La investigación buscará las claves de la adaptación de las plantas a la ausencia de gravedad.
La prueba formará parte de la misión espacial SpaceX-11 de la Estación Espacial Internacional.
El cultivo de plantas es imprescindible como apoyo de la exploración humana del espacio y la presencia en Marte.
Un equipo internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) efectuará un experimento para estudiar el cultivo de plantas en condiciones de gravedad cero, como parte de la misión espacial SpaceX-11 de la Estación Espacial Internacional (ISS), que se lanzará el 1 de junio desde Cabo Cañaveral (Florida, EEUU). El objetivo es estudiar la viabilidad del cultivo de plantas como apoyo a la exploración humana del espacio.
El experimento, llamado Seedling Growth-3, está co-dirigido por el investigador del CSIC Javier Medina, del Centro de Investigaciones Biológicas. “Este experimento, resultado de la colaboración entre grupos de investigación europeos y norteamericanos, es el tercero y último de una serie cuyo objetivo es conocer los efectos de la ausencia de gravedad sobre el desarrollo de las plantas para hacer posible el cultivo de especies vegetales de interés en el ambiente espacial”, señala Medina. “El cultivo de plantas es imprescindible como apoyo de la exploración humana del espacio y, en concreto, para sostener la presencia de seres humanos en Marte”.
El experimento consiste en el envío a la ISS de semillas de la especie vegetal modelo Arabidopsis thaliana. “Esta planta, emparentada con la col, el nabo, el rábano y la mostaza, se utiliza en investigación porque se conocen muchos datos sobre ella (entre ellos su genoma completo). Es fácil de manipular y de cultivar y se pueden obtener numerosos datos biológicos con mucha más facilidad que en las especies de interés agrícola, en las que luego se aplica la información obtenida en esta especie modelo”, explica Medina.
Las condiciones ambientales del espacio, especialmente la ausencia de gravedad, representan para las plantas un estrés comparable a la salinidad, la sequía, el frío y el calor, de modo que el experimento que se va a realizar utilizará métodos similares a los que se emplean en las investigaciones sobre la respuesta de las plantas al cambio climático en la Tierra, añade el investigador..
La clave de la adaptación de las plantas a la falta de gravedad
Medina explica que “aunque investigadores norteamericanos consiguieron hace unos meses hacer crecer lechugas en la ISS, que fueron, de hecho, ingeridas por los astronautas, lo cierto es que no se conocen las claves biológicas de la adaptación de las plantas a la vida en un ambiente sin gravedad. Este es un factor ambiental esencial para el desarrollo de las plantas y existen numerosos estudios que muestran importantes alteraciones a nivel celular y molecular inducidas por la ingravidez”.
El conocimiento de los mecanismos biológicos de la adaptación -sostiene Medina- es imprescindible para que el cultivo de plantas en el espacio se realice sin incertidumbres, de modo sistemático, fiable y productivo. “El proyecto Seedling Growth, en sus sucesivas fases, analiza el papel de la luz en estos mecanismos de adaptación, con resultados satisfactorios hasta el momento, que se pretenden consolidar y ampliar en esta tercera parte”, detalla.
Medina lidera en este proyecto un equipo europeo, que incluye dos laboratorios franceses. Por parte norteamericana, el proyecto está dirigido por la Universidad de Carolina del Norte. Las Agencias Espaciales Europea (ESA) y Norteamericana (NASA) respaldan y gestionan los experimentos del proyecto en la ISS. En el ámbito español, el análisis de las muestras en el CIB está financiado por el Plan Estatal de I+D+i. El experimento Seedling Growth-3 incorpora tecnología espacial española. La preservación de las muestras para analizarlas en la Tierra se realizará con el instrumento FixBox, diseñado y construido por la empresa Sener S.A. con financiación de la ESA.