En 1905, sus obras fueron expuestas en el Salón de Otoño, causando tal revuelo entre el público y la crítica que fueron bautizados como “fieras” –fauves, en francés-. Su desarrollo fue tan brillante como intenso: tuvo una vida de apenas dos años, pero su impacto fue extraordinario, sentando las bases para otros movimientos de vanguardia como el expresionismo y el cubismo.
La exposición, compuesta por más de 150 piezas, se articula en cinco secciones ordenadas cronológicamente que presentan la evolución estilística tan intensa que estos artistas desarrollaron en apenas dos años. Además, se incluyen dos pequeñas secciones dedicadas al dibujo y a la cerámica, disciplinas que ayudarán a apreciar la versatilidad y la creatividad que caracterizó a estos jóvenes y audaces pintores.
La primera de ellas está dedicada a los primeros experimentos pictóricos llevados a cabo por los artistas que formarían el grupo fauve durante sus años de formación, donde se puede apreciar la influencia que la pintura de Van Gogh, Gauguin y Cézanne ejerció sobre estos artistas.
En Los fauves se retratan se manifiesta la estrecha amistad que unió a los integrantes de este grupo y que fue clave en la formación y el desarrollo del movimiento. Entre ellos destaca la pareja de retratos realizados por Matisse y Derain durante el verano que pasaron juntos en Collioure.
En la tercera sección de la muestra, Acróbatas de la luz, se pude observar la incidencia de la luz del Mediterráneo en el tratamiento del color de los fauves, que aumentaron intensamente el tono de sus paletas a partir de sus estancias en la Costa Azul, creando las pinturas que causaron sensación en el Salon de Otoño de 1905.
La última sección, Senderos que se bifurcan, presenta los distintos caminos que tomaron los fauves a partir de 1907. La influencia de Cézanne se tradujo en una serie de pinturas de bañistas y de paisajes geometrizantes que preludian el cubismo, mientras que las mujeres descarnadas de Van Dongen, Rouault y Vlaminck anticipan el expresionismo.
La exposición, producida por Fundación MAPFRE, ha sido posible gracias al apoyo de los más de 80 prestadores que han colaborado, entre los que destacan importantes instituciones como la TATE, el Centre Pompidou, el Musée d’art moderne de la Ville de Paris, la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf, el Milwaukee Art Museum o el Statens Museum de Dinamarca, que han prestado algunas de sus obras más emblemáticas.
Hay que destacar la generosidad de más de 30 coleccionistas particulares, que han accedido a prestar obras más desconocidas por el público pero de una calidad extraordinaria, que convierten a esta exposición en una oportunidad única para apreciarlas.
En la rueda de prensa han participado el director de Cultura de Fundación MAPFRE, Pablo Jiménez Burillo, y la comisaria de la exposición Maria Teresa Ocaña.
Hasta el 29 de enero de 2017 en la Sala Recoletos, 23, en Madrid.
Foto1.Henri Matisse, André Derain
Henri Matisse, André Derain, 1905
Tate: Adquirido con la colaboración del Knapping Fund, del Art Fund y del Contemporary Art Society, así como de patrocinadores privados, en 1954
© Succession H. Matisse/ VEGAP/ 2016
© Tate, London 2016
Foto 2. André Derain, Henri Matisse
André Derain, Henri Matisse, 1905
Tate: Adquirido en 1958
©André Derain, VEGAP, Madrid, 2016
© Tate, London 2016
El Museo Nacional del Prado ha recibido en depósito dos lienzos cuatrocentistas dedicados a la…
Dos libros de bolsillo sobre Wassily Kandinsky "Los años de Múnich" y "Forma, composición y…
El artista Pedro Torres, nacido en Brasil (Gloria de Dourados, Mato Grosso, 1982) y afincado…
Feriarte 2024 vuelve a consolidarte como el encuentro de referencia para los amantes del arte…
Bajo el título Make America Weird Again, el autor de cómics, Daniel Clowes, dialogará en…
La exposición ‘Nuestra Señora de las Mercedes. Una historia común’ continúa en Chile su itinerancia.…