En su recorrido por el Campo Charro, salpicado por multitud de ganaderías de toros de lidia, el viajero se verá acompañado por la reconocible silueta de este animal, hilo conductor de las múltiples actividades relacionadas con su vida diaria que conforman esta original Ruta.
Herradero, tentadero y deshije, acoso y derribo, tientas y capeas, paseos a caballo o recorridos en 4×4 son algunas propuestas que se pueden desarrollar en las fincas y ganaderías adaptadas a la visita turística mientras uno conoce el día a día de la cría de este noble animal. Además, es posible visitar grandes mansiones, verdaderas casas palaciegas y otras construcciones auxiliares como plazas de toros, corrales, etc.
La ruta del Toro Bravo y la Dehesa Salmantina se ha convertido en una de las propuestas turísticas más representativas de la provincia de Salamanca, y única en España, en la que se aúnan dos elementos característicos de la provincia: las dehesas de encinas que conforman el denominado Campo Charro y catorce ganaderías del toro bravo que habitan en él.
Grandes extensiones de encinares habitados por más de doscientas ganaderías de toros de lidia forman parte del recorrido. Ubicados en el centro y oeste de la provincia, con núcleos importantes en La Fuente de San Esteban, Aldehuela de la Bóveda, Matilla de los Caños del Río, Vecinos o Tamames, dan forma a la dehesa, el paisaje salmantino por antonomasia.
Sus visitantes podrán descubrir el aroma taurino que inunda las dehesas salmantinas, paisaje distintivo de la provincia, y contemplar las diversas actividades a las que son sometidos los animales para determinar su bravura. El espectacular paisaje que lo conforma se ha consolidado como un excepcional ecosistema, ejemplo de aprovechamiento sostenible y de respeto al medio ambiente.
Se trata de un modelo sostenible de explotación y uso de los recursos naturales. Así, sus pastizales se aprovechan para el cultivo del cereal, mientras que los frutos de la encina alimentan al cerdo ibérico en montanera. La dehesa también acoge a las vacadas de morucha, la raza autóctona y al verdadero protagonista de esta espectacular naturaleza: el toro bravo. Allí nace y se cuida en la multitud de ganaderías de lidia existentes en Salamanca, que la convierte en la provincia española con mayor número de criadores de toros de lidia de todo el país.
Otro de los alicientes del recorrido por el Toro Bravo y la Dehesa salmantina viene dado por las ermitas. En torno a ellas tienen lugar animadas romerías populares, como las de la Virgen de Valdejimena en Horcajo Medianero, la Virgen del Cueto en Matilla de los Caños o el Cristo de Cabrera en Las Veguillas. Y es que la profunda religiosidad popular de la provincia encuentra en las romerías una de sus más singulares manifestaciones. Así, sencillas ermitas se convierten en el lugar de encuentro de los habitantes de la charrería, que se funden en un hondo fervor en torno a cristos y vírgenes.