A diferencia del Cubismo y el Surrealismo que le precedieron, el Expresionismo Abstracto escapa de toda fórmula establecida y supone una celebración de la diversidad y la libertad individual.
En su mayoría lienzos de escala colosal, estas obras en ocasiones intensas, expresivas y espontáneas, y en otras contemplativas, redefinieron la naturaleza de la pintura.
En palabras de Pollock “La pintura abstracta es abstracta. Se enfrenta a ti”. El artista expresa sus emociones y transmite su presencia a través de su obra, pero es la percepción del observador la que la concluye.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta Expresionismo Abstracto, una ambiciosa selección de obras de los artistas que protagonizaron un giro radical y una etapa de nuevo esplendor de la pintura en el Nueva York de la década de 1940. Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning, Robert Motherwell, David Smith o Clyfford Still son solo algunos de los artistas presentes en una muestra que reúne más de 130 pinturas, dibujos, esculturas y fotografías procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo.
Esta exposición arroja una nueva luz sobre el Expresionismo Abstracto, un fenómeno diverso, complejo y poliédrico a menudo erróneamente percibido como un todo unificado. La presentación en Bilbao ha sido posible gracias al generoso patrocinio de la Fundación BBVA y a la colaboración de la Terra Foundation for American Art.
En los años del free jazz y la poesía de la generación beat, con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo, un grupo de artistas rompieron con las convenciones establecidas dando lugar a un movimiento que nace de una experiencia artística y vital común en el que, sin embargo, cada uno de ellos tenía su propio estilo. A diferencia del Cubismo y el Surrealismo que le precedieron, el Expresionismo Abstracto escapa de toda fórmula establecida y supone una celebración de la diversidad y la libertad individual a la hora de expresarse.
Son características de este movimiento las obras de escala colosal, en ocasiones intensas, espontáneas y sumamente expresivas, y en otras ocasiones más contemplativas, a través de grandes campos de color. Estas creaciones redefinieron la naturaleza de la pintura y aspiraban no solo a ser admiradas desde lejos sino también a ser disfrutadas como encuentros bidireccionales entre el artista y el observador.
A la vez que el autor expresa sus emociones y transmite la sensación de hacerlas presentes en la obra, la percepción del espectador constituye el elemento final de esta interacción. Así, “La pintura abstracta es abstracta. Se enfrenta a ti”, como afirmaría Pollock en 1950, pudiendo la intensidad de este encuentro verse acentuada por la forma de exhibir la obra, tal y como ocurre en la Capilla Rothko (Rothko Chapel) en Houston.
Fechas: del 3 de febrero al 4 de junio, 2017
Exposición organizada por la Royal Academy of Arts, Londres, con la colaboración del Museo Guggenheim Bilbao
Comisarios: David Anfam, Edith Devaney y Lucía Agirre
Magníficos reportajes de arte siempre!
Tanya Capriles de Brillembourg
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