Acto inauguración Las Dueñas (2) - copiaEl duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, presidió el acto de inauguración previo a la apertura al público de la Casa de las Dueñas, cuyos salones, patios y jardines están abierto a las visitas desde el jueves 17 de marzo.  En este acto oficial, al que han acudieron la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, entre otras autoridades, el duque recordó su compromiso de abrir “este conjunto de arte español y europeo a todo aquel que lo desee” y de “acrecentar, aún más si cabe, el conjunto histórico, monumental y cultural” de la capital andaluza.

“Hoy se cumple el propósito que hace tiempo me hice a mí mismo y luego hice público. Abrir la Casa de las Dueñas a todos los sevillanos en primer lugar, y luego, a todos los procedentes de otras tierras de España y países extranjeros que tienen el buen gusto de visitar Sevilla”, ha recalcó durante su intervención.

Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo también señaló que, tanto como duque como presidente de la Fundación Casa de Alba y como hijo, ha querido “devolver a Sevilla y a los sevillanos parte del cariño inmenso que profesaron” a su madre, “la inolvidable duquesa Cayetana”. “Aquí quiso pasar muchos días durante muchos años y entre estos muros rindió su vida y entregó su alma a la seguridad protectora del Señor de la Salud”, recordó emocionado.

Tras explicar brevemente la historia de Las Dueñas, levantada entre los siglos XV y XVI, el duque de Alba destacó las variadas y significativas obras de arte español y europeo que alberga el edificio, así como el “embrujo” de los patios y jardines en los que “jugaron y recibieron la luz, los colores y los olores de Sevilla” los hermanos Manuel y Antonio Machado, “cuyas raíces se hunden profundamente en esta ciudad y, concretamente, en estos patios”.

Acto inauguración Las DueñasFinalmente, el duque de Alba terminó su discurso tal y como lo empezó, haciendo hincapié en el propósito que ya hace tiempo hizo público: “Prometí abrir Las Dueñas al pueblo sevillano. Aquí abierto lo tienen”, ha concluyó.

Por su parte, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, destacó la enorme importancia que tiene la apertura al público de Las Dueñas para el turismo de la ciudad, al reforzar su “oferta patrimonial y cultural”. “Es, de hecho, una de las grandes novedades para el año turístico de 2016”, ha dicho.

Tanto, según agregó el regidor hispalense, que en el Consorcio de Turismo de Sevilla “se ha constatado ya una gran expectación entre las agencias de viajes, turoperadores y turistas en general, con continuas consultas y peticiones de información sobre esta apertura de Las Dueñas”. “Sin duda, es también un gran atractivo para los propios sevillanos, pues hay que recordar el apego de la Casa de Alba con Sevilla a lo largo de más de cinco siglos de historia”, dijo Espadas.

En la misma línea, la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha alabado la pasión por el arte de los sucesivos duques y duquesas de Alba, “asumiendo la responsabilidad de dar continuidad y acrecentar con un criterio artístico de excelencia una colección de la que ahora todos y todas podremos disfrutar”. “Visitando la casa tenemos la oportunidad de acercarnos a un ejemplo de arquitectura nobiliaria sevillana del máximo interés por su mezcla de estilos y su excelente estado de conservación”.

Aguilar también recordó la figura de Doña Cayetana, “tan querida en esta tierra” y que tuvo la generosidad de hacer posible, en colaboración con la Consejería de Cultura, la celebración de la exposición ‘Colección Casa de Alba’ en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La historia del edificio

DueñasLas Dueñas toma su nombre del desaparecido monasterio de Santa María de las Dueñas, ubicado en el solar colindante y demolido en 1868. Su origen fue la Casa-Palacio de los Pineda, señores de Casa Bermeja, que constituían uno de los linajes del patriciado de Sevilla. Sus miembros ejercieron importantes oficios como la escribanía mayor del Cabildo de la ciudad y participaron en episodios bélicos de la Guerra de Granada.

Precisamente durante esta batalla, y con el objetivo de liberar a Juan de Pineda en 1483, la familia vende la vivienda en 1496 a Catalina de Ribera, cuyo hijo Fernando transforma la casa en palacio renacentista. Años más tarde, el segundo hijo de éste, don Fernando Enríquez de Ribera y Portocarrero, acomete importantes obras de restauración y ampliación de la vivienda tras casarse con Juana Cortés, hija del conquistador de Méjico.

En 1612, Antonia Enríquez de Ribera, heredera e hija de Fernando, se casa con Fernando Álvarez de Toledo, futuro VI duque de Alba. Desde esta fecha, Las Dueñas pertenece a la Casa de Alba.