Son, naturalmente, los patios, esos espacios acogedores, frescos, íntimos en los que trascurre la vida pausadamente, en los que se charla, se descansa, se disfruta. Lugares de convivencia y centro de la vida familiar. Unos espacios, también, que han sabido convertir la pobreza en belleza.
Pero no siempre es así. Durante algunas semanas de primavera Córdoba muestra también su alma a quienes la quieran ver. Ofrece su interior más auténtico a visitantes, turistas, vecinos y curiosos que quieran gozar del encanto de sus patios. No se trata solo, con ser mucho, que esos ojos ajenos contemplen sus paredes encaladas cubiertas de macetas de geranios, jazmines, claveles y azahares, tampoco que los olfatos aprecien la mezcla de aromas de los patios del casco viejo.
Esos patios que implantaron los romanos como una forma de vida hacia dentro, que impulsaron los árabes cuando la ornamentación se orientó hacia el interior, simplificando las fachadas y embelleciendo los patios con azulejos, celosías y suelos de ladrillo o empedrado y en los que destacaba la importancia del agua, proliferando fuentes, surtidores y acequias que permitieron el desarrollo de flores y árboles frutales.
Esos patios son, hoy como ayer, el eje de la vida en la ciudad y el espacio más sublime para sus habitantes. Además de flores, los patios cordobeses son un muestrario de viejos lavaderos, muebles antiguos, capiteles, resto arqueológicos, enseres de cocina de hierro, fustes y cualquier otra cosa que en ese marco de olor y color adquiere un brillo especial. En algunos de ellos se aprecian las roídas canaletas para conducir el agua de lluvia, convertidas en un elemento estético a juego con los tiestos añiles y con los remates de los quicios exteriores de las viviendas.
La Fiesta de los Patios
Los criterios esenciales del concurso son variedad floral, cuidado de macetas y arriates e iluminación natural. Es también una muestra de solidaridad vecinal y la elevación de lo humilde a una categoría estética. Durante estos días, los barrios más significativos del Casco Histórico de la ciudad muestran a los visitantes sus recónditos tesoros, en un momento en que la profusión floral los convierte en auténticos jardines domésticos.
Las casas populares de la ciudad destacan por sus patios de paredes blancas de las que cuelgan macetas de coloridas flores. Durante los días del Festival, la mayoría de los patios del casco viejo abren al público y, en muchas ocasiones, acogen espectáculos flamencos y la posibilidad de degustar las ricas tapas cordobesas acompañadas del vino Montilla-Moriles.
En el Festival se decide qué patios son los más bonitos pero, más allá de éste, se pueden visitar los patios todos los fines de semana entre los meses de abril y junio. Los barrios más populares donde se puede visitar algunos de los patios de Córdoba son el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, el de Santa Marina, el de la Magdalena y los alrededores de San Lorenzo. Asimismo, se encuentran algunos de gran belleza y antigüedad en el barrio de la judería, en la zona de la Mezquita Catedral. Pero como ese orgullo por la belleza es general, también se celebra el Concurso de Balcones y Rejas, junto al Festival de Patios y extiende la ornamentación floral por la mayoría de las calles.
Los encantadores patios cordobeses constituyen uno de los más entrañables atractivos de la ciudad en los que poder apreciar las rejas de magnífico hierro forjado, la exuberancia vegetal, las fuentes, la cerámica que cuelga de las paredes, primorosamente colocada, los azulejos, elegantes y únicos y por todas partes la resplandeciente claridad de la cal, que ejerce de moderadora, unificando colores y suavizando ángulos.
Hacer una pausa
El recorrido por Córdoba requiere también sus momentos de pausas para disfrutar unas tapas o una reposada comida, una bebida fresca o sus excelentes vinos. No es tarea difícil, la gastronomía cordobesa actual es el resultado de una larga tradición que se deja notar en la variedad de sus platos, en la gran cantidad de restaurantes, tabernas y bares que pueblan la ciudad y en el prestigio de su cocina en el ámbito nacional.
También aquí, los romanos con su gusto por el aceite, los árabes con los frutos secos y las verduras y los cristianos con sus carnes y pescados dejaron su huella y crearon una cocina única y variada. No se puede pasar por Córdoba sin disfrutar sus platos más típicos como el rabo de toro, los flamenquines de jamón serrano, el salmorejo, los boquerones en vinagre y el pastel cordobés.
Los Patios de la Marquesa ofrecen una amplia oferta culinaria a través de su marisquería, asador de carne, vinoteca, restaurante árabe, arrocería, puesto de ibéricos, salmorejería, bocatería, stand de verduras frescas y zumos naturales, establecimiento especializado en tostas y salazones, cafetería y un stand para degustar productos cordobeses, como el jamón ibérico del Valle de los Pedroches, además de una platería con diseños exclusivos. Además propone exposiciones de fotografía y pintura, desfiles de moda, show cooking y otras actividades que convierten el lugar en punto de encuentro para cualquier momento del día.
El Mercado Victoria ocupa la antigua Caseta del Círculo de la Amistad, un edificio histórico de hierro forjado que data de finales del siglo XIX, donde se celebraba antiguamente la Feria de Córdoba. Y todo en una ubicación inmejorable, en medio de unos amplios jardines, los Jardines de la Victoria, a 5 minutos del casco histórico de Córdoba, de la estación del AVE y del centro de la ciudad.
Texto: Enrique Sancho
Fotos: TurismoCordobaESP
Más información:
www.turismodecordoba.org
www.patiosdecordoba.net
El libro, editado por el Museo Reina Sofía, es el catálogo que acompañó a la…
«En el aire conmovido…» es una exposición concebida por el filósofo e historiador del arte,…
"Árboles" es un exquisito libro que, a modo de arboreto de papel, nos presenta una…
El Museo Nacional del Prado ha recibido en depósito dos lienzos cuatrocentistas dedicados a la…
Dos libros de bolsillo sobre Wassily Kandinsky "Los años de Múnich" y "Forma, composición y…
El artista Pedro Torres, nacido en Brasil (Gloria de Dourados, Mato Grosso, 1982) y afincado…