La 39ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reunido en Bonn (Alemania), ha incluido en la Lista de Patrimonio Mundial el bien Los Caminos de Santiago del Norte Peninsular.
Tras conocer la noticia, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha querido expresar la “gran satisfacción que supone este reconocimiento de la UNESCO, principalmente porque esta candidatura española se fundamenta en el esfuerzo conjunto y la cooperación realizada por cinco Comunidades Autónomas –La Rioja, Cantabria, País Vasco, Asturias y Galicia- y el Estado, a través del Ministerio”.
Méndez de Vigo ha felicitado “a los equipos técnicos del Ministerio y de las Comunidades Autónomas, lideradas en este caso por la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, por un trabajo bien hecho”. El Ministro ha señalado que esta candidatura tiene un “significado especial” ya que formaba parte del equipo de Marcelino Oreja, secretario general del Consejo de Europa, cuando impulsó el reconocimiento al Camino de Santiago como primer Itinerario Cultural Europeo en 1987.
“Los orígenes históricos del fenómeno jacobeo, representados por los Caminos del Norte peninsular, hoy han sido reconocidos en la UNESCO, si bien deseo que sean reconocidos por todos los peregrinos y turistas que disfrutan del patrimonio cultural español”, ha explicado Méndez de Vigo. España, con 44 bienes, es el tercer país con más bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial.
La candidatura de Los Caminos de Santiago del Norte Peninsular viene a completar el Camino Francés, que ya había sido reconocido por la UNESCO en 1993. A éste se incorporan ahora 4 rutas que forman parte del Camino de Santiago:
El Camino Primitivo, que se inicia en Oviedo;
El Camino Costero, de 936 km de longitud;
El Camino vasco-riojano, que comienza en Irún;
El Camino de Liébana, ramal que une el Camino con el Monasterio de Santo Toribio.
Por medio de esta ampliación se pretende explicar el origen del fenómeno jacobeo. Los Caminos del Norte constituyen las raíces de la peregrinación a Santiago, estando directamente ligados al hallazgo de la tumba del apóstol y a su promoción por parte del reino de Asturias en el siglo IX. Fueron sustituidos por el Camino Francés como principal vía de comunicación a partir del siglo XI.
A lo largo de sus once siglos de historia conocida, el Camino de Santiago ha sido una de las vías de comunicación más influyentes y reconocidas de Europa. Esta ruta se transformó además en importante eje comercial y vía de difusión del conocimiento, a través de la cual se introdujeron en el norte de España elementos de la vida social, económica y cultural que impulsaron la aparición de ciudades y villas, y la construcción en ellas de edificios civiles y religiosos, siguiendo los estilos artísticos procedentes de otros países europeos.
En constante evolución y además de su valor espiritual, el Camino reúne un conjunto de bienes de patrimonio histórico de primer orden, un paisaje natural excepcional y un patrimonio inmaterial del que destaca la narrativa oral que entretenía y entretiene el caminar de los peregrinos a Santiago. Es un lugar de encuentro que ha favorecido un continuo diálogo cultural entre las personas que lo recorren y los pueblos que atraviesa