El monumental juego de luces del escultor Heinz Mack.
Nueve columnas de 7 metros y medio de altura, instaladas en el lago del Hemisfèric de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
Las columnas están cubiertas por un mosaico dorado, con más de 850.000 teselas de pan de oro de 24 kilates, que proyectan un fascinante juego de luces durante el día y la noche del cielo de Valencia.
Heinz Mack ha instalado esta misma obra en la isla de San Giorgio Maggiore en Venecia durante la Bienal de 2014; después se pudo ver en el jardín de esculturas del Sakip Sabanci Museum de Estambul.
El escultor señala que «La escultura funciona como un instrumento musical. La luz es la melodía que sale del instrumento». Afirma el artista «Para mí el espacio es igual de importante que la escultura […]. No puedo imaginar uno sin el otro».
Heinz Mack lleva trabajando y explorando la luz pura en zonas que poseen una naturaleza virgen desde hace décadas. En 1959 esbozó el llamado Sahara-Project, que llevó a cabo en el desierto africano entre 1962 y 1963. En distintas ocasiones, instaló un «jardín artificial» en el desierto formado por espejos, cubos, carteles y monumentales estelas de luz.
La instalación de esta espectacular obra en el CAC de Valencia ha sido posible gracias al patrocinio de la Fundación Ralph Dommermuth Stiftung Kunst und Kultur en colaboración con la galería Beck & Eggeling International Fine Art.
La elección de Valencia como ciudad para exhibir de nuevo la obra responde a un proceso intenso de búsqueda, por parte del artista, en el que su pieza pueda interactuar con la luz y el espectador, según explicaron en el acto de presentación Miriam Atienza, directora CAC, Kosme de Boraño, comisario, Michael Beck, Beck&Eggling Interntional Fine y el propio artista, Heinz Mack. Además, la Ciudad de las Artes y las Ciencias constituye una ubicación única en la que dialogan el complejo arquitectónico de Santiago Calatrava con la instalación de Heinz Mack.
Una inauguración repleta de sorpresas
Es habitual ver el cielo de Valencia azul, sin nubes, con un sol especial que ilumina cada rincón, y como señalaban los allí presentes «hace meses que no llueve», pues en la tarde de la inauguración el cielo se cubrió de nubes que parecían jugar cubriendo y destapando el sol, aunque al final resultaron inofensivas.
Las columnas esperaban tapadas por unas lonas a que se realizara la cuenta atrás del público, pero una de las cubiertas se resistió a descubrir su contenido ante la atenta mirada del artista y de todos los allí presentes. Mientras tanto el cielo se llenaba de nubes y Heinz Mack miraba atento la jugada.
Finalmente, ni las nubes, ni la lona pudieron con la grandiosidad de la instalación del artista.
Según Kosme de Barañano, comisario «con esta pieza Mack vuelve no tanto a la escultura griega clásica, de templos como el Partenón, sino al mundo arcaico o presocrático de Grecia; incluso más lejos en el tiempo, no a Mesopotamia o a Egipto, sino directamente a la Prehistoria, a los megalitos, a la simple presencia de las piedras erectas, monumentales. Los dólmenes, los menhires, son los old haunts, las viejas moradas que hablan de la existencia de unas gentes, y de unos artistas, que han elevado esas piedras, que las han posicionado y colocado de una manera determinada.»
Kosme de Barañano añade que «El sentido primordial de toda escultura como monumento es erección: lo que constituye una pieza, no es volumen y masa, sino desafío. Su desafío a la vista, su verticalidad, su lucha contra la gravedad. Lo que une al espectador de una escultura con la escultura es únicamente la fuerza de la gravedad, su desafío a esa fuerza de la gravedad, su verticalidad erecta. Después, la escultura aparece en la luz, se hace visible. El espectador puede moverse para observar la escultura, pero en el análisis de Mack el movimiento sigue siendo prerrogativa del espectador y no de la escultura.»
En su reflexión sobre la obra, Kosme de Barañano añade «Aquí en The Sky over Nine Columns la luz no sólo es un elemento narrativo (el que ilumina la escena de la representación), sino que también es un elemento compositivo (que estructura lo que acontece), y que a veces puede ser un elemento expresivo de algo más espiritual o simbólico (que no tiene que ver con la realidad o con la descripción de la realidad)».
Datos de interés:
Heinz Mack
“The sky over Nine Columns”
Ciudad de las Artes y las Ciencias, CAC Valencia (Av. del Professor López Piñero, 7, València)
Localización: Lago del Hemisfèric
Fechas: Del 24 de junio al 27 de noviembre de 2016
Los comentarios están cerrados.