Cuando Toledo, actual Capital Española de Gastronomía, se dispone a afrontar el último trimestre de su mandato, aún es tiempo de visitar esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, descubrir algunos de sus magníficos monumentos y otros lugares no tan conocidos y, naturalmente, dejarse seducir por su gastronomía. En esta ocasión en forma de tapas. Un breve recorrido cultural y gastronómico por la ciudad de las tres culturas… y los mil sabores.
Lo Imprescindible. Naturalmente, en una visita a Toledo no pueden faltar el recorrido por sus monumentos más emblemáticos, como la Catedral Primada, una de las más grandes y bellas de España y un auténtico museo en el que destacan la gigantesca la custodia de Arfe realizada en plata, oro y piedras preciosas, o la estupenda colección de obras de El Greco, con su apostolado y, sobre todo, El Expolio y, destacable en su arquitectura, el impresionante transparente de Narciso Tomé, tras el altar mayor. Tampoco hay que pasar por alto el Monasterio de San Juan de los Reyes, construido por Isabel la Católica tras su ascenso al poder para albergar el panteón de los Reyes Católicos, si bien finalmente no llegó a cumplir esta función. En esta obra maestra del gótico flamígero destaca especialmente su claustro y el retablo mayor.
En la parte más alta de la ciudad y dominándola, está el Alcázar que fue mandado construir por el emperador Carlos V, para tener una residencia digna de tal monarca, aunque no se llegó a utilizar como residencia real, al trasladar Felipe II la Corte a Madrid. Ha tenido diversos usos a lo largo de los siglos, aunque sin duda el que más se recuerda es el papel que representó en la guerra civil española, cuando resultó casi totalmente destruido. Actualmente alberga el Museo Nacional del Ejército. Ejemplos de que en esta ciudad convivieron junto a los cristianos, los musulmanes y los judíos, son la Mezquita del Cristo de la Luz y las Sinagogas de Samuel ha-Leví o del Tránsito y la de Santa María la Blanca, pero también hay que disfrutar del Jardín Sonoro, un espacio abierto que recrea los sonidos de la vida en las callejuelas de la antigua Judería de Toledo; con voces en ladino, sonidos domésticos y públicos envueltos en una melodía sefardita, para revivir la experiencia de un paseo por la Judería toledana de los siglos XIV o XV, en un lugar propicio al descanso y la contemplación.
Lo sorprendente. Toledo es una ciudad relativamente pequeña y llena de monumentos y lugares interesantes, también de unas perspectivas asombrosas que salen al paso en cualquier recorrido. Pero hay otro Toledo no tan fácil de encontrar y que merece la pena. Desde el año 2004, la ciudad dispone gracias a la actuación del Consorcio de Toledo, de unas rutas organizadas para conocer diversos yacimientos arqueológicos, restos arquitectónicos y monumentos recuperados, muchos de ellos caídos en el olvido o no pudiendo ser visitados por su estado de deterioro y abandono. Con su recuperación se persigue el objetivo de conectar a sus ciudadanos con su Patrimonio Cultural y ofrecer además al visitante y turista, una mayor oferta de puntos de interés a tener en cuenta en su recorrido por la ciudad. Es sin duda, otro Toledo, que paso a paso va saliendo a la luz, mostrando lentamente el rico legado artístico que los siglos han perpetuado en la ciudad. Hay termas romanas y árabes, sótanos y pozos de conventos, restos de mezquitas y sinagogas… Se organizan visitas guiadas y gratuitas determinados días y a determinados lugares. Más información en el teléfono 925 25 30 80 y termas@consorciotoledo.org
En la ciudad hay muchos tesoros ocultos que con un poco de curiosidad se pueden descubrir, como sus patios. El patio toledano forma parte de la herencia patrimonial de antiguas civilizaciones, como romanos y árabes. Sin embargo el tradicional patio toledano tiene su máximo precedente en la cultura árabe, donde las casas y palacios se ordenaban en torno a este espacio. Casi todos los edificios y monumentos del Casco Histórico de Toledo cuentan con un patio lleno de plantas, cerámica y fuentes, entre otros elementos decorativos, que pueden visitarse, especialmente durante las fiestas del Corpus Christi, cuando muchos se engalanan. Muchos ofrecen sus puertas abiertas; hay que animarse a traspasarlas.
Se da en Toledo una rareza arquitectónica y es que bellos e históricos edificios se entremezclan con los usos y costumbres de la actual ciudad moderna y es habitual que esconda construcciones con siglos de antigüedad que se han incluido poco a poco, recuperado para su intervención en la vida del nuevo milenio. Un ejemplo de esta circunstancia son los Cigarrales, cortijos otrora usados como casas de recreo por la burguesía toledana y hoy día reconvertidos en vergeles de paz en las riberas del Tajo, especialmente al sur de la ciudad. Construcciones de estética rústica, señorial, algunos incluso conventual, se rodean de bellos jardines, terrazas o patios repletos de plantas y flores.
Las tapas, joyas en miniatura
Hay mucho más por descubrir en Toledo: sus miradores, sus puertas, su muralla, sus numerosos museos, sus iglesias y conventos (más de 60), sus fiestas, su artesanía… Pero en un año en que la ciudad es Capital Española de la Gastronomía, no pueden faltar las delicias con las que tienta el viajero. Hay decenas de buenos restaurantes en los que no falta la cocina más tradicional toledana y manchega, hay algunos con estrella Michelin y otros con sabrosos menús por menos de 10 euros. Pero Toledo es también imaginativa a la hora de ofrecer sus tapas, joyas gastronómicas en miniatura. Aquí destacamos seis de los mejores lugares donde disfrutarlas:
Adolfo (Calle Hombre de Palo 7, tel.: 639 938 140, www.grupoadolfo.com/restaurante). Es, seguramente, el nombre más emblemático en Toledo al hablar de gastronomía. Ha paseado el nombre de Toledo y sus buenos productos por todo el mundo. Tiene tres restaurantes, uno de ellos en un cigarral en las afueras o dos en el casco histórico muy cerca de la catedral, un hotel, además de una Escuela de Cocina, y regenta el restaurante situado en el Ayuntamiento de Madrid, en Cibeles. Adolfo es ante todo una gran familia, un gran equipo en el que destacan sus tres hijos que trabajan con él: Adolfo, Javier y Verónica. Cercano, simpático y galante, suele estar pendiente de cada comensal sin abandonar el cuidado de la cocina. Gastronomía española elaborada con los mejores productos de temporada en platos presentados de forma exquisita. La mejor referencia de la ciudad en esta antigua casona judía del s. XIV con una gran bodega con unas 35.000 botellas de vino y más de 2800 referencias, presidida por su propio vino Pago del Ama. Aunque la cocina de Adolfo Muñoz es de platos contundentes, como su especialidad Perdiz roja de Toledo, seis aromas y texturas el Lomo de ciervo con reducción de syrah también tiene propuestas innovadoras cuando hace tapas, especialmente en su restaurante Adolfo Colecció. Por ejemplo la Torta de oveja y cabra de los montes de Toledo al horno, los Huevos rotos con boletus y patatas fritas, Cremoso de queso con gelatina de miel y fruta fresca, el Risotto de queso manchego o la premiada Hamburguesita de toro de lidia y queso manchego.
El Botero (Calle de la Ciudad 5, tel.:925 280 967, www.tabernabotero.com). En una calleja estrecha a escasos metros de la Catedral de Toledo, el restaurante El Botero ocupa un edificio que, desde hace más de 150 años, ha estado relacionado con el vino y la gastronomía. En tan señero espacio, el chef Víctor Delgado da forma a una carta de cocina casera con toques de diseño muy personales que, dependiendo de la temporada, toma forma de platos como las típicas carcamusas toledanas al estilo Botero, las croquetas caseras, el venado adobado de los montes de Toledo con salteado de setas, los huevos rotos al estilo toledano, el picadillo de morcilla, los huevos rotos con jamón ibérico, el pulpo torrado con patatas y alioli de pimentón, el rabo de toro con puré de boniato y crema de pera caramelizada o la terrina de foie mi-cuit con mermeladas caseras. Entre las tapas, dos recomendaciones muy especiales: Croqueta de rabo de toro, contundente pero delicada por dentro y el sorprendente Carbón de bacalao, una envoltura crujiente para una suave pescado.
Alfileritos 24 (C/ Alfileritos 24, tel.: 925 23 96 25, <<http://alfileritos24.com>>). Situado también en el casco histórico de la ciudad de Toledo, en un antiguo patio que data del siglo XIV. La decoración muestra el contraste de lo clásico con retazos de un moderno diseño que le dan un singular estilo de elegancia y glamour. Sin duda el local es muy original y presta el mismo cuidado y atención a la mesa y al servicio. Tiene una excelente relación calidad-precio lo que hace que siempre esté hasta arriba. Tienen un menú gastronómico muy recomendable por 25 euros. Su cocina creativa permite saborear la gastronomía española elaborada con productos nacionales de primerísima calidad. A la hota de ofrecer sus tapoas, dos recomendaciones: Cañas de berenjena con salsa de miel y sésamo y Kumato con mozarella y vinagreta de albahaca.
Palencia de Lara (Nuncio Viejo 6, tel.: 925 25 67 46 www.asadorpalenciadelara.es). No es un local de tapas al uso, enseguida sorprende su elegante decoración en un espacio ideal para disfrutar de la buena cocina, con muy buena relación calidad-precio, excelente trato y ambiente agradable. Todos los días de la semana se pueden degustar platos de cuchara, tales como cocido castellano, fabada asturiana, fabes con almejas, callos con garbanzos, pochas con perdiz, etc. Tomás Palencia es su chef, curtido en mil fogones y que a temprana edad descubrió los secretos de la cocina tradicional, de la cocina castellano-manchega. Practica el concepto gourmet aplicado a tapas, raciones, tostas y hamburguesas. Entre las sugerencias como tapas, su original Homenaje a nuestro cochinillo, el Chipirón y gamba en salsa de queso manchego o la ganadora en una reciente edición de las Jornadas de la Tapa de Toledo: Hamburguesa de ciervo con rúcula, pan de tomate y salsa de vino tinto.
Nuevo Almacén (Calle Nueva, 7, tel.: 925 28 39 37, www.nuevoalmacen.es). Un restaurante diferente situado en el casco histórico de Toledo, a escasos 50 metros de la plaza de Zocodover, en pleno centro de la ciudad. Un lugar donde comer, tapear, cenar y desayunar en la ciudad de Toledo, con un amplio horario, todos los días de la semana. Dotado de terraza climatizada y otra exterior, salones con diferentes ambientes, espacioso, con mesas y sillas altas, mesas para compartir en pareja o en grupo y, sobre todo, una cuidada cocina donde confluyen sabores clásicos y propuestas innovadoras y sugerentes, donde se pueden degustar las mejores tapas y bocados, regados por los mejores vinos y cervezas. En algunas de sus propuestas hay una fuerte influencia asiática, como en el tataki de atún y el steak tartar con aromas orientales. Con precios entre 2 y 3 euros pueden disfrutarse por ejemplo sus tapas de Rollito de pato confitado con col roja y blanca y salsa tailandesa, el Taco sandwich de guacamole y salmón o el Taco de bacalao en tempura con alga nori.
Locum (Locum 6, tel.: 925 22 32 35 www.locum.es). También en el casco histórico de Toledo, se encuentra este restaurante, en una antigua casa del siglo XVII la cual se ha convertido en un moderno establecimiento que hace una unión de la tradición y de la modernidad, tanto en la decoración como en la oferta gastronómica. Locum ofrece un nuevo concepto en la restauración, cocina innovadora y creativa, de la mano de Víctor Sánchez-Beato, basada en la gastronomía tradicional, utilizando en su esmerada elaboración productos naturales y de primera calidad; al igual que una excelente bodega en la que se incluyen vinos de Pago y de autor. Mientras se degustan sus platos y tapas, uno se encuentra en el entorno acogedor de un patio toledano a tres alturas; con una música acorde con el ambiente y una colección de piezas pictóricas de distintos reconocidos artistas. Entre sus tapas estrella destacan la Vieira asada con yema trufada y la patata con la avellana o la Pieza de carabinero con mollejas de cordero.
Enrique Sancho
Más información:
www.capitalespanoladelagastronomia.es
www.toledo-turismo.com
http://toledocapitalgastronomia.com/