El lunes 19 de Junio, regresó al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial “El Calvario” de Rogier van der Weyden, tras haber pasado por un minucioso proceso de restauración que le ha permitido recuperar toda su grandiosidad.
Después de haber formado parte de la exposición temporal dedicada a su autor en el Museo del Prado, la obra ha vuelto a su lugar original, donde podrá seguir siendo admirada por los visitantes.
Este óleo es una de las creaciones más impresionantes de Van der Weyden por su dramatismo, la grandiosidad de sus figuras y la expresividad de los rostros. Sin embargo, debido a los múltiples emplazamientos e intervenciones que sufrió durante quinientos años, la obra presentaba daños considerables.
“El Calvario” fue restaurado entre 2011 y 2015 por un equipo conjunto de Patrimonio Nacional y el Museo del Prado, que recuperaron la sensación original de tridimensionalidad escultórica de las figuras.
Todo este trabajo de restauración podrá ser apreciado en la exposición que Patrimonio Nacional le dedica a “El Calvario”, con motivo de su regreso al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. En ella se instalarán paneles explicativos de todo el proceso de restauración y materiales como las radiografías o las reflectografías de infrarrojos, que sirvieron para devolver el cuadro a su estado inicial.
La restauración también ha permitido fijar su datación entre los años 1457 y 1464.
“El Calvario” es una de las pocas obras del pintor autentificadas por un documento de archivo. La primera noticia documental de la tabla se encuentra en el Libro de Entregas de objetos artísticos de Felipe II al Monasterio del Escorial de 1574.
Su precisa descripción permite conocer tanto su autoría, “de mano de Masse Rugier” –el nombre españolizado para Rogier van der Weyden–, como su procedencia originaria de “la Cartuja de Brussellas”.