El Museo Naval prorroga hasta el próximo 12 de octubre la exposición Hombres de la mar, barcos de leyenda, comisariada por el académico y escritor Arturo Pérez Reverte.
Ante la buena acogida del público, la muestra podrá visitarse durante el período estival. Inaugurada el 15 de abril, el Museo Naval incrementó más de un 30% las visitas respecto al mismo espacio del año anterior, logrando los 14.043 visitantes en el mes de mayo.
En sus once módulos expositivos, Hombres de la mar, barcos de leyenda ofrece un viaje de una duración de más de treinta siglos de historia naval a través de otros tantos barcos simbólicos: la nave Argo, la Nao Victoria, la galera Marquesa, la Hispaniola, el San Juan Nepomuceno, la Bounty, el Pequod, la Numancia, el Nautilus, el Titanic y el Bismarck.
La clausura coincide con la celebración del Día de la Hispanidad. Ese lunes, el Museo abrirá sus puertas en su horario habitual, de 10 de la mañana a 7 de la tarde.
El Museo Naval ofrece esta magnífica exposición sobre el mar, los hombres que surcaron sus aguas y los barcos en los que navegaron.
El mar, la mar, no es sólo aventura o leyenda. Es también memoria. Desde que el primer ser humano se agarró a un tronco de árbol para cruzar un río o mantenerse a flote, la navegación ha jalonado los siglos y la Historia, dejando en ellos su impronta.
Hasta fecha muy reciente, pocas cosas en el largo devenir de la Humanidad pueden explicarse sin el mar, la navegación y los marinos como elementos clave. Como piezas fundamentales de cada acontecimiento.
Desde el albor de cuanto conocemos, los hombres se han enfrentado al mar. Lo han hecho por necesidad, ambición, aventura o cualquiera de los móviles, tan legítimos unos como otros, tan comprensibles, que mueven el corazón del ser humano. Lo han comisario_arturo_perhecho obteniendo a veces su recompensa y pagando, muy a menudo, su elevado precio. Por eso el mar y quienes lo navegaron constituye la más rica e importante escuela de vida, lucha y muerte.
De superación, de coraje, de pericia y de supervivencia. El mar es una lección antigua, inmensa, constante; y la peripecia de quienes lo surcaron, de quienes triunfaron o perecieron en él, de quienes navegaron sus aguas y reconocieron sus accidentes y costas, de quienes combatieron en sus aguas, de quienes exploraron mundos nuevos y unieron orillas remotas, es útil a la comunidad de los hombres.
(Introducción a la misma de su comisario, el escritor y miembro de la Real Academia, Arturo Pérez-Reverte)