El Museo Carmen Thyssen Málaga la da la bienvenida a su nueva obra invitada Retrato de la condesa Mathieu de Noailles (1913), de Ignacio Zuloaga. Se trata de una de las obras maestras del pintor y se expondrá en sala hasta el 14 de febrero de 2016. El retrato ocupa el espacio de las salas dedicadas a la Colección Permanente del Museo, en la segunda planta del edificio, junto al cuadro Corrida de toros en Eibar (1899); obra de juventud del mismo autor, y que resume los principales planteamientos estéticos del artista.
Con esta obra invitada, el Museo continúa una línea que pretende complementar la actividad expositiva de la pinacoteca, que anteriormente ha contado con muestras como El Greco-Rusiñol (octubre-noviembre 2014); la obra invitada de María Blanchard, Composición con mancha roja, de la colección BBVA (marzo 2015), y el itinerario Días de verano en la Colección Permanente (mayo-septiembre 2015).
Coincidiendo con el préstamo temporal de la obra de Raimundo de Madrazo Salida del baile de máscaras al Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Carmen Thyssen Málaga ha recibido esta obra invitada de la colección de dicha institución. El Retrato de la condesa Mathieu de Noailles, además de ser una de las obras maestras de la institución bilbaína, representa también una excelente muestra de la producción de retratos que ha realizado el pintor vasco. Con la muestra de esta obra, el Museo Carmen Thyssen Málaga conmemorará el 70 aniversario del fallecimiento del autor (1945).
Ignacio Zuloaga es asimismo uno de los grandes nombres de la Colección Permanente del Museo Carmen Thyssen Málaga. En la sala en la que expone Retrato de la condesa Mathieu de Noailles hay otra de este autor con la que se podrá mantener un diálogo, se trata de la Corrida de toros en Eibar. Con motivo de esta obra invitada, el Museo prevé llevar a cabo una charla en sala durante el mes de febrero, que será impartida por la Directora Artística del Museo, Lourdes Moreno.
Ignacio Zuloaga y la condesa de Noailles
Este año se cumplen 70 años del fallecimiento del autor. Perteneciente a una importante familia de artistas, nació en Éibar en1870. Su formación artística la adquirió en el Museo del Prado, copiando las obras de Ribera, Velázquez y El Greco, forjándose así la estética de su obra madura dentro de la tradición de la pintura española del Siglo de Oro.
En 1890 se traslada a París, donde entra en contacto con la obra de artistas como Rusiñol, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Bonnard, además de compartir estudio con Gauguin. Si bien los movimientos artísticos de la Francia de la Belle Époque contribuyen a renovar su estilo, éste no perderá la influencia de los grandes maestros españoles que tanto admiraba. Ese eclecticismo se percibe en este retrato de la condesa Anna Mathieu de Noailles (París, 1876-1933), emblemática pieza del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
El artista y la condesa se conocieron en 1912 en casa de Mme. Bulteau, quien ya dijo del pintor que «parece fuertemente interesado en los ojos de Anna». Zuloaga frecuentaría el célebre Salón literario de la condesa, en la calle Hoche, en el que esta poetisa reunía a grandes nombres de la cultura como Valéry, Gide, Cocteau y Colette. La personalidad carismática y magnética de la condesa se pone de manifiesto en el retrato de Zuloaga, que se caracteriza por la profundidad psicológica de la mirada sensual y desafiante de Anna, el rostro iluminado o la postura de maja.
Fotos: Ignacio Zuloaga, Retrato de la condesa Mathieu de Noailles, 1913. Óleo sobre lienzo, 152 x 195,5 cm. Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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