El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha reiterado el “compromiso y la implicación” de España para participar “activamente” en la promoción de la inclusión social y los valores comunes a través de la Educación.
Así lo ha dicho en Bruselas durante la celebración del Consejo de Ministros de Educación de la Unión Europea, donde ha recordado que se trata de una propuesta de España tras los atentados terroristas de los años 2015 y 2016.
Méndez de Vigo ha subrayado que nuestro país ya trabaja desde hace tiempo en la recogida y análisis de datos sobre ciudadanía e inclusión, poniendo como ejemplo el Plan Estratégico de Convivencia Escolar, “cuyo propósito es lograr que los centros educativos sean espacios seguros, libres de violencia, inclusivos, que favorezcan el éxito de todos los alumnos”, así como el proyecto de Plan de Inclusión “que reconoce, entre otros, el derecho de las personas con discapacidad a acceder a una educación sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades”.
Durante su intervención, Íñigo Méndez de Vigo ha insistido a sus homólogos europeos en la inclusión de “refuerzos curriculares en la asignatura de Historia para fomentar los valores y la cultura europea”, y ha destacado la importancia de “adquirir competencias sociales, cívicas e interculturales, previniendo la violencia desde la infancia, educando a los niños y jóvenes en la tolerancia y dándoles así un papel activo frente a la radicalización”.
Méndez de Vigo ha recordado que el Informe PISA 2015 pone de manifiesto “la equidad de nuestro sistema educativo, a la luz del descenso histórico en los porcentajes de alumnos rezagados en las tres competencias básicas, hasta alcanzar porcentajes inferiores al promedio de países de la OCDE”.
Más beneficiarios y mayor internacionalización del Programa Erasmus+
Otro de los debates que han mantenido los representantes educativos europeos ha girado en torno al Programa Erasmus+ con motivo de su 30 aniversario, y donde el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, ha aprovechado para pedir a la Comisión Europea que “dada la relevancia y el impacto del Programa, los objetivos ahora tendrían que pasar por aumentar el número de beneficiarios y apostar por su internacionalización”.
Marín ha apostado por un Programa con mecanismos y procedimientos más sencillos, con mayor visibilidad, más inclusivo, con mayor dotación presupuestaria y más moderno, de tal manera que pueda llegar a instituciones de menor tamaño y con menor experiencia internacional.
Marín ha destacado el “compromiso” de España con este Programa, quedando demostrado con un aumento de las becas para participantes en Erasmus+ con menos recursos en Educación Superior y para alumnos con necesidades especiales.
España es uno de los países que más ha participado históricamente en este Programa. Durante estos treinta años ha facilitado la movilidad de más de 600.000 estudiantes de Educación Superior, más de 70.000 de Formación Profesional y de más de 100.000 docentes y trabajadores en el ámbito de Juventud.
Desde 2001 España ha sido de forma ininterrumpida el país que más estudiantes Erasmus recibe de toda Europa. De hecho, en la convocatoria de 2014 (último año cerrado) más de 40.000 estudiantes eligieron universidades españolas para cursar su Erasmus. Además, 10 de las 20 primeras universidades europeas elegidas están en España.
Por ello, Marín ha resaltado que el Programa Erasmus+ se ha convertido en el “buque insignia de la unidad europea, ya que promueve los valores sociales que nos identifican como ciudadanos europeos”.
“El Programa favorece el aumento del sentimiento de ciudadanía europea y de confianza en Europa y en sus instituciones”, ha dicho.