La botella plateada de Ponche Caballero es sin duda uno de los envases más reconocidos de nuestro país. Por su singularidad y creatividad, no es de extrañar que artistas de la talla de Salvador Dalí la utilizara como parte de sus obras, convirtiéndose así en todo un icono y elemento aspiracional para numerosos artistas. Partiendo de estas premisas, Ponche Caballero ha presentado la I Edición de ‘Arte con Punch’, su plataforma de mecenazgo artístico cuyo fin es impulsar el talento emergente entre los jóvenes creadores del país. Se trata de un concurso que apuesta por un arte actual pero recuperando formas artísticas del arte contemporáneo.

Esta iniciativa, llevada a cabo de la mano del espacio de innovación cultural [ES]POSITIVO, tiene el propósito de mostrar la creatividad y mérito artístico en el campo del Arte Contemporáneo de jóvenes creadores a través de obras que reinterpreten algunas de las expresiones artísticas más representativas del arte contemporáneo con una visión actual y urbana, y que a la vez reflejen los valores y el universo de maestría, iconicidad y versatilidad que caracterizan a Ponche Caballero y a su botella plateada.

En palabras de Boris Spira, Marketing Manager de Ponche Caballero, “ para nosotros es un orgullo poder lanzar un proyecto como Arte con Punch, ya que la innovación constante, la unicidad y la maestría en el proceso de elaboración, son valores que forman parte del ADN de Ponche Caballero a lo largo de su historia, y que guardan un vínculo común con el respeto, la versatilidad, la atemporalidad y lo icónico del arte y el diseño”. Durante la primera fase del concurso, del 30 de enero al 24 de febrero, todos aquellos artistas que deseen participar, pueden inscribirse en la web de Ponche Caballero, incluyendo su bio y su portfolio, y señalando la categoría en la que van a participar: cubismo, surrealismo o minimalismo.

Una vez cerrado el periodo de inscripción, el Jurado de Expertos, compuesto por el Curador y Director de [ES]POSITIVO, Ivan Cicchetti, el artista y pintor An Wei, además de Ponche Caballero, analizarán la técnica y recorrido potencial de todos los perfiles presentados y seleccionarán a dos candidatos por estilo artístico. Estos seis finalistas tendrán la oportunidad de crear sus obras en directo y en presencia del público durante la fase final o ‘batalla artística’ bajo la temática de ‘Autorretrato con botella’. Durante los días 21 y 22 de marzo, estos seis jóvenes talentos competirán entre sí reinterpretando este mensaje desde las tres corrientes artísticas vinculadas con la historia y evolución de la botella plateada de Ponche Caballero: cubismo, surrealismo y minimalismo.

Así, aquellos que tomen como referencia el Cubismo, llevarán a cabo un “autorretrato con botella”, utilizando la técnica del collage, donde los materiales tienen que ser plateados. Los artistas que se inspiren en el Surrealismo, realizarán un “autorretrato desde botella”, utilizando la botella como espejo para plasmar su propio reflejo distorsionado. Por último, quienes apuesten por una obra minimalista harán un “autorretrato en botella”, pintando sobre lienzo plateado. Finalmente, con las obras ya realizadas, el Jurado seleccionará al ganador de la I Edición del Premio ‘Arte con Punch’, que consistirá en una residencia completa de 25 días en [ES]POSITIVO junto con otros artistas residentes, que incluirá un estudio de trabajo, monitorización y asesoramiento de su proyecto artístico.

La conexión de Ponche Caballero con el Arte y el diseño

La botella plateada de Ponche Caballero, ha evolucionado hasta su forma actual al mismo tiempo que lo hicieron tres de las corrientes artísticas contemporáneas más destacadas del pasado siglo: cubismo, minimalismo y surrealismo.

En 1917, se empieza a comercializar a nivel nacional Ponche Caballero, coincidiendo con el auge del cubismo. Los artistas buscan trascender la bidimensionalidad, y Ponche Caballero busca llevar el consumo de su licor más allá del consumo local y familiar, donde había permanecido hasta el momento.

Por otro lado, en 1943, Ponche Caballero envuelve por primera vez sus botellas en papel de plata. En ese año, Dalí pinta “Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo”, una de las obras icónicas del surrealismo que reflexiona sobre el futuro del hombre en un mundo destruido por las Guerras Mundiales. La botella de Ponche Caballero se convierte en todo un icono a través de su singular botella plateada.

En 1969 Ponche Caballero metaliza industrialmente su botella con un proceso tecnológico inédito nunca antes aplicado en botellas. Nos encontramos en el punto álgido del minimalismo, la corriente de reducir a lo esencial, a despojar de elementos sobrantes. En ella, artistas como Dan Flavin, Sol LeWitt o Donald Judd comienzan a utilizar el metal como forma mínima para obtener una máxima potencia visual.

Por su carácter único, Ponche Caballero ha formado parte de la identidad cultural de nuestro país para muchas generaciones. Y su receta requiere de maestría y atención especial en su proceso de elaboración, algo que lo hace un licor inimitable y único. De igual forma, cada obra de arte es algo singular, una pieza única que no se puede repetir.

Es por eso que, a medida que se ahonda en los valores e imaginario de Ponche Caballero, más claras se encuentran las afinidades entre el proceso de la marca y la forma en que abordan el proceso creativo disciplinas artísticas como las escogidas para el concurso.