Dentro del Programa denominado “En la estela del Greco…” se presenta la obra El sacrificio de Isaac, de Pedro Orrente, pintor nacido en Murcia pero muy vinculado con la ciudad de Toledo y con la familia del Greco.
El cuadro procede del Museo de Bellas Artes de Bilbao y ha sido cedido temporalmente, hasta el próximo 17 de octubre, como Pieza Invitada.
A pesar de ser murciano de nacimiento y de haber mantenido una vinculación con su patria a lo largo de toda su vida, debe ser considerado como toledano ya que será allí donde realice alguna de sus obras más significativas y su relación estilística con lo toledano es evidente. Nació en torno a 1580 y debió de iniciarse en el medio local, pero en 1600 ya se encuentra en Toledo. Realizó por esas fechas un viaje a Italia que será decisivo para su formación frecuentando en Venecia, tal y como relata Jusepe Martínez el taller de Leandro Bassano.
La pintura de Pedro de Orrente florece en una Toledo que fue receptiva a su pintura, sobre todo por la gran estimación que gozaba en la ciudad castellana las obras de los Bassano. Pintores como Juan Sánchez Cotán copiaban obras suyas o el Greco en sus anotaciones dejaba constancia de su admiración por Jacopo Bassano. Aquí entabló una estrecha amistad con Jorge Manuel Theotocopuli, siendo padrino de sus dos hijos como recoge la documentación de los libros de Bautismos de Santo Tomé de los años 1627 y 1629. En la iglesia de los Carmelitas Descalzos de Toledo se conserva de su mano cuatro pinturas del Retablo de los santos Juanes, san Pedro y san Pablo, procedente de la parroquia de san Bartolomé que se relacionan con los modelos del Greco y Tristán. Las últimas noticias de su estancia en Toledo son de 1632, cuando contrata un retablo para el convento de San Antonio de Padua del que nada se conserva. Antes había pintado para la capilla de los Reyes Nuevos un Nacimiento de Cristo y un San Juan Bautista.
Orrente representa la tradición de los pintores del primer naturalismo español. Un importante rasgo de su estilo es la maestría en la combinación de la pintura veneciana, del Greco, del pleno naturalismo caravaggesco e incluso de elementos escurialenses. Es conocido como el “Bassano español” por sus numerosos lienzos de temas bíblicos interpretados como de género pastoril, con abundante presencia de animales y naturalezas muertas.
De entre sus obras destaca el San Sebastián de la catedral de Valencia, el Milagro de Santa Leocadia de la catedral de Toledo; el Martirio de Santiago el Menor del museo de Valencia o la Multiplicación de los panes y los peces del Ermitage de San Petersburgo. En opinión de Ceán Bermúdez: ”…sus tintas y gusto de pintar nos hacen creer que haya estudiado con el Greco en Toledo, donde pasó algunos años de su mocedad”.
La pintura relata el momento descrito en el Antiguo Testamento (Génesis 22, 1-19) en el que Abraham, siguiendo las órdenes de Dios, se dispone a ofrecerle a su hijo Isaac en sacrificio. Dios, viendo que Abraham sigue su mandato con fe ciega, ve probada su fidelidad y envía a un ángel para salvar a Isaac en el último momento, ordenando que en su lugar sea ofrecido un cordero, animal recurrente en la producción de Orrente.
El asunto principal se sitúa en primer plano, con Isaac semidesnudo sobre el altar de sacrificios y sujetado por su padre Abraham, cuya mano derecha que sostiene el cuchillo es detenida por el ángel. Los rasgos de esta figura son prácticamente idénticos a los labios y nariz de la Magdalena penitente del Museo de Bellas Artes de Valencia. La escena, enmarcada en tonos oscuros y con una luz violenta que incide sobre el cuerpo desnudo de Isaac, recuerda al San Juan Bautista de colección privada madrileña.
Un importante rasgo de su estilo es la fuerte impronta caravaggista y la maestría en la combinación de detalles naturalistas como los leños del primer término, el tratamiento de los ropajes, la cuerda encendida que asoma, la fría losa elegida como altar del sacrificio, las lanas del cordero o el rostro de Abraham de intenso y crudo realismo.
Se conocen varias versiones de este cuadro en el ámbito valenciano destacando la del Real Colegio de Corpus Christi, el Ayuntamiento, Museo de Bellas Artes de Valencia o la de la parroquia de San Roque y San Sebastián de Alcoy. Fuera de Valencia destaca la conservada en el convento de San Clemente de Toledo que nos confirma el éxito de la composición.
El sacrificio de Isaac
Hacia 1616
Óleo sobre lienzo.133,5 x 167 cm
Museo de Bellas Artes. Bilbao