El secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga (Madrid, 1960), ha sido elegido presidente de EUNIC, la red de institutos nacionales de cultura de la Unión Europea, en la Asamblea General que ha celebrado en la sede del Cervantes en Madrid. Es la primera vez que un español se pone al frente de esta entidad que agrupa a 34 organismos culturales de los 28 países de la UE, y que es la mayor red de centros culturales del mundo.
Rodríguez-Ponga afronta su mandato con un reto prioritario: fortalecer EUNIC para convertirlo en el socio cultural por antonomasia de las instituciones europeas.
“Aspiramos a ser una red fuerte, útil y eficaz”, ha dicho, y “confiamos en ser un instrumento fundamental para reforzar el proyecto europeo”, tanto dentro como fuera de Europa. EUNIC es “un reflejo de la unidad europea y de su vocación por trabajar en común”. Unidad que es compatible con diversidad, ya que EUNIC, ha afirmado Rodríguez-Ponga, “es la garantía de la diversidad cultural y lingüística de Europa”.
Sobre las razones de su elección como presidente, cree que son “el resultado del prestigio que tiene España en toda Europa, del prestigio que el Instituto Cervantes se ha ganado desde hace tiempo, y del trabajo bien hecho, que ha merecido la confianza hacia el Cervantes como organismo que ha organizado la Asamblea General y que tiene una proyección nueva e interesantísima que puede dar muchos frutos en todos los sentidos”.
El Instituto Cervantes es uno de los miembros fundadores de EUNIC (European Union National Institutes for Culture), creado en 2006 y en el que se integran entidades que, como el propio Cervantes, promocionan la lengua y la cultura de sus respectivos países. Entre ellos, el British Council (Reino Unido), Institut Français y Fondation Alliance Française (Francia), Goethe-Institut (Alemania), Camoes Institute (Portugal), Societa Dante Alighieri (Italia) o Swedish Institute (Suecia), cuya máxima responsable, Annika Rembe, ha presidido EUNIC desde junio de 2014 hasta hoy.
El último país de la Unión Europea que faltaba por integrarse, Malta, lo ha hecho en esta Asamblea General, a través del Arts Council Malta, con lo cual la red “ha conseguido la representatividad total” de la UE, destaca Rodríguez-Ponga.
Respaldo de los Ministerios
Esta cumbre europea, que se celebra por primera vez en España, ha recibido el pleno respaldo de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Educación y Cultura, tal como expresaron los respectivos ministros.
José Manuel García-Margallo aseguraba a los más de 60 miembros de EUNIC que con la elección de Rodríguez-Ponga “han hecho ustedes una apuesta absolutamente segura”, al tiempo que se declaraba “federalista”: “yo creo en los estados unidos de Europa y tengo la total convicción de que hay una cultura europea común”.
Por su parte, José Ignacio Wert destacaba, al inaugurar la Asamblea General, la importancia de la cultura común europea como referente de nuestra identidad y la necesaria cooperación de las instituciones culturales para fortalecer Europa “frente a las dudas de los movimientos populistas”.
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, defendió el “papel crucial” que deben desempeñar los institutos culturales. Una tarea que además es “urgente”, dijo, “por la inestabilidad de los últimos años en las fronteras del sur y el este de la Unión Europea y por la creciente conciencia de necesidad de complementar la tradicional acción política gubernamental con iniciativas de diplomacia pública que faciliten la aproximación entre sociedades a través del arte y de la cultura, así como que contribuyan a incrementar la seguridad general”.
Biografía de Rodríguez-Ponga
Rafael Rodríguez-Ponga Salamanca (Madrid, 1960), secretario general del Instituto Cervantes desde abril de 2012, es doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado desde 1984.
Fue secretario general -con rango de subsecretario- de la Agencia Española de Cooperación Internacional entre 2001 y 2004, así como director general en los ministerios de Educación y Cultura (1996-2000) y de Asuntos Exteriores (2000-2001).
Con estos cargos, formó parte del Consejo de Administración del Instituto Cervantes (1996-2001) y de otros órganos como el Consejo General de la Emigración, el Consejo Escolar del Estado, el Consejo de Cooperación al Desarrollo, la Academia de España en Roma o la Casa de América.
Es autor de numerosos textos sobre el español y la diversidad cultural y lingüística, entre los que destaca el libro Del español al chamorro: Lenguas en contacto en el Pacífico (2009). También es presidente de la Asociación Española de Estudios del Pacífico.
Fue diputado del Grupo Popular por Madrid y Cáceres en la IX y X legislaturas y portavoz de la Comisión de Cultura del Congreso.