La Biblioteca Nacional de España conserva en su colección numerosas manifestaciones artísticas en las que el pavo, el tradicional menú de las fiestas navideñas, es el protagonista. Gracias al legado de compositores como Francisco Asenjo Barbieri y otros autores españoles, la costumbre de degustar un pavo relleno de frutas en estas fechas festivas se convierte en arte.

“Un arte en el que el pavo fue protagonista ya en el siglo XIX de la mano de Barbieri y continuado por muchos otros artistas españoles que utilizaron otros lenguajes y otras melodías. Todas estas manifestaciones están conservadas en la BNE en muy diferentes soportes como son el papel, el documento sonoro, el gráfico y el audiovisual y son una muestra de la amplia riqueza cultural, donde lo popular es arte”, explican Alicia García Medina y Jose María Soto de Lanuza, del Departamento de Música y Audiovisuales de la BNE.

Las fiestas navideñas, desde la Nochebuena a la Nochevieja, son fechas entrañables, sobre todo para los amantes del comer bien: nos acompañan un buen plato de cuchara, el pavo relleno, los postres de turrón y las auténticas estrellas de las cenas, las cocineras y cocineros de las casas. Las figuras públicas como literatos, escritores, compositores y actores no quedan al margen de esta celebración, donde la familia, amigos y conocidos se reúnen en torno a la mesa para disfrutar y compartir sabrosos manjares.

El pavo, relleno de música

Una de las composiciones musicales que da cuento de ello es la jocosa pieza El pavo de Navidad: asado de circunstancias, trufado en verso por Don Ricardo Puente Brañas y relleno de música por Don Francisco Asenjo Barbieri, fechada en 1866 y de la que la BNE conserva diversos ejemplares manuscritos de la música y también el libreto de la representación teatral.

La obra, en un acto, fue compuesta por Barbieri, gran representante del teatro lírico español. En ella, la música y la letra hacen un homenaje a uno de los protagonistas de las fiestas navideñas: el pavo. Un pavo que puede solucionar los problemas amorosos del protagonista Ginés, que debe demostrar a su amada Elena sus sentimientos a través de la degustación del plato.

Tal y como se indica en la cubierta del libreto, es una obra bufa, que tiene sus raíces en la más profunda tradición española de las comedias del Siglo de Oro. Los enredos de amor, las situaciones extremas y la picaresca están siempre presentes y las clases populares se afanan y luchan por conseguir sus objetivos a través de innumerables tretas y subterfugios, pero salen también triunfadoras y dignificadas, como sucede en esta composición.
También es un retrato de nuestra sociedad, puntualizan García Medina y Soto de Lanuza, un retrato de sus costumbres, como es la tradición cristiana en el mundo occidental de comer pavo en la Navidad.

Una de las estrofas, además, hace referencia a la pavera, personaje tradicional dentro del imaginario madrileño que vendía los pavos en la calle en el período navideño. Esta imagen, que perdurará en las primeras décadas del pasado siglo XX, fue fotografiada e inmortalizada por el fotógrafo Alfonso en el año 1925.

La figura de Barbieri está muy presente en la BNE: en honor al músico, una de las Salas de Estudio del Departamento de Música y Audiovisuales es la llamada Sala Barbieri, donde se pueden consultar los fondos musicales, sonoros, audiovisuales y multimedia que la Biblioteca Nacional de España custodia y difunde. El compositor español fue un personaje polifacético y un gran bibliófilo y su presencia también se evidencia en las colecciones atesoradas en los depósitos. Fruto de sus gustos y amor a los libros, es su rica biblioteca –conservada en la BNE-, un fiel reflejo de la personalidad de su poseedor, en la que encontramos muy diversas materias que nos hablan de sus gustos e intereses, tanto profesionales como lúdicos.

Échale guindas al pavo

El pavo navideño, manjar codiciado por todas las clases sociales pero prohibido para las más desfavorecidas por la fortuna, es también el protagonista de una de las coplas más populares, Échale guindas al pavo, con letra de Ramón Perelló y Sixto Cantabrana y música de Juan Mostazo.

Esta pieza ha sido cantada por muy diferentes intérpretes de la denominada canción española, no solo en espectáculos sino que también ha servido de banda sonora en el cine patrio. Una muestra de ello aparece en la película Morena Clara (1936), de la que hay una nueva versión en 1954. En la primera, la interpretación de la copla es de Imperio Argentina y en la segunda corresponde a Lola Flores. Posteriormente, en 1971, Basilio Martín Partino dirige junto a José Luis García Sánchez el filme Canciones para después de una guerra en la que Échale guindas al pavo vuelve a ser un referente y un espejo de la sociedad de los años de posguerra.

En la década de los 70, fue retomada por Rosa Morena, que la grabó en el sello discográfico Belter en una versión de flamenco pop que revitalizó no solo la canción sino el propio género musical de la copla junto al protagonista: el pavo.

En la letra de la canción se narra como el pavo, manjar muy codiciado, es robado de un corral junto a una pava y se lleva a cocinar. Pero de ese guiso todos quieren participar, incluso la Guardia Civil, que perseguía a los ladrones. Además de la aventura, en la letra se habla también de la forma de cocinarlo. Se decanta por la manera tradicional en un maridaje culinario entre lo salado y dulce, se habla de un pavo cocinado con frutos y especias: (…) Échale guindas al pavo, pavo / que yo le echaré a la pava / azúcar, canela y clavo (…).