Una ocasión excepcional para contemplar obras de la vanguardia francesa de finales del siglo XIX pertenecientes a fondos europeos privados. La exposición se centra en las innovaciones radicales del Neo-Impresionismo, el Simbolismo y los nabis, y en el auge de la estampa en la década de 1890. Incluye a artistas como Paul Signac, Odilon Redon, Pierre Bonnard y Henri de ToulouseLautrec que crearon composiciones cuidadosamente elaboradas que en su forma y ejecución son antinaturalistas.
Las obras de la muestra reflejan una situación política y socialmente agitada, y adoptan visiones utópicas de brillantes paisajes interiores y costeros, imágenes introspectivas y fantásticas, y retratos descarnados de la vida social.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta París, fin de siglo: Signac, Redon, Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos, una exposición que aborda la escena artística parisina centrándose en las vanguardias francesas más importantes de finales del siglo XIX, especialmente en el NeoImpresionismo, el Simbolismo y los Nabis. En la muestra están representadas las figuras más destacadas de estos movimientos a través de aproximadamente 125 piezas incluyendo pinturas al óleo y al pastel dibujos, grabados y estampas.
El fin de siglo en París fue un período marcado por turbulencias políticas y transformaciones culturales, durante el cual la prolongada crisis económica y los problemas sociales estimularon la formación de grupos de la izquierda radical, así como una ola reaccionaria que plagó Francia a lo largo de la década de 1890. En 1894 el presidente Sadi Carnot fue asesinado por un anarquista, mientras que el caso Dreyfus causó la división de la nación, a raíz de la arbitraria acusación de traición a Alfred Dreyfus, oficial de origen judío-alsaciano.
Tales acontecimientos sacaron a la luz los extremos sociales y políticos existentes en Francia: burguesía y bohemia; conservadores y radicales; católicos y anticlericales; anti-republicanos y anarquistas. Como reflejo de una era de angustia y agitación, este período acogió una gran variedad de movimientos artísticos, y a finales de la década de 1880 emergió una generación de artistas que incluían a los neo-impresionistas, los simbolistas y los nabis.
Sus temas seguían siendo similares a los de sus antecesores impresionistas, que aún estaban en activo: los paisajes, la urbanización moderna y las actividades de ocio. Sin embargo, los nuevos movimientos cambiaron el tratamiento de estos temas familiares, y a ellas se añadieron escenas visiones introspectivas y fantásticas, así como retratos descarnados de la vida social.
La exposición ahonda en estas vanguardias, centrándose especialmente en algunas de las figuras más destacadas de la época: Pierre Bonnard, Maurice Denis, Maximilien Luce, Odilon Redon, Paul Signac, Henri de Toulouse-Lautrec y Félix Vallotton. De la mano de estos artistas, la ambición de capturar de manera espontánea un momento fugaz de la vida contemporánea dio paso a trabajos cuidadosamente realizados, anti-naturalistas en sus formas y ejecución, que buscaban provocar emociones, sensaciones o cambios psíquicos en el espectador.
A pesar de ostentar características a veces contradictorias, estos artistas compartían la meta común de crear un arte con una resonancia universal, produciéndose ocasionalmente diálogos entre los grupos. En una visión de conjunto, esta agitada época muestra un terreno complejo de estéticas y teorías filosóficas divergentes, al tiempo que delinea los acontecimientos turbulentos en el umbral de un nuevo siglo.
• Fechas: del 12 de mayo al 17 de septiembre, 2017
• Comisaria: Vivien Greene, Solomon R. Guggenheim Foundation