El Reina Sofía desvela la obra de Ree Morton, autora desconocida en España

La exposición Ree Morton. Sé un lugar, sitúa una imagen, imagina un poema reúne más de 100 obras creadas por la artista norteamericana a lo largo de su carrera. Se pueden ver instalaciones, dibujos, pinturas sobre lienzo y sobre tabla, y piezas realizadas en madera, piel o con “celastic”, un material elástico parecido al cartón piedra que Morton usó de manera muy frecuente en los últimos años de su carrera. La muestra hace un recorrido por sus años creativos, de 1968 a 1977, siendo el periodo entre 1973 y 1976 el más fructífero e interesante.

Después de la primera retrospectiva importante que se inauguró en el New Museum de Nueva York en 1980, no se organizó otra muestra individual de la artista hasta el año 2008, en la Generali Foundation de Viena. Con esta exposición, que abarca la totalidad de su carrera, el Museo Reina Sofía pretende afianzar el estudio de su obra y consolidar las investigaciones que se han realizado hasta ahora.

La obra de Ree Morton (1936, Nueva York-1977, Chicago) se sitúa en el contexto de la escena artística de los Estados Unidos a principios de los 70, caracterizada por una enérgica reacción contra el expresionismo abstracto de posguerra, que se reflejó, por un lado, en el minimalismo y, por otro, en el arte conceptual y el arte pop.

Sin embargo, su trabajo se encuentra más próximo a las estrategias artísticas surgidas en torno a movimientos como el Pattern and Decoration, el Fiber Art o a lo que la escritora y crítica de arte Lucy R. Lippard definió como la “abstracción excéntrica”, tendencia que empleaba materiales “extravagantes y efímeros” que aludían a sensaciones corporales. Su obra también presenta ciertas similitudes con lo que se ha dado en llamar en palabras de la profesora y crítica Rosalind Krauss “arte procesual”, basado en el uso de objetos encontrados y materiales cotidianos para confeccionar instalaciones con vocación ritual que tendían a la investigación del espacio.

Este es el marco en el que Ree Morton inició una carrera relativamente tardía que terminó prematuramente en 1977, cuando un accidente de tráfico acabó con su vida a los cuarenta años. Pero en apenas ocho creó una intensa obra, en la que la escritura y el lenguaje, en cuanto formas y vehículos de significado, se convirtieron en un motivo recurrente. Junto a la diversidad de materiales característica de su obra, Morton disecciona continuamente un espacio que se encuentra entre la escritura y el dibujo, entre el sonido y el signo, entre la palabra y el objeto.

Sus primeros pasos artísticos se caracterizaron por una práctica vinculada al minimalismo y al posminimalismo que combinaban la seriedad con la crítica. Pero Morton contrarrestaba los dogmas minimalistas (la no composición, la serialidad y los materiales industriales) con el tono personal de su arte, que consistía en “tratar los temas serios con ligereza e ironía, pero sin caer en la frivolidad”. Así fue como logró distanciarse de las visiones del arte que a su modo de ver se encontraban estancadas para emprender una serie de estudios fenomenológicos y cartográficos del espacio que desarrollaría hasta 1974. De esta época son las instalaciones en las que utiliza sobre todo ramas y objetos de madera encontrados y pintados, o delicados dibujos en los que representa evocadoras cartografías mentales, sistemas de signos y elementos lingüísticos.

Más adelante, crearía un repertorio alegórico personal asignando una función específica a determinados materiales, sobre todo a un novedoso material plástico comercializado con el nombre de “celastic”. El descubrimiento por parte de Morton de este material le abrió una nueva manera de emplear y reinterpretar un universo artístico en el que incorporar y manipular las palabras y las formas, siendo un elemento muy novedoso para la época. En el universo artístico de Morton la relación con la arquitectura y la escenografía es fundamental para entender su trabajo. Los escenarios teatrales con motivos como plantas, lazos, guirnaldas; o conceptos como el amor, la amistad o el ritual del regalo, forman parte de su teatro alegórico, donde el lenguaje se vuelve pictórico y la escultura roza la performance. Su interés por la semiótica y la expresividad, por las cuestiones de la puesta en escena y lo “falso” también debe ser entendido en el contexto de las discusiones contemporáneas sobre el “ilusionismo” de la pintura y la “teatralidad” del minimalismo.

Datos de interés

FECHAS: 19 mayo 2015 – 28 septiembre 2015
LUGAR: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Edificio Sabatini. 3ª Planta.
ORGANIZACIÓN: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
COMISARIAS: Sabine Folie e Ilse Laffer
COORDINACIÓN: Leticia Sastre

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