La rehabilitación del antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico (líneas 1 y 6) ha respetado la decoración original de la estación diseñada por el arquitecto Antonio Palacios en 1923.
En la presentación, hoy, de este nuevo espacio museístico de Metro se ha mostrado la evolución que han experimentado a lo largo de los años el vestíbulo, la estación y su entorno en momentos históricos clave. Para ello se ha utilizado imágenes y documentos históricos, infografías y una aplicación interactiva en 3D que simula de una manera realista cómo eran la estación y los trenes que la recorrían en la década de los años 20.
Esta es la primera acción del proyecto ‘La Huella de Metro’, una iniciativa que consiste en la restitución gráfica digital de estaciones y localizaciones emblemáticas del patrimonio histórico de la compañía. El objetivo es utilizar soportes multimedia para recrear los orígenes del suburbano.
La estación de Pacífico comenzó a prestar servicio a los usuarios en el año 1923, cuando se inauguró el tramo Atocha-Puente de Vallecas de la línea 1. El vestíbulo original cerró en 1966 debido a la prolongación de los andenes de esta línea, que pasaron de 60 a 90 metros. Este hecho supuso la construcción de nuevos vestíbulos y accesos, quedando éste obsoleto para su uso.
LOS MUSEOS DE METRO DE MADRID
Entre ellos se encuentra la Nave de Motores de Pacífico, que se construyó entre 1922 y 1923, fue inaugurada en 1924 y estuvo en funcionamiento hasta el año 1972. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución. Las obras de conservación devolvieron su aspecto original a la nave, tanto exterior como interiormente, con lo que la central se recuperó para el público tal y como fue concebida.
La antigua estación de Chamberí, por su parte, pertenece a la primera línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919. Se clausuró el 21 de mayo de 1966, tras la decisión de aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar la estación. El diseño, también de Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Chamberí cuenta con una serie de carteles publicitarios que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20 y son uno de los grandes atractivos de la estación.
En cuanto a la estación de Ópera, durante la realización de las obras de instalación de los ascensores de acceso a la misma se decidió crear un museo con los restos de la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y el Alcantarillado del Arenal. El descubrimiento de estos vestigios se produjo en 1925, durante las obras de construcción del tramo Sol-Quevedo de la línea 2 y del Ramal Ópera-Norte. Tras su rehabilitación, la estación de Ópera guarda el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden observar restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII.
Las visitas al vestíbulo de Pacífico se realizarán de manera trimestral. Los interesados podrán hacerlo, previa inscripción, a través del correo electrónico andencero@tritoma.es.
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