Susy Gómez nació en Pollença en 1964. Estudió Bellas Artes en Barcelona. Su exposición en la Fundació Miró de Barcelona en 1993, supuso el inicio de una trayectoria ascendente y muy destacada dentro del escenario generacional al que pertenecía. En 1995 se integró en el Salón de los 16 y su obra pudo verse en la Whitechapel de Londres, a lo que siguieron numerosas exposiciones dentro y fuera de España. En 1999-2000 realiza la primera exposición en el IVAM de Valencia, comisariada por Enrique Juncosa. La exposición se titulaba “Algunas cosas que llamaba mías” y en ella se percibía su clara adscripción a los lenguajes internacionales, postminimalistas y postconceptuales, exploradores y analíticos del proceso creador y su plasticidad a través de la relación entre obra y espacio.
Desde sus comienzos, la obra de Susy Gómez ha sido muy distinta en términos de forma y de materiales utilizados, incluyendo esculturas, pinturas, dibujos, instalaciones, fotografías, vídeos y performance, además de lo que podemos llamar varias formas híbridas de su invención. Actualmente Susy Gómez se ha centrado en algo que podemos describir como escultura –un tipo de escultura de nuevo anti-formalista, y realizada a partir de materiales encontrados, a veces de muy gran tamaño, manipulados de distintas formas – además de, y este es un aspecto del todo nuevo en su trabajo, en actividades participativas de cariz terapéutico. Sus nuevas esculturas son algo así como escenarios teatrales, instalaciones de varios elementos que precisan la complicidad de espectador. Se propone una nueva forma de ver y mirar sus obras mediante acciones concretas a propuesta de la artista. Y se comprueba así su interés reciente por psicoterapias alternativas, en especial por las llamadas Constelaciones familiares.
El baile de la vida, sin ser una exposición site-specific, reafirma la voluntad de Susy Gómez por trabajar en el espacio real y se adscribe a los movimientos que revolucionaron los lenguajes plásticos de la escultura occidental en los 60 -70 del siglo pasado. La vinculación de las obras de Susy Gómez con los espacios expositivos, producen una interrelación que añade significados a las posibles interpretaciones. Quiero decir que las coordenadas del entorno inmediato se suman y buscan una complicidad semántica que renueva y reinventa sus propias obras.
Dicho en sus propias palabras: “La exposición propone con cada obra, un ejercicio vivencial y de recorrido hacia esta idea de ecología emocional. Y en este recorrido hay unas posibles propuestas de movimiento interno”.
La exposición, organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, pudo verse en las salas del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa hasta el pasado 20 de junio. El proyecto ha sido revisado y adaptado para su exposición en el espacio Estudios de Tabacalera, donde permanecerá abierta al público del 14 de julio al 3 de septiembre de 2017.
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