglesia se caracteriza por una marcada sobriedad. Sus fábricas, que siguen la tradición madrileña en la combinación de ladrillo rojo en los muros y detalles pétreos en zócalos y ventanas, se decoran con una sencilla portada de granito, a modo de dintel, sobre el que se ubica una hornacina flanqueada por pilastras y coronada por un frontón curvo, que alberga la imagen de San Antonio de Padua con el Niño. Retranqueada sobre la portada, se muestra al exterior el volumen octogonal que envuelve la cúpula oval, cerrado por un chapitel terminado en aguja piramidal con bola y cruz.
Durante el último cuarto del siglo XIX, el exterior es reformado por el arquitecto Antonio Ruiz de Salces, responsable de la construcción del edificio anexo dedicado a albergar las dependencias de la Hermandad y del Colegio de la Purísima Concepción, para dar así uniformidad al conjunto.
La iglesia de San Antonio de los Alemanes cuenta entre sus bienes patrimoniales con un órgano de estilo romántico francés construido en 1923 por la casa organera vasca Eleizgaray & Cía de Azpeitia, que ha sido recientemente restaurado dentro del Plan de Recuperación de Órganos Históricos puesto en marcha por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.