La Biblioteca Nacional de España ha adquirido a la Casa Ducal de Alba dos importantes manuscritos medievales: el Debate de Elena y María, una singular obra de literatura popular del siglo XIII y una traducción realizada por Pedro López de Ayala de Morales sobre el libro de Job, del Papa Gregorio I, uno de los mejores ejemplos conocidos de las artes de libro castellano del siglo XV gracias a su extraordinaria iluminación y encuadernación.

Las dos obras, que ya están accesibles en la Biblioteca Digital Hispánica, serán presentadas este miércoles 29 de noviembre a las 19.00 horas en la Biblioteca Nacional de España, en un acto el que se explicará su importancia para la colección de la BNE. Intervendrán Javier Docampo, Director del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la BNE; Miguel Ángel Pérez Priego, Catedrático Emérito de Literatura Española de la UNED; Gemma Avenoza, profesora titular de Filología Románica de la Universidad de Barcelona y Arsenio Sánchez, restaurador de Manuscritos e Incunables de la BNE. Don Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, Duque de Alba, también acudirá a la presentación.

Un poema para el uso de un juglar

El Debate de Elena y María, cuya fecha estimada es del año 1280, es una muestra única de la literatura medieval española que nos ha llegado en un extraño manuscrito en papel de minúsculas dimensiones (65x55mm). Se trata de uno de los pocos textos conservados de los debates medievales castellanos, ya que la plasmación por escrito de la poesía popular de estos siglos es muy escasa -habitualmente la representaban los juglares y su transmisión era, por tanto, oral-.

Por el tamaño y por la tosca factura se ha deducido que probablemente fuera un poema para el uso de un juglar, cuyas pequeñas dimensiones le permitían ser guardado en un bolsillo o en un zurrón. Desconocemos, sin embargo, su procedencia y el uso literario que se le dio. Se encuentra muy dañado por el ataque de insectos y deteriorado en sus márgenes, lo que ha ocasionado lagunas y pérdidas de texto. Ocupa veinticinco páginas pero faltan algunas al comienzo y otras al final, de manera que no sabemos cómo comenzaba el texto ni cuál era su desenlace, explica Pérez Priego, Catedrático Emérito de la Literatura Española de la UNED.

El manuscrito recoge una disputatio: un debate entre dos hermanas, Elena, enamorada de un caballero, y Maria, enamorada de un clérigo, en el que discute sobre las virtudes y los defectos de los amados. Tal y como señala el profesor Pérez Priego, la disputa sobre la preferencia del amor del clérigo o el del caballero fue un tema tratado con cierta asiduidad en poemas de los siglos XII y XIII, tanto en latín como en lengua romance. En esta obra, los dos personajes resultan contradictorios y poco virtuosos, lo que supone “una dura sátira a los dos, pilares fundamentales de la vieja sociedad estamental”. Sin embargo, las verdaderas protagonistas son las dos mujeres, las dos hermanas hijasdalgo, quienes sostienen el diálogo.

Según Pérez Priego, el poema plantea el debate en un estilo sencillo y directo, en pareados irregulares, una forma métrica muy apta para el recitado de un juglar que se dirige a un público poco culto, que se deleitaría con la crítica mordaz y por igual al clérigo y al caballero.

El Debate de Elena y María, dado a conocer por Don Ramón Menéndez Pidal a comienzos del siglo XX, tiene también gran importancia lingüística para el estudio del habla dialectal occidental de los S. XII y XIV, en el que el elemento leonés estaba en paulatino retroceso.

Una extraordinaria iluminación y encuadernación

El segundo manuscrito de inestimable valor adquirido por la BNE es la traducción de Pedro López de Ayala (1332-1407), Gran Canciller de Castilla, de Morales sobre el libro de Job, del Papa Gregorio I. Esta copia se compone de cuatro magníficos volúmenes en pergamino, ricamente iluminados y encuadernados en piel sobre tabla con preciosa decoración mudéjar, indica la profesora Gemma Avenoza Vera, Doctora en Filología Románica y profesora titular de la Universidad de Barcelona.

Aunque la BNE conserva una buena colección de manuscritos del siglo XV de esta traducción de los Moralia, el interés de este ejemplar no está tanto en el texto (aunque su atento examen puede deparar novedades), sino en su extraordinaria iluminación y encuadernación ya que es uno de los mejores ejemplos conocidos de las artes del libro castellano de mediados del siglo XV.

Los cuatro volúmenes contienen la iluminación más rica de todos los códices castellanos de este texto fechados en el siglo XV. Además, al haber estado guardado en una colección particular estas miniaturas no son demasiado conocidas. El conjunto consta de trece iniciales ricamente decoradas con motivos vegetales y geométricos y, sobre todo, cinco iniciales figuradas. El estilo apunta al segundo cuarto del siglo XV, antes de la llegada de la corriente hispano-flamenca, muy dependiente aún de los modelos del gótico internacional tanto francés como flamenco.

Cuentan además con una encuadernación en becerro marrón sobre tablas de madera de estilo mudéjar. Cada uno de los volúmenes se decora con un modelo decorativo distinto: un círculo, dos círculos, estrella de ocho puntas y dos cuadrados. Se hallan en muy buen estado y forman un conjunto excepcional para el estudio de esta modalidad ligatoria, la más característica desarrollada en nuestro país.

La profesora Avenoza apunta que “el tema de la mutación de la fortuna fue un motivo de reflexión durante la Edad Media, poniendo al hombre ante la necesidad de desapego de los bienes temporales, que tan pronto llegan a sus manos como le son arrebatados. Cuanto más cerca se estaba del poder, más se desafiaba a la fortuna y de ahí que las lecturas de la nobleza estuvieran trufadas de este tipo de historias de ensalzamiento y caída, siendo modelo paradigmático la historia bíblica de Job”.
Pedro López de Ayala ocupó importantes cargos políticos y administrativos bajo los reinados de Pedro I y Juan I de Castilla y fue un destacado escritor tanto en verso (Rimado de Palacio) como en prosa (Libro de la caza de las aves, Historia de los reyes de Castilla). Ejerció una importante labor como traductor tanto de autores clásicos como de Padres de la Iglesia, destacando en esta faceta la traducción de estos Moralia, de los que escribió también un resumen conocido como Flores de los morales de Job.