Hace casi treinta años un cura y un escritor pensaron que había que dar a conocer con más interés el patrimonio artístico que escondían muchas de las iglesias de Castilla y León, un tesoro de arte sacro que con frecuencia solo era apreciado por algunos feligreses. Así nació la idea de “Las Edades del Hombre”, de la mano del sacerdote vallisoletano José Velicia y del escritor abulense José Jiménez Lozano que convencieron al arzobispado de Valladolid de que valía la pena intentarlo.
La primera de estas muestras vio la luz el 24 de octubre de 1988 en la Catedral de la Asunción de Valladolid y su tema fue bastante evidente: «El arte en la Iglesia de Castilla y León». Cuando fue clausurada en abril de 1989 había sido visitada por 1.050.000 personas, una afluencia entonces sin precedentes en España.
Hoy, veinte ediciones después, más de 4.500 piezas expuestas y con el aval de más de 11 millones de visitantes en total, Las Edades del Hombre está más viva que nunca. Hasta el 14 de noviembre puede ser visitada en Toro (Zamora), apreciando un total de más de 130 piezas de arte sacro, y algunas no sacras, con el hilo conductor de “Aqua”. Pedro Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Francisco de Zurbarán o Salvador Carmona son algunos de los maestros que muestran sus obras en la Colegiata de Santa María la Mayor y la iglesia del Santo Sepulcro de Toro de la ciudad zamorana, célebre entre otras cosas por sus buenos vinos. Pero también hay obras más recientes de artistas contemporáneos como Antonio López o Carmen Laffón.
¿Por qué “Aqua”, que no parece un motivo especialmente religioso? El agua es símbolo de creación y de destrucción. De fluidez, calma, fuerza y pureza. La temática elegida para la vigésimo primera edición de Las Edades del Hombre aborda el líquido elemento desde las perspectivas antropológica, bíblica, ecológica y sacramental. El agua además de ser un bien natural no exento de contradicción, lo es también cultural y símbolo cargado de religiosidad.
Seis capítulos y dos espectaculares escenarios
La exposición de este año se divide en seis capítulos y dos espectaculares escenarios. En la Colegiata de Santa María la Mayor los cuatro primeros:
I. Agua de vida. El agua es tratada desde las perspectivas natural y antropológica, con su referencia en la mitología clásica, su servicio en la limpieza corporal, los recursos hidrológicos, la ingeniería hidráulica, los recipientes domésticos de barro y cristal para contenerla y beberla, etc.
II. Preparando caminos. Se muestra el agua en la creación y en la historia de la salvación, desde los orígenes hasta la figura de Juan Bautista, el Precursor. Siguiendo cronológicamente los textos bíblicos, se van mostrando acontecimientos y personajes del Antiguo Testamento, a través de los cuales Dios fue anunciando de forma progresiva su voluntad salvífica y el significado de la gracia del bautismo.
III. Los cielos se abrieron. Se aborda la excelsa figura de San Juan Bautista. Con él se cierra el ciclo profético del Antiguo Testamento actualizándolo y se abren los tiempos mesiánicos, pues el Salvador estaba ya próximo, llegaba tras él.
IV. Cristo, fuente de agua viva. Se centra en la relación de Cristo con el agua durante su vida terrena, pasando por su infancia, su ministerio público y su misterio pascual. En él se recogen, entre otros, temas como la vocación de los primeros discípulos junto al mar de Galilea, las bodas de Caná, el encuentro con la samaritana en el pozo de Sicar, la curación de un enfermo en la piscina de Betesda, el lavatorio de los pies, el lavatorio de Pilato, el Calvario, etc.
En la Iglesia del Santo Sepulcro, los otros dos capítulos:
V. El bautismo que nos salva. Este capítulo está dedicado al sacramento del bautismo y a los objetos usados en su celebración litúrgica. Por derivación, también a los objetos relacionados con el agua bendita.
VI. Renacidos por el agua y el espíritu. Se concluye con los santos, hombres y mujeres que, nacido de nuevo por el agua y el espíritu, han sido un fiel testimonio de su vinculación existencial a Cristo, a quien se unieron íntimamente por el sacramento del bautismo. Y más concretamente aquellos santos cuya biografía o patronazgo están relacionados con el agua
La Fundación Las Edades del Hombre y la consejería de Cultura y Turismo han anunciado las localidades que albergarán las próximas ediciones de la exposición Las Edades del Hombre: el municipio segoviano de Cuéllar es el lugar elegido para celebrar la muestra de arte sacro en 2017, Aguilar de Campoo, en Palencia, hará la propio en el año 2018 mientras que la burgalesa Lerma acogerá la edición de 2019.
Tierra de arte y vinos
Toro se enclava en una atalaya natural a 739 metros sobre el nivel del mar. Es una ciudad amable, tranquila y llena de parajes cercanos al río Duero. Su patrimonio arquitectónico y cultural son dignos de visitar. Su principal monumento es la iglesia de Santa María o Colegiata. Se construyó entre los siglos XII y XIII, románico de transición al gótico. Destaca el cimborrio que remata la cúpula de la nave central y el Pórtico de la Majestad, ricamente decorado y policromado. La portada norte ha sido recientemente restaurada manifestando actualmente todo su esplendor. Y ya en la sacristía sobresale el cuadro de la Virgen de la Mosca, tabla flamenca del siglo XVI así como el Calvario barroco de marfil y carey.
Toro constituye un importante núcleo del románico-mudéjar en Castilla y León. Entre las muestras más representativas destacan San Julián de los Caballeros, y las de la Santísima Trinidad, Santo Tomás Cantuariense y Santa Catalina de Roncesvalles. Debido a La importancia histórica que tuvo esta ciudad, se pueden contemplar por sus calles numerosas muestras de su ilustre pasado que no tienen carácter religioso como el Verraco Celtibérico (Toro de piedra) de la segunda Edad de Hierro, que dio nombre a la ciudad y definió su blasón, el Alcázar, símbolo de la importancia estratégico-militar de Toro en el Medievo y el Puente Mayor, de origen romano, aunque su traza actual, corresponde con un románico tardío.
En el extremo sureste de la provincia, donde confluyen los territorios de Zamora y Valladolid, se extiende la comarca vitivinícola de Toro, una tierra donde ya se fermentaba la uva cuando las tropas de Roma tomaron la actual villa toresana como base para derrotar a cántabros y astures. Su fama se extiende en el medievo, durante los siglos XII y XIII, cuando se conceden privilegios reales a los vinos de Toro. Asimismo, se presume que fueron vinos que cruzaron el Atlántico con Colón en el descubrimiento de América, y la región fue una de las que nutrió de vino a la Francia afectada por la plaga de filoxera a principios del pasado siglo XX.
El intenso frío del invierno toresano y las altas temperaturas registradas en verano, con un gran número de horas de sol al cabo del año, aportan una calidad excepcional a la uva, de forma especial a la variedad autóctona, la tinta de Toro. Además de la variedad principal, se contempla el uso de la casta garnacha. Como variedades blancas están la uva verdejo y la uva malvasía.
Toro es uno de los pueblos con mayor número de bodegas y se dice que en la Edad Media sus vinos eran los preferidos de los reyes y guerreros de España. Es sede del Consejo Regulador y una de las zonas vitivinícolas emergentes más importantes de España.
Buen ejemplo de la calidad de vinos que se consigue en esta región puede las bodegas Sobreño, modernas y a la vez respetuosas con la tradición, que compite en los mercados internacionales, o las bodegas de Fariña que también han sabido modernizarse, aunque sus vinos son diferentes pues adelantan la vendimia un mes y la realizan en septiembre, el vino de Fariña tiene 60 días menos de maceración.
Visita imprescindible es la bodega y el Museo del Vino de Pagos del Rey, colaborador principal de las Edades del Hombre en Toro. Se trata del resultado de una familia comprometida con la cultura del vino. Desde 1952, la Familia Solís ha dedicado toda su vida a su mayor pasión: la elaboración y comercialización del vino. El proyecto Pagos del Rey surgió con el objetivo de estar presente en las Denominaciones de Origen de más renombre de España, con vinos singulares y personalidad propia. La compañía cuenta con bodegas en las denominaciones: Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Toro. Todas ellas cuentan con un diseño moderno, donde se conjuga tradición y modernidad, dotadas de la última tecnología en vinificación.
La bodega de Toro es la más reciente del proyecto y está situada en Morales de Toro (Zamora). Junto a la bodega se encuentra Pagos del Rey Museo del Vino, inaugurado en 2014, donde se exponen diversas manifestaciones culturales de la viticultura y la elaboración del vino desde sus orígenes hasta nuestros días. El museo se encuentra en el edificio de la antigua Cooperativa Virgen de las Viñas. Sus instalaciones se conservan casi intactas, siendo la sala de fermentación con los depósitos de hormigón originales, parte de la muestra expositiva.
Los mejores vinos
Mención aparte, merece otra de las creaciones de una empresa con sede en distintas D.O. como es Vega Sicilia y su vino Pintia en el que se une la máxima elegancia posible en una zona como Toro, de características rústicas. Para ello, se han cuidado minuciosamente todos los procesos, desde la vendimia hasta su reposo en botella antes de salir a la venta. Orgulloso de su origen, ha sabido reinterpretar la cultura Vega Sicilia de una manera atrevida, valiente e innovadora. Liderando el surgimiento de una nueva generación de vinos de Toro. Pintia es un vino «único», ya que no existe segunda marca, lo que garantiza que siempre será el mejor vino posible que pueda elaborarse conforme a las condiciones naturales de la cosecha. Son vinos de gran intensidad de color y profundidad, tono rojos picota con ribetes cardenalicios. La nariz es amplia, muy limpia, expresiva y elegante, gran intensidad frutal arropada de una madera sutil y de gran calidad. En boca ofrece una gran estructura, buena presencia tánica y un paso de boca muy amable, fresco y persistente. Recuerdos florales en retronasal.
Y para finalizar, una mención al que muchos consideran el mejor, o al menos el más caro, vino de España: Teso La Monja, un vino inédito de Toro de cultivo y elaboración biodinámica. El precio en bodega es de 900 euros y en algunos restaurantes puede llegar a 4.000 (¿qué aporta el restaurante para multiplicar por cuatro su precio?). La bodega Teso La Monja es uno de los más impactantes fenómenos de la reciente viticultura española, cuyo mérito corresponde a la familia riojana Eguren, que ha sabido crear en Toro un modelo de vino en el que conviven potencia y elegancia.
El secreto para elaborar estos grandes vinos de Toro no es otro que el mimo, el cariño y la experiencia previa en tierras zamoranas. Prueba de ello son los diferentes procesos por los que pasan estos vinos antes de llegar a la copa, como la vendimia artesanal, que se realiza de forma manual selectiva gracias a personal sumamente experto, que mima los frutos y trata con delicadeza las viñas, el despalillado a mano, el pisado o la fermentación maloláctica en barrica nueva. Obviamente la excepcional materia prima de la zona es un pilar de suma importancia: unas uvas tersas, enteras y bien maduras fruto de unos viñedos de cepas ancianas, entre las que se encuentran las prefiloxéricas.
Toro, aún más cerca
La Junta de Castilla y León ha propiciado un acuerdo con RENFE y La Regional para la comercialización de un billete combinado de tren y autobús, denominado ‘Tren Las Edades del Hombre’. Este billete ha comenzado a comercializarse a través de la web www.renfe.com. El objetivo de esta nueva iniciativa de promoción es aproximar la exposición ‘AQVA’, así como toda la oferta turística asociada, a Madrid y Galicia, mercados emisores de gran interés para Castilla y León. Estará disponible hasta noviembre y une Madrid y Galicia a Zamora y Toro con un importante número de frecuencias -cinco de lunes a viernes y entre dos y tres los fines de semana-.
La colaboración con RENFE y La Regional se ha integrado en el plan de promoción de Las Edades del Hombre, sumando todos sus canales promocionales para un mejor y mayor posicionamiento de este producto turístico de calidad.
«AQVA» es un ejemplo de colaboración público-privada, en el que están implicadas y comprometidas grandes empresas de ámbito nacional, que ponen sus canales promocionales al servicio de este evento cultural: ONCE, BANKIA, Moleiro Editor, Grupo Siro, RENFE y el Museo del Vino ‘Pagos del Rey’. Pero además, el sector empresarial de la provincia de Zamora se ha implicado en este evento cultural y turístico, a través de la tarjeta turística AQVA, una tarjeta, tanto física como virtual, que ofrece descuentos y ventajas a los visitantes de esta nueva exposición de Las Edades del Hombre, en restaurantes, alojamientos, actividades de turismo activo, recursos culturales y de naturaleza, bodegas y museos.
Enrique Sancho
Más información:
www.lasedades.es
www.toroayto.es
www.renfe.com