El martes 8 de mayo de 2018, ha muerto en Madrid Julio López Hernández a los 88 años de edad.

Julio López y su mujer, la pintora Esperanza Parada (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 1928 – Madrid, 2011), pertenecen al grupo histórico y generacional de pintores y escultores que han vivido y trabajado en Madrid desde la década de 1950, unidos tanto por el vínculo de su formación y de su trabajo como por sus relaciones personales y familiares. Además de Julio y Esperanza, este grupo lo componen Antonio López García (Tomelloso, Ciudad Real, 1936); su esposa, María Moreno (Madrid, 1933); el escultor Francisco López Hernández (Madrid, 1932-2017), hermano de Julio; su mujer, la pintora Isabel Quintanilla (Madrid, 1938-2017) y Amalia Avia (Santa Cruz de la Zarza, Toledo, 1930 – Madrid, 2011), casada con el artista Lucio Muñoz. No todos nacieron en Madrid, pero este ha sido el lugar principal de residencia y trabajo de todos ellos.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha manifestado su más sentido pesar por la muerte del escultor Julio López Hernández. Ha señalado la relevancia de López Hernández, que fue galardonado por el Ministerio con el Premio Nacional de las Artes Plásticas en 1982, y que “ha dejado su impronta no sólo en calles y espacios de buena parte de España, sino también en otros escultores que aprendieron de él en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid”.

Académico de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, Julio López Hernández esculpió con su arte, entre otros, a muchos de los grandes de la literatura española, como Lorca, Guillén, Juan Ramón Jiménez, Cela o Borges, entre otros.

Méndez de Vigo ha recomendado visitar Paredes de Nava, municipio de Palencia, “por muchas razones, pero tenemos una razón más, porque acoge el monumento a Jorge Manrique realizado por López Hernández. Tardó cerca de 20 años en hacerlo. Un bajo relieve de resultado conmovedor que plasma el vínculo de Manrique con la Poesía”.

Por último, el Ministro ha señalado que «el escultor cuenta con obra en el Museo Reina Sofía, el Museo del Prado, el Auditorio Nacional y el Museo Nacional de Escultura, por señalar algunos, ya que son incontables los lugares que permiten conocer de cerca el arte de Julio López Hernández, enmarcado en la escuela realista”, ha señalado el Ministro.

Julio fue uno de los protagonistas de la exposición Realistas de Madrid, que se pudo ver en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza entre febrero y mayo de 2016. En palabras de Guillermo Solana, director artístico del Museo y comisario junto a María López de la exposición que tuvo lugar en el Thyssen, “la estética de Julio está dominada por el valor expresivo del gesto y de la máscara, el fragmento y la ruina … Julio López subordina la forma a lo narrativo. En sus piezas siempre queda algo de ese argumento, aunque solo sea una mínima anécdota».

Julio López Hernández nació en Madrid en 1930 y estudió, junto a Lucio Muñoz (Madrid, 1929-1998), en la Escuela Superior de Bellas Artes. Se había iniciado muy joven en la escultura en el taller de orfebrería fundado por su abuelo y continuado por su padre. En 1955 participa en una exposición colectiva en las salas de la Dirección General de Bellas Artes con Antonio López, su hermano Francisco y Lucio Muñoz. Con motivo de esta muestra conoce a la que será su esposa, la pintora Esperanza Parada con la que se casará en 1962 y tendrá dos hijas, Esperanza y Marcela.

En 1980 se celebra una exposición antológica de su obra en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid y en la misma década, en 1986, es nombrado académico de la Real Academia de San Fernando. Fruto de un encargo del Ayuntamiento de Valladolid, en 2001 se instala en el claustro del Museo Patio Herreriano el Retrato de sus majestades los reyes de España don Juan Carlos y doña Sofía realizado en colaboración con Francisco y Antonio López.

El miércoles 9, a las 11.00 horas, se celebrará una misa en la Capilla del Tanatorio de San Isidro y, a continuación, el entierro en el Cementerio Sacramental de San Isidro de Madrid.