Fundacion-SMLRPatrimonioH-Trinidad-antesydespueswLa Iglesia de la Trinidad en Segovia ha recuperado su estabilidad y prestancia original, gracias al proyecto de restauración, promovido y financiado por la propia parroquia, en colaboración con la Fundación Caja de Burgos, la Obra Social “la Caixa” y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico. Así han podido comprobarlo hoy en una visita al templo, representantes de las cuatro instituciones.

La intervención se ha concretado en un proyecto integral centrando en corregir los problemas estructurales del edificio y facilitar una correcta comprensión del conjunto.  Con una inversión total de 600.000 euros, el proyecto ha propiciado, además, el redescubrimiento y la restauración de algunos elementos singulares.

El director de instituciones de CaixaBank en Castilla y León y Asturias, Gerardo Revilla; la directora del Área Social de Fundación Caja de Burgos, Rosa María Pérez, y el director de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, Juan Carlos Prieto, han visitado hoy la iglesia de La Trinidad en Segovia, acompañados por el párroco, D. Andrés Calle y por el arquitecto, Joaquín García, director del proyecto de restauración, para detenerse en los detalles de una intervención que se ha centrado tanto en el inmueble como en los elementos ornamentales de su interior, impostas, capiteles y restos de pintura mural.

Proyecto integral

FundacionSMLRPatrimonioH_Trinidad_exterior_antesydespues1wDesde el inicio, la restauración se planteó como un proyecto integral que ha contribuido no sólo a garantizar la estabilidad estructural del conjunto, sino también a resolver el problema de evacuación del agua de lluvia. Los trabajos se han centrado en el refuerzo de las estructuras, mediante la consolidación y cosido de las fábricas, la limpieza, tratamiento de la piedra, renovación de los rejuntados en mal estado, restauración de cornisas, impostas y otros elementos, repaso completo de las cubiertas, reparaciones en la torre; así como otras actuaciones en las bóvedas, el ábside, pavimentos y elementos de carpintería e iluminación del interior del templo.

Del mismo modo, se ha levantado el solado en el perímetro exterior del ábside, para sanear el arranque de los muros y evitar la humedad. La actuación ha servido también para reforzar el encuentro del zócalo del muro del testero con la fachada norte y reparar el deterioro originado por el agua.
Recuperación de dos ménsulas:

Otro de los aspectos destacados de la actuación ha sido la recuperación y puesta en valor de las policromías, en tonos rojos y negros, de dos elementos singulares, unas ménsulas, colocadas en el arranque de los arcos de refuerzo de las bóvedas, construidos entre el final de la terminación del edificio románico y una intervención renacentista.

La decoración de ambas piezas era apenas perceptible debido al paso de los años y a sendas intervenciones, una en época barroca, que eliminó gran parte de la decoración original, al cubrir las ménsulas con otras de yeso, y otra de los años 40 que ocultó definitivamente la policromía original. Pese a todo, las ménsulas permanecían intactas y, gracias a los estudios realizados durante la redacción del proyecto, ya se intuía su presencia, lo que ha facilitado su recuperación.

Seguimiento arqueológico

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En todo momento, se ha llevado a cabo un seguimiento arqueológico para controlar los movimientos de tierra, que ha permitido sacar a luz restos de algunos de los niveles de uso originales. Aunque, inicialmente, no estaba contemplado, a instancias de la propia parroquia y del Obispado, se amplió el proyecto rebajando la cota existente de forma que tanto la nave como el presbiterio ganan en esbeltez y se permite la visión de las basas de las columnas, antes ocultas por el pavimento. La rehabilitación se ha completado con la modernización de los trazados eléctricos y la dotación de una iluminación adecuada.

Apuntes sobre la iglesia de La Trinidad

Los primeros documentos que citan la iglesia de la Santísima Trinidad datan de 1240, aunque fue construida con anterioridad, en el siglo XII. Es uno de los templos románicos más genuinos de Segovia, incluido en la declaración de Patrimonio Mundial que ostenta la ciudad desde 1985. La cabecera es la parte más primitiva de este edificio, de nave única cubierta con bóveda de cañón. Sobre el crucero se alza una torre defensiva con arquerías de arquivoltas. Al sur tiene una galería porticada, estructura frecuente en la provincia. En su interior, destaca la capilla de los Campo, construida en 1513, con un retablo renacentista de pinturas de influencia italiana.