La periodista mexicana Alma Estela Guillermo Prieto, conocida como Alma Guillermoprieto, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018, según hizo público hoy en Oviedo el jurado encargado de su concesión.
El jurado de este Premio –convocado por la Fundación Princesa de Asturias– estuvo presidido por Víctor García de la Concha e integrado por Luis María Anson Oliart, Alberto Edgardo Barbieri, Juan Barja de Quiroga Losada, César Bona García, Irene Cano Piquero, Aurora Egido Martínez, Taciana Fisac Badell, Elsa González Díaz de Ponga, Alan Goodman, José Antonio Sánchez Domínguez, Diana Sorensen, José Antonio Vera Gil y Alberto Anaut González (secretario).
Esta candidatura ha sido propuesta por Antonio Lucas, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018.
Nacida en Ciudad de México en 1949, Alma Guillermoprieto ha desarrollado toda su carrera en Estados Unidos. Siendo una adolescente se trasladó a Nueva York para vivir con su madre. Con formación de bailarina, en 1969 viajó a La Habana para impartir clases de danza y fue allí donde, en 1978, se inició en el periodismo como freelance. Comenzó como reportera de América Central para el diario The Guardian y más tarde para The Washington Post, donde fue redactora de plantilla en los años 80. Tras un breve período como responsable de la corresponsalía para América del Sur del semanario Newsweek, decidió continuar su carrera como independiente. Desde 1989 ha escrito sobre América Latina para The New Yorker y The New York Review of Books y varias publicaciones en español. En 1995 Gabriel García Márquez la invitó al taller inaugural de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), y, desde entonces, imparte talleres para jóvenes periodistas. Fue profesora visitante en las universidades de Harvard, Chicago, California en Berkeley y Princeton, entre otras. Forma parte del cuerpo de profesores de la FNPI y del consejo asesor del Programa Latinoamericano de la Open Society Foundations, fundado por el magnate George Soros.
En sus casi cuarenta años de carrera, con sus crónicas y libros sobre las políticas y cultura de Latinoamérica, Alma Guillermoprieto ha logrado transmitir la compleja realidad de esta región, en especial al público angloparlante, convirtiéndose en una referencia internacional. Ejerce el periodismo narrativo escribiendo “con un profundo conocimiento y un detalle exquisito”. Su trayectoria empezó cubriendo la insurrección nicaragüense en los años 70 para The Guardian. Fue en 1982 cuando destacó como una de las dos periodistas que desvelaron, ella en The Washington Post, la masacre de civiles en El Mozote (El Salvador) por parte del Ejército salvadoreño. Los funcionarios finalmente reconocieron la matanza, cuyos detalles se corroboraron muchos años después al descubrirse las fosas comunes.
Ha escrito, entre otros temas, sobre Sendero Luminoso en Perú, el terrorismo de Estado en Argentina, el conflicto civil y el narcotráfico en Colombia y las guerras de la droga en México. Su primer libro fue Samba (1990), sobre su tiempo en una escuela en Mangueira, cerca de Río de Janeiro, al que le siguieron varios que recogen sus crónicas como Al pie del volcán te escribo (1995) –publicado originalmente como The Heart That Bleeds: Latin America Now (1994)–, Los años en que no fuimos felices (1998), Las Guerras en Colombia: tres ensayos (2000) o Desde el país de nunca jamás (2011), una selección de textos escritos entre 1981 y 2002. Otros de sus títulos son Historia escrita (2001), La Habana en un espejo (2005) – traducción de Dancing with Cuba: A Memoir of the Revolution (2004–, en los que describe la vida cotidiana durante la revolución; 72 migrantes (2011) y Los placeres y los días (2015).
Guillermoprieto es miembro honoraria de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias y doctora honoris causa por el Baruch College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Entre los premios que ha recibido están el Maria Moors Cabot (EE.UU., 1990), el de la Asociación de Estudios Lationamericanos a Medios (EE.UU., 1992); el MacArthur Fellow (EE.UU., 1995); el George Polk (EE.UU., 2000); dos del Overseas Press Club of America en 2008 y 2010 (compartido con Shaul Schwarz); el Lifetime Achievement de la International Women’s Media Foundation (EE.UU., 2010) y el Premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Profesional del diario El País (España, 2017).
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias Comunicación y Humanidades se concederá a “la labor de cultivo y perfeccionamiento de las ciencias y disciplinas consideradas como actividades humanísticas y de lo relacionado con los medios de comunicación social en todas sus expresiones”.
En esta edición concurrían un total de 27 candidaturas procedentes de 10 países.
Este ha sido el segundo de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo octava edición. Anteriormente fue otorgado el Premio Princesa de Asturias de las Artes al cineasta estadounidense Martin Scorsese. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Cooperación Internacional, Deportes, Letras, Ciencias Sociales, Investigación Científica y Técnica y Concordia.
El Premio está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.