La conocida obra gráfica de Mariano Fortuny Marsal y Mariano Fortuny Madrazo, padre e hijo, se presenta en esta exposición como un ejercicio de orientación para la lectura plástica de una estampa calcográfica.
El grabado calcográfico, hasta la aparición de la fotografía, se utilizó principalmente como medio de traducción y reproducción de imágenes, para lo cual sus posibilidades gráficas tuvieron unos estrictos códigos gráficos. Pero incluso durante ese período, algunos artistas excepcionales, además de aprovechar sus posibilidades de multiplicación, utilizaron sus técnicas como medio de expresión para lograr calidades plásticas singulares y específicas del medio.
El número de grabadores que optaron por esta dirección expresiva de grabado calcográfico, fue en aumento desde que la fotografía relevó definitivamente al grabado de su carácter documental. Desde entonces el número de “grabadores de invención” fue mayoría, y se desarrolló una experimentación que reelaboró de forma heterodoxa las clásicas técnicas gráficas.
Esta exposición propone “mirar en detalle” las estampas de los dos Fortuny, cuyas matrices se conservan en la Calcografía Nacional gracias a la donación directa de sus familiares. Los cuatro detalles seleccionados para cada estampa destacan la extraordinaria calidad plástica de cada una y pretenden ser una guía para las posibilidades de aventura visual en el paisaje de estas imágenes.
Esta indagación permite destacar los registros de un informalismo plástico presente en las estampas de Fortuny Marsal; mientras que por el contrario, se rescatan las bases figurativas de las imágenes más abstractas de Fortuny Madrazo (en las que se acerca a los dibujos que Víctor Hugo realizó con las tácticas de la mancha propuesta por Cozens).
En la primera sala se presenta a los dos artistas con algunas de sus estampas más conocidas confrontadas con sus matrices. A continuación, en la sala principal, se traza un paralelo entre las obras del padre y del hijo, enfrentando a uno y otro lado una cierta relación entre sus temas (botánica, ciudades, y personajes), para terminar con un pequeño gabinete de las obras de Fortuny Madrazo dedicadas a Wagner.