Roberto Aguirrezabala (Sestao, Vizcaya, 1971) ha resultado ganador con su obra “Parabellum” de la quinta edición del Premio Ankaria-La Palabra Pintada, convocado por la Fundación Ankaria para promover la creación de libros de artista como un canal singular de expresión y experimentación dentro del campo de las artes plásticas. El segundo premio de este certamen ha distinguido a Raúl Díaz Reyes (Madrid, 1977) por su obra “Always in love”.
En la categoría juvenil, el Premio Javier Rosón para Libros de Artista realizados por jóvenes menores de 28 años ha galardonado a Natalia Escudero (Zaragoza, 1991) y concedido un Accésit a Razvan Gabriel Pantea (Bucarest, Rumanía, 1994).
Tras cinco ediciones consecutivas, el premio Ankaria-La Palabra Pintada se ha convertido en el más importante que se convoca en España dentro de esta especialidad y concita en cada nueva convocatoria a cientos de artistas procedentes de todo el mundo. En la presente edición optaban a los premios un total de 298 proyectos.
El jurado del Premio La Palabra Pintada está formado por el presidente de la Fundación Ankaria, Ricardo Martí Fluxá, y por los patronos de la institución, Saleta y Javier Rosón, Jaime Mairata y José María Luna.
Su dotación económica (3.000 euros para el primer premio, 1.500 para el segundo y 1.000 para el vencedor en la categoría joven) está destinada a la adquisición de obra de los artistas galardonados. Asimismo, el proyecto ganador pasará a formar parte de la exposición “La Palabra Pintada”, que continúa su itinerancia por España. En ella, se pueden encontrar los trabajos de los artistas que se han alzado con el premio hasta el momento: Javier Pividal (2014), Shirin Salehi (2015), Daniel Verbis (2016) y Guillermo Mora (2018), junto a las piezas de figuras consagradas que constituyen el cuerpo central de la muestra.
Primer Premio, Roberto Aguirrezabala
“Parabellum”, obra con la que se ha alzado ganador Roberto Aguirrezabala, es una pequeña instalación (17x12x45 cm.) que muestra la acción de un disparo que atraviesa simultáneamente dos libros de gran valor histórico, Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche, en la edición de guerra original alemana de 1918, y Citas del Presidente Mao, de 1967, original en chino publicado en plena Revolución Cultural. “Una bala de 9 mm parabellum atraviesa el comunismo de Mao y el surgimiento ideológico del nazismo en un mismo disparo”, describe Aguirrezabala la intención de su pieza.
El artista, que vive y trabaja actualmente en Bilbao, tilda su producción artística de “multidisciplinar”, muy anclada en el uso de la fotografía en convivencia objetos intervenidos para explorar conflictos de identidad, sociales y políticos del individuo. “La fotografía que realizo no puede encuadrarse dentro del ámbito del reportaje, aunque realmente contenga numerosas conexiones con lo documental y habitualmente los temas que desgrano son parte de la prensa diaria y de la memoria histórica. Más bien me interesa la fotografía como ensayo, como una herramienta de discusión. Cada obra que construyo trata de ahondar en un momento puntual de la historia del siglo XX como si se tratara de un debate abierto con la actualidad, un diálogo con sus tensiones y enfrentamientos”, declara el artista.
Aguirrezabala ha cosechado a lo largo de su andadura números premios y reconocimientos. Entre los últimos figuran el XX Premio de Artes Plásticas Sala El Brocense, el International Photography Awards, la Mención especial en PhotoEspaña o el Premio de Fotografía Fundación Enaire. Su última exposición individual, titulada “Entropía”, pudo contemplarse hace dos años en Bilbao Arte. Su obra se exhibe en varios museos nacionales y colecciones públicas.
Segundo Premio, Raúl Díaz Reyes
La obra “Always in love”, de Raúl Díaz Reyes, que se ha alzado con el segundo premio, es un libro de 68 páginas (31 x 31 cm., tapa dura, cosido, encuadernación en lienzo), dividido en cuatro series de dibujos realizados sobre papeles de variada procedencia, tamaño y calidad y ejecutados con diferentes técnicas y en diversos estilos. La pieza constituye una recopilación de los dibujos y bocetos preparatorios que formarán parte de la exposición individual que, bajo el mismo título, prepara el artista.
El trabajo de Raúl Díaz Reyes rompe las fronteras entre las disciplinas, conduciendo al espectador a una contemporaneidad en la que todas las lenguas se alejan del estándar e invitan a proyectar una mirada panorámica del entorno. Su trabajo se ha desarrollado entre España y Brasil, y sus últimas exposiciones individuales se han celebrado recientemente en ciudades como Madrid, São Paulo y Moscú.
Premio Javier Rosón, Natalia Escudero
La Fundación Ankaria ha instituido por primera vez en esta edición el Premio Javier Rosón, para artistas menores de 28 años, que ha recaído en Natalia Escudero (Zaragoza, 1991) por su obra Sin título (600x20x4,5 cm.) que muestra la conversión a objeto de una serie de libros y revistas, homogeneizados mediante el uso de la guillotina, en un proceso que la artista confiesa que ha sido doloroso. “El corte transversal del papel impreso – explica– vela y revela contenido simultáneamente. Se trata de una abstracción, una reducción que permite ver y mirar de forma diferente. Es una traducción de lenguaje escrito a lenguaje visual.”
La obra de Natalia Escudero, según declara la misma autora, “surge de la observación de la realidad que me rodea. Una realidad de manifiesta sencillez cuyos detalles, aunque aparentemente invariables, vibran ligeramente en el devenir de lo cotidiano”.
El Premio Javier Rosón contempla también la concesión de un Accésit, que en esta edición ha distinguido a Razvan Gabriel Pantea (Bucarest, Rumanía, 1994) por su obra titulada CODE (22X16X2,5 mm), realizada en metacrilato.
Acerca de la Fundación Ankaria
La Fundación Ankaria surge en 2009 como iniciativa del empresario y coleccionista de arte Javier Rosón, con el propósito de convertirse en una plataforma de pensamiento y actividades dentro de los campos relevantes en el momento actual: por un lado, la reflexión en torno a la política y su influencia determinante en el conjunto de áreas que conforman la sociedad, y por otro, la promoción de la cultura en general, y en particular del arte contemporáneo, como manifestación y medida del grado de sensibilidad, civilización y desarrollo de las sociedades.