Doña Leticia inauguró la exposición de Ingres en el Museo del Prado

La Reina inauguró la primera gran retrospectiva que se organiza en España del pintor francés, que podrá visitarse hasta el 27 de marzo de 2016 en el Museo del Prado. Acompañaron a Doña Letizia en este acto el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, José Pedro Pérez-Llorca; el presidente de la Fundación AXA -entidad patrocinadora de la exposición-, Jean-Paul Rignault; el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Zugaza; el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia; el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferré, y los embajadores de Bélgica y de Francia en España, Pierre Labouverie e Yves Saint-Geours, respectivamente, entre otras personalidades.

A continuación, la Reina comenzó su recorrido por la muestra, en compañía del director adjunto de Conservación e Investigación del Museo, Miguel Falomir, y los comisarios de la exposición, Carlos Giménez Navarro, conservador del Museo del Prado, y Vincent Pomarède, conservador del Museo del Louvre.

«Ingres» es la primera gran retrospectiva que se celebra en España de Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867). La exposición, organizada por el Museo Nacional del Prado en colaboración con el Museo del Louvre, ofrece una revisión completa de la figura de uno de los artistas más prestigiosos de todos los tiempos, que dejó una honda impronta en el arte occidental y, particularmente, entre los pintores españoles.

La obra de Ingres, anclada en el academicismo sólo aparentemente, constituye sin duda un jalón esencial hacia las revoluciones artísticas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Descendiente de Rafael y de Poussin, su obra es a la vez anunciadora de Picasso y de las distorsiones anatómicas; inspirando la renovación de las escuelas europeas del siglo XIX, especialmente de la española.

El hecho de que Ingres no esté representado en las colecciones públicas españolas hace de esta exposición una ocasión excepcional para comprender y analizar la relación del maestro francés con los movimientos artísticos de su tiempo –neoclasicismo, romanticismo y realismo- que no consiguieron desvirtuar ni su estilo ni su ideología. Su obra escapa a cualquier clasificación ya que exploró todos los temas y proposiciones estéticas de su época, pero rechazó las trabas a la libertad de elección de una escuela, de un movimiento o de un estilo.

Esta muestra constituye una oportunidad única y extraordinaria de recorrer cronológica y temáticamente la trayectoria del artista francés. Cuenta con la especial colaboración del Museo del Louvre y la participación del Museo Ingres de Montauban, que prestan las pinturas más emblemáticas del maestro, a las que se añaden piezas procedentes de instituciones belgas, inglesas, italianas y norteamericanas.

Un conjunto de más de 60 obras muestran a este excepcional pintor en todo su esplendor, prestando cuidadosa atención a su interés por el retrato en obras como «Monsieur Bertin», la «Condesa de Haussonville» o «Napoleón I en el trono imperial», un icono de la historia del arte que condensa en una sola imagen toda la ideología imperial; a su continuo deseo de ser reconocido como pintor de Historia; a su atracción por los argumentos puramente literarios o el desnudo como en «Gran Odalisca» o «Baño turco», donde se acuña la contemplación sensualista de la feminidad sin excusas; así como al desarrollo de su actividad como dibujante, tan insólita como refinada, para demostrar que su obra se establece en el academicismo solo aparentemente.

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Fotos: Doña Letizia contempla el retrato de la Condesa de Haussonville, obra de Ingres

Doña Letizia, con el secretario de Estado de Cultura, el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, el director adjunto de Conservación e Investigación de la pinacoteca y los comisarios de la muestra, junto a «La gran odalisca» de Ingres.

La Reina atiende a las explicaciones del comisario de la muestra y conservador del Museo del Louvre, Vincent Pomarède, sobre «El sueno de Ossian» de Ingres.