Durante los próximos días, las calles de Pamplona se teñirán de blanco y rojo y miles de personas disfrutarán de nueve días de fiesta, tradición y costumbres. A propósito de la festividad de San Fermín, la Biblioteca Nacional de España recupera una serie de manuscritos, canciones, periódicos, carteles y películas, que se conservan en la institución y permiten acercarse a este popular evento.
Del 6 al 14 de julio la capital de Navarra celebra las fiestas en honor a San Fermín de Amiens, un misionero que logró numerosas conversiones en Francia y que murió decapitado tras haber sido encarcelado. Sin embargo, el culto al santo no siempre se rendía en estas fechas estivales, puesto que tradicionalmente se celebraba el 10 de octubre y por motivos climatológicos fueron trasladadas al 7 de julio, tal y como se recoge en una de las canciones más conocidas: 1 de enero, 2 de febrero…7 de julio San Fermín.
La fama de estas fiestas se debe en gran medida a la obra Fiesta del escritor estadounidense, Ernest Hemingway, ya que en esta novela se relatan algunas situaciones que el propio autor vivió durante su estancia en esta localidad. En la misma línea, el cine también se ha inspirado en esta tradición para filmar y dar difusión a estas fiestas grabando algunas de las escenas en la capital navarra como es el caso de Blue Lips (Daniela de Carlo, 2014) o La trastienda (Jordi Grau, 1975).
A las doce de la mañana del día seis de julio comienzan oficialmente las fiestas con el tradicional chupinazo, el lanzamiento de un cohete desde la plaza del Ayuntamiento, donde numerosas personas esperan con emoción el momento de atarse el pañuelo rojo al cuello. Tradicionalmente, ese día se cantaba el Riau- Riau en las vísperas religiosas, pero tras una serie de incidentes se suspendió la comitiva municipal que iba a visitar al santo, aunque las distintas peñas tratan de recuperarlo.
Una de las actividades más llamativas de Los Sanfermines son los encierros, una carrera popular de 875 metros, en la que los “mozos” corren delante de los seis toros y seis cabestros por las calles del casco antiguo hasta llegar a la plaza de toros. Esta actividad, que se repite las mañanas del 7 al 14 de julio, comienza con un cántico, “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición”, con el que los participantes encomiendan su suerte al santo. Los mismos astados son los que se lidiaran en la posterior corrida de toros.
La clausura las celebraciones se realiza a las doce de la noche poniendo fin a la fiesta ininterrumpida y se entona la famosa canción del Pobre de mí, momento en el que se inicia, también, la cuenta atrás para la siguiente edición de las Fiestas de San Fermín.