El 10 de octubre de 2017, París rinde homenaje a uno de sus pintores más queridos, el español Pablo Picasso. A partir de ese día y hasta el 11 de febrero, el Museo Picasso reúne una selección de 110 obras que se focalizan en el año 1932, un periodo de transición para Pablo Picasso, en el que da una dimensión más íntima a sus creaciones. Se reúnen por primera vez un centenar de obras, todas realizadas en 1932, procedentes de colecciones públicas y privadas. Además, habrá la oportunidad única de admirar una de las obras más importantes del artista (y también de las más caras del mundo): El sueño.
Por cierto que Le Rêve (El sueño), un óleo sobre lienzo de estilo cubista en el que aparece como modelo Marie-Thérése Walter su amante por entonces, que la muestra dormida en un sillón, con la cabeza vencida hacia atrás, el rostro partido en dos y los senos al descubierto, el magnate de los casinos Steve Wynn lo quiso vender en 2006 por 139 millones de dólares, pero de forma accidental atravesó el lienzo de un codazo por lo que tuvo que cancelar la venta.
Una vez reparado, el cuadro se devaluó hasta «solo» 85 millones de dólares. La exposición también incluirá la obra «Mujer frente al espejo», también inspirada en Marie-Thérèse y considerada una verdadera joya de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. El récord mundial en términos de precio para un Picasso es un retrato de Marie-Thérèse de 1932, «Desnudo, hojas verdes y busto», que Sotheby’s vendió en 2010 por 106 millones de dólares. La obra puede verse actualmente en la Tate Modern de Londres.
«Picasso Année 1932. Erotique» da cuenta rigurosa de un año de cambios y labores creativas del genio del modernismo. Más de 110 pinturas, dibujos, grabados y esculturas para seguir paso a paso la vida y la obra de Picasso, moviéndose entre el apartamento en París, estudiando en el castillo de Boisgeloup y la costa de Normandía; entre la familia, la modelo-amante Marie-Thérèse Walter y un gran círculo de amigos y colegas, mientras preparaba la primera retrospectiva memorable en la galería Georges Petit.
Composiciones, retratos coloridos e innovadores construidos en torno a la figura de Walter están en el centro de la investigación ardiente de este período, que encuentra su motor en una desbordante energía erótica. Empezando con la obra maestra «El sueño», entre las piedras angulares de la exposición, se evidencia una vitalidad sexual que es una metáfora de la misma creación artística.
La exposición «Picasso 1932» representa un año completo en la vida del pintor español, a través de la presentación cronológica de sus obras y sus archivos. Organizado en colaboración con la Tate de Londres, trata de captar los movimientos de esta existencia que nutre, toca y atrae a los acontecimientos, grandes y pequeños, personajes mayores y secundarios.
Ese fue un año extraordinario para Picasso, incluso para sus propios estándares. Sus cuadros alcanzaron un nuevo nivel de sensualidad y lo llevaron a ser uno de los artistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Durante el curso de ese año creó algunos de sus cuadros más amados, desde retratos llenos de color hasta dibujos surrealistas.
La muestra, que posteriormente viajará a Londres, incluye varios retratos pintados por Picasso de su primera esposa, Olga Khokhlova, como también de su hijo Paulo, quien por entonces tenía 11 años. En 1932, el artista produjo cuadros surrealistas, dibujos de crucifixiones y esculturas voluptuosas para decorar su recientemente adquirido castillo en Boisgeloup, a pocos kilómetros de París.
Al final de ese año, Walter sufrió un quebranto en su salud mientras nadaba en el río Marne, incidente que inspiró a Picasso a producir varias escenas de rescate. Al incluirse cuadros estelares a préstamo de colecciones públicas y privadas, la muestra permite a una nueva generación de espectadores descubrir la energía explosiva de Picasso, al tiempo de sorprender a aquellos que ya lo conocían.
La colección del Musée National Picasso-Paris cuenta con más de 5000 obras y varios miles de piezas de archivos. Tanto por su calidad, su amplitud, como por la diversidad de los temas artísticos representados, es la única colección publica en el mundo, que permita a la vez atravesar toda la obra pintada, esculpida, grabada y dibujada de Picasso, así como la evocación precisa a través de esbozos, estudios, croquis, cuadernos de dibujos, etapas sucesivas de grabados, fotografías, libros ilustrados, películas y documentos del proceso creador del artista.
El museo, instalado desde 1985 en el Hôtel Salé, uno de los hôtels particuliers (mansiones) más emblemáticos de finales del siglo XVII del Marais, acaba de ser renovado profundamente. Esto le permite disponer ahora del doble de espacios de exposición y crear espacios de recepción y servicios adaptados a los diferentes públicos. El museo Picasso de París ha recibido 2 millones de visitantes desde su reapertura.
Más exposiciones
No es esta la única exposición sobre el pintor malagueño en París. «Picasso 1947. Un regalo importante para el Museo Nacional de Arte Moderno» se inaugura el 24 de octubre de 2017 y estrá hasta el 27 de enero de 2018. En el marco de las fiestas organizadas para el cuadragésimo aniversario del Centro Pompidou, inaugurado en 1977, el Museo Nacional Picasso-París presenta las 10 obras maestras ofrecidas por Pablo Picasso en el Museo Nacional de Arte Moderno en su inauguración en 1947. la oportunidad de celebrar dos momentos clave en la historia de la colección del art Moderne Museo Nacional de – se abrió en el Palais de Tokio y su traslado al Centro Pompidou, el redescubrimiento de las obras maestras como El taller de la modista (1926), la Musa (1935) o el Aubade (1942).
Este proyecto utiliza los fondos de las dos instituciones asociadas para presentar obras, archivos y documentos que cuentan la historia de su creación, adquisición y primera exposición. La exposición también será el tema de una publicación que resalte el estado de la investigación sobre este momento importante en la historia del arte y colecciones nacionales.
Pero en París hay mucho más que Picasso. Los museos y galerías de arte de París proponen una densa programación de exposiciones y de retrospectivas para iniciar el otoño cultural. En el Musée du Luxembourg «Rubens, portraits princiers» desvela, desde el 4 de octubre, un florilegio inédito y espectacular de los retratos de soberanos europeos pintados por Rubens, el «pintor de los príncipes, príncipe de los pintores». Una exposición que explora, entre otras cosas, los lazos entre los soberanos europeos, y que enfoca el papel de Rubens, retratista y diplomático inspirado.
Mientras tanto, las Galeries nationales du Grand Palais subliman «Gauguin, l alchimiste» del 11 de octubre al 22 de enero del 2018. Una exposición-evento que nos cuenta la sorprendente carrera de Paul Gauguin, uno de los mayores pintores franceses del siglo XIX y uno de los más importantes precursores del arte moderno. Un viaje pictórico en medio del mundo de Paul Gauguin, con pinturas, dibujos, grabados, esculturas, cerámicas…
En cuanto al Musée du Louvre, acoge a «François Ier et l art des Pays-Bas», a partir del 18 de octubre. El Hall Napoléon se dedicará por completo al legendario monarca. Es sabido que Francisco I era un gran aficionado de arte italiano. Sin embargo, esta exposición se interesa en su inclinación, menos conocida, por los artistas holandeses. Ideal para descubrir al soberano bajo una nueva perspectiva artística.
En el Petit Palais, se podrá admirar por primera vez, la selección de unos 150 pasteles que ofrecen un panorama de las principales corrientes artísticas de la segunda mitad del siglo XIX, del impresionismo hasta el simbolismo. «L art du pastel de Degas à Redon» es una exposición llena de matices para (re)descubrir las más bonitas piezas de la colección del Petit Palais, con obras de Berthe Morisot, Auguste Renoir, Paul Gauguin, Mary Cassatt y Edgar Degas…
También buenas noticias para los aficionados a la fotografía. El Jeu de Paume propone dos exposiciones, organizadas simultáneamente del 17 octubre al 21 de enero 2018: una sobre el fotógrafo alemán de la Nueva Objetividad Albert Renger-Patzsch y, el otro, del fotógrafo turco Ali Kazma. También desde el 4 de octubre, el Grand Palais dedica una exposición al fotógrafo estadounidense, Irving Penn. Considerado como uno de los más grandes fotógrafos de moda, también famoso por sus retratos y sus naturalezas muertas.
También la escultura estará representada en dos exposiciones. En el Musée Zadkine, de octubre a marzo, se enfoca a la obra esculpida en piedra de Ossip Zadkine. Con ocasión del cincuentenario de la muerte de Zadkine, esta exposición constituye un homenaje al maestro de la talla directa. Y más escultura en el Musée Bourdelle con la exposición Bourdelle ou les dieux, le futur et lantique que le invita a una relectura de la escultura de Bourdelle, y también de la producción artística de las primeras décadas del siglo 20.
Sin olvidar otras exposiciones que se inaugurarán en octubre: «Barbara» en la Philharmonie de Paris2 la dedicada a otro español universal: «Fortuny, un español en Venecia» en el Palais Galliera y «La collection Marin Karmitz, étranger résidant» en La Maison Rouge…
Enrique Sancho
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