La Secretaría de Estado de Cultura ha promovido que mañana 9 de mayo, Día de Europa, bandas, orquestas, conservatorios, escuelas o cualquier otra agrupación musical de cualquier municipio de España salgan a las calles y toquen su repertorio musical, en el que además se incluya el Himno de la Alegría (9ª sinfonía de Beethoven), el himno de Europa.
Han confirmado su participación municipios de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla y León, Madrid, Valencia, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Galicia, Baleares, Navarra, País Vasco y Asturias.
“El patrimonio cultural”, afirma Óscar Sáenz de Santa María, director general de Industrial Culturales y del Libro, “se encuentra no solo en disciplinas como el arte, sino también en otros ámbitos como las técnicas artesanales, la gastronomía, la historia, la música o el cine. Y qué mejor manera de celebrar que estamos en el Año Europeo del Patrimonio Cultural que con música, con la participación de la sociedad, para difundir entre todos la felicidad que nos aporta el patrimonio cultural”.
Año Europeo del Patrimonio Cultural
Los objetivos del Año Europeo son fomentar el intercambio y la valoración del patrimonio cultural de Europa como un recurso compartido, sensibilizar acerca de la historia y los valores comunes y reforzar un sentimiento de pertenencia a un espacio común europeo. Una mejor comprensión ayudará a consolidar el sentimiento de pertenencia a la Unión y reforzará el diálogo intercultural.
España cuenta con 62 bienes inscritos en las listas de Patrimonio Mundial de la UNESCO y es el segundo país del mundo (tras China) y primero de Europa con mayor número de bienes declarados. Los primeros bienes inscritos datan de 1984 y los últimos de 2016. De estos 62 bienes declarados, 40 son bienes culturales, 4 son bienes naturales, 2 son bienes mixtos, 13 son bienes inmateriales y 3 son proyectos de buenas prácticas para la salvaguarda del patrimonio inmaterial.
El patrimonio cultural desempeña un papel económico importante en Europa. Alrededor de 300.000 personas trabajan en el sector, y 7,8 millones de empleos europeos están vinculados indirectamente con él, por ejemplo en el turismo y la construcción. Asimismo, el patrimonio cultural tiene una incidencia positiva todavía poco conocida en nuestras sociedades, contribuyendo a la calidad de vida, la cohesión social y el diálogo intercultural.