La exposición, que se enmarca en la conmemoración del centenario de la muerte de Rodin, recorre la historia de esta sugestiva obra, que el artista nunca dio por terminada y que tan solo fue expuesta una vez.
El centenar de esculturas que componen el recorrido permite contemplar la evolución del trabajo del artista francés a lo largo de la práctica totalidad de su carrera, mientras que las maquetas, dibujos y fotografías reunidos permiten admirar el proceso de creación de uno de los artistas más emblemáticos del Fin de Siglo.
En la sala Recoletos de Madrid, se puede visitar Zuloaga en el París de la Belle Époque, una muestra que ofrece una nueva visión del pintor, cuya obra, que en gran parte se desarrolla en el París de cambio de siglo, se muestra en perfecta sintonía con el mundo moderno en el que se inscribe y excede los límites que la historiografía tradicional del arte ha establecido al relacionar estrechamente su obra con la generación del 98 y con la llamada “España negra”. Hasta el 7 de enero de 2018.
Esta misma sala ofrece la oportunidad de visitar el Espacio Miro, un lugar en el que se exhiben de forma permanente 65 obras del pintor catalán junto a cuatro esculturas y un óleo de Alexander Calder.
También en Madrid, en la sala Bárbara de Braganza, una extensa exposición retrospectiva permite admirar la obra del fotógrafo Nicholas Nixon, uno de los grandes maestros de la fotografía contemporánea. Hasta el 7 de enero.
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