CABECERA_PREMIOS_2015Un año más la gastronomía ha vuelto a reunir a los principales representantes del sector en su gran noche: la entrega de los Premios Nacionales de Gastronomía. Cuarenta y un años han pasado desde que Juan Mari Arzak recogiera el primer galardón al Mejor Jefe de Cocina y a lo largo de estas cuatro décadas, los Premios han escenificado la extraordinaria evolución que ha vivido nuestra gastronomía.

El hotel Hesperia Madrid fue el escenario por el que desfilaron grandes profesionales de la restauración, representantes de la Administración, periodistas especializados, Académicos, Cofrades… para acompañar a la decena de premiados que, desde esta noche, pasan a engrosar la lista de oro de la gastronomía de nuestro país.

El ministro Méndez de Vigo presidió una ceremonia llena de emoción, acompañado por Rafael Ansón, presidente de la RAG, y por Ymelda Moreno, presidenta de la Cofradía de la Buena Mesa. Una noche mágica en la que gran parte de los premiados de la edición 2014 tuvieron también su protagonismo, ya que fueron los encargados de entregar a sus sucesores la escultura diseñada por el artista y Académico Alberto Corazón.

El Jurado formado por las por las Juntas Directivas de la Real Academia de Gastronomía, de la Asociación de Amigos de la RAG y de la Cofradía de la Buena Mesa, así como por los presidentes de las Academias Autonómicas de Gastronomía, realizó su voto final ante notario y fue anunciando los premios las dos semanas previas a su entrega.

Rafael Ansón ha asegurado que “en estos 41 años no solo ha evolucionado la gastronomía y la cocina española sino que, gracias a España, ha evolucionado en todo el mundo”. Y ha destacado que “la gastronomía actual es Saludable, Solidaria, Sostenible y Satisfactoria, y este nuevo concepto ha permitido que en los últimos años ocupe un puesto destacado en la economía, la cultura, el turismo y la educación”.

gastroPor su parte, Íñigo Méndez de Vigo ha elogiado la profesionalidad de cada uno de los premiados, destacando que “premiar es reconocer y también mostrar afecto. Pero los premios también implican una exigencia, la de seguir haciéndolo tan bien como hasta ahora e incluso mejorar».

Una noche emocionante

La velada arrancó con el Premio Especial, el más institucional, a Marca España, que recogió Rafael Conde, Director de la Oficina del Alto Comisionado de manos del Ministro.

A continuación llegó uno de los momentos más entrañables que tuvo como protagonista al Premio a Toda una Vida: Clara Mª González de Amezúa, que recibió la escultura de Ymelda Moreno.

La segunda mujer de la noche, Marta Garaulet, había aterrizado apenas unas horas antes procedente de la Universidad de Harvard (Boston) para recoger de Gregorio Varela Moreiras el Premio de Gastronomía Saludable a la personalidad más destacada.

Aplauso unánime para la Fundación Española del Corazón, cuyo presidente, el Dr. Carlos Macaya, se comprometió a seguir trabajando por un estilo de vida sano al recibir el Premio Nacional de Gastronomía Saludable a la Mejor Institución.

Entregó el premio D. Enrique de Porres, Consejero Delegado de Asisa. El entusiasmo del equipo de la revista Tapas se hizo escuchar cuando su director y editor de Spainmedia, Andrés Rodríguez, recogió el galardón entregado por Luis Ramírez de la revista Origen.

Carlos Maribona puso un broche de oro a los 10 años de Salsa de Chiles con el Premio a la Mejor Publicación online que le entregó el Presidente de la RAG.

El periodista Carlos Herrera, incorpora el Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Labor Periodística a su extensa lista de palmarés, que recogió de manos de Alberto Luchini.

Llegaba el momento más esperado de la velada. «Este es un sueño que hoy cumplo y que me da fuerzas para seguir adelante con la misma energía del primer día», decía Juan Ruiz Henestrosa, Mejor Sumiller 2015, que recibió el galardón de manos de su mentor, David Robledo, y trajo consigo la brisa de Aponiente y todo su equipo a Madrid.

José Polo fue el encargado de entregar el premio de Mejor Director de Sala 2015 a una Mónica Fernández al borde de la lágrima, que hizo gala una vez más de su simpatía y amabilidad. “Tengo la suerte de hacer lo que me gusta, de trabajar con la gente que quiero y a la que admiro”, reconoció. Llegaba el final.

Eneko Atxa, a quien entregó el premio María Marte, recordó que “Los premios son fantásticos, nadie lo duda. Pero el gran premio es estar mañana a la una en el restaurante y tener clientes. Ellos son los que me permiten hacer lo que realmente me gusta cada día”.