El miércoles 25 de noviembre, el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, los eurodiputados preguntaron a la Comisión Europea por las medidas que piensa adoptar para prevenir la violencia de género en la UE y si, como desea la Cámara, va a proponer una directiva para combatir la violencia contra las mujeres.
El Parlamento lamenta los escasos progresos hacia la eliminación de la violencia contra las mujeres y pide a los Estados miembros que ratifiquen lo antes posible la Convención de Estambul.
“Hoy, 25 de noviembre, tenemos la obligación de trabajar para acabar con la mayor lacra social que existe en el mundo y en Europa”, señaló la presidenta de la comisión de derechos de la mujer, Iratxe García Pérez (S&D). “Debemos asumir responsabilidades, es el momento de dejar los anuncios y actuar, porque las mujeres no pueden esperar más”, agregó García.
La eurodiputada insistió en que, además de campañas de concienciación, “son imprescindibles actuaciones en materia legislativa”, para traducir los compromisos en realidad.
En febrero de 2014, el Parlamento pidió al Ejecutivo comunitario una estrategia comunitaria en este ámbito, incluida legislación vinculante para proteger a las mujeres de la violencia de género. Pero en mayo la Comisión respondió que no consideraba adecuado presentar una propuesta legislativa con medidas preventivas para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres.
Según un informe de 2014 de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, un tercio de las mujeres de la Unión Europea – alrededor de 62 millones – han experimentado violencia física o sexual en algún momento desde los 15 años.
Desde la Comisión, la responsable de Justicia e Igualdad de Género, Vera Jourová, dejó claro que “vamos a ratificar la Convención de Estambul”, pero rechazó que una directiva comunitaria sea la manera de solucionar el problema de la violencia de género. “Incluso si encontráramos el fundamento jurídico para ello, harían falta años para promulgarla y comenzar a aplicarla”, explicó a la Cámara.
Jourová se mostró partidaria de otras medidas, especialmente de invertir en campañas de concienciación eficaces, en cooperación con ONG y representantes de la sociedad civil.
Los eurodiputados pidieron al ejecutivo de la UE una evaluación sobre el funcionamiento de la orden de protección europea y también preguntaron si va a estudiar la necesidad de activar la cláusula «pasarela» para incluir la violencia de género como un ámbito criminal.
Durante el debate, Teresa Jiménez-Becerril (PPE) subrayó que “se tiene que acabar el ´no veo, no oigo, no hablo´. Con este silencio, sólo gana el agresor, que se siente fuerte para seguir maltratando, acosando y en los casos más extremos, matando”.
Jordi Sebastiá (Verdes) insistió en que “queremos una directiva europea contra la violencia machista” y subrayó que éste es hoy nuestro mayor problema de seguridad, que “nos golpea cada día y con mucha más intensidad que cualquier amenaza terrorista”.
El mundo en naranja
En el marco de la iniciativa global “Orange the world” (“El mundo en naranja”), el edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo se iluminó en color naranja desde la tarde del 24 de noviembre hasta la medianoche del 25 de noviembre.
«Orange the world» es una campaña de la ONU para prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas. La iniciativa, en marcha del 25 de noviembre al 10 de diciembre, pretende incrementar la concienciación e impulsar medidas para combatirla.