Dentro de los actos de celebración del Bicentenario y bajo el título “Memoria audiovisual del Museo del Prado», se ha creado un nuevo fondo documental que reúne por primera vez la historia audiovisual del Museo –de su edificio y sus colecciones- a través del cine, el NODO y la televisión.
En colaboración con Filmoteca Española y Radio Televisión Española (RTVE) el archivo arranca con 300 registros entre los que destacan las visitas oficiales de Eva Perón o James Stewart, el documental inédito “Introducción al Museo del Prado” (1985) de Basilio Martín Patino o la serie de RTVE “Mirar un cuadro” con figuras como Alberti, Cela o Umbral. El fondo cuenta también con películas rodadas en las salas o en el entorno del Museo con celebridades como Rita Hayworth, Rex Harrison, Tony Leblanc, Aurora Bautista o Concha Velasco dirigidas por Antonio Mercero, Orson Welles o George Marshall, entre otros.
Un nuevo fondo documental accesible desde la web institucional (www.museodelprado.es/bicentenario/memoria-audiovisual) que contará a lo largo de 2019 con más de 400 títulos, testigos privilegiados del último siglo en el Museo del Prado.
El Museo del Prado, en colaboración con Filmoteca Española y Radio Televisión Española ha creado este nuevo fondo documental gracias también a la participación desinteresada de entidades privadas y personas físicas tales como Video Mercury Films, Fundación Basilio Martín Patino, ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) – Archivo Histórico Audiovisual, SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), Beda Docampo Feijóo, Ángel Durández, Ana Núñez y Juan Díaz Goy.
Gracias a esta colaboración institucional para la preservación y difusión del patrimonio audiovisual en torno al Museo del Prado, se han recuperado más de 400 títulos a través de una exhaustiva labor de catalogación, digitalización, gestión online e incluso en algunos casos restauración fotoquímica. Así ha salido a la luz, el documental inédito titulado “Introducción al Museo del Prado” (1987) de Basilio Martín Patino bajo la dirección de fotografía de Juan Mariné, y se ha abordado la restauración de cinco cortometrajes que necesitaban una intervención inmediata: “Velázquez” (1937) de Ramón Barreiro, “La mitología en el Prado: Rubens” (1948) de José María Elorrieta, “Il Paradiso Perduto” (1948) de Luciano Emmer y Enrico Gras (pioneros en la producción de documentales de arte), “Goya en el Museo del Prado” de José A. Sobrino y “El Greco. Un pintor, un río, una ciudad” (1960) de Jesús Fernández Santos.
Entre los materiales que dotan el fondo hay producciones españolas e internacionales (EEUU, Reino Unido, Italia y Dinamarca), dirigidas por nombres clave de la cinematografía como Orson Welles, George Marshall, Basilio Martín Patino, Carlos Saura, Pilar Miró, Antonio Mercero, Jesús Fernández Santos, José López Clemente o Ramón Masats, entre otros.
Entre las ficciones hay que destacar la presencia de actores y actrices tan populares como Rita Hayworth, Rex Harrison, Tony Leblanc, Aurora Bautista, Concha Velasco, Imperio Argentina, Francisco Rabal, Gabino Diego, Leonor Watling, Eduard Fernández o José Coronado; así como algunos documentales con locución de Fernando Rey o María Dolores Pradera.
Las dos líneas de trabajo que han estructurado el fondo documental son «El Museo como escenario» y «El Museo como inspiración».
El Museo como escenario
Las imágenes recopiladas bajo esta línea de trabajo dan cuenta tanto de la historia material del edificio y del entorno urbanístico con las diversas obras y remodelaciones, como de la historia misma del país a través de los diversos retratos del público y las visitas oficiales. En ese sentido, el rodaje de exteriores del Museo, los noticiarios y reportajes del NODO filmados dentro de las salas o programas emblemáticos como «Informe Semanal», ofrecen una perspectiva excepcional de nuestra historia reciente.
En “¡Viva Madrid, que es mi pueblo!” (1928), de Fernando Delgado, podemos ver cómo era la Puerta de Velázquez cuando el monumento con la escultura del artista, obra de Aniceto Marinas García, se encontraba rodeado de césped. El título “Madrid” (1942) de Ángel Negra nos muestra cómo era la Puerta de Goya antes de existir el acceso directo por la planta baja (en el que actualmente se ubican las taquillas del Museo); y en el mismo título se muestran imágenes de “La Inmaculada Concepción de los Venerables” de Murillo y la “Dama de Elche”, cuando acababan de regresar del Louvre de París tras las negociaciones en 1941 entre el Gobierno español y el francés.
Mención especial en este apartado merece “Tierra y cielo” (1941) de Eusebio Fernández Ardavín, protagonizada por una copista de Murillo (Maruchi Fresno), pues buena parte de la cinta transcurre en el interior del Museo. Se trata de una película vinculada a la corriente historicista y patriotista del cine español de los años 40, pero en este caso ensalzando los valores de la nación a través de las obras del Museo del Prado. Uno de los principales atractivos de este título es la secuencia final en la que aparece la sala de “Las meninas” con la instalación de un espejo en el que se reflejaba la obra, creando un juego visual.
La iglesia de los Jerónimos y el claustro también aparecen reflejados en varios títulos, en su estado previo a la ampliación de Rafael Moneo; destacando una secuencia de “Las chicas de la Cruz Roja” (1958) de Rafael J. Salvia, en la que las protagonistas contemplan la salida de unos recién casados en la escalinata de la iglesia.
Algunos de estos elementos se repiten en otros títulos, así como las reformas en el entorno del Museo. “El pobre García” (1961) dirigida por Tony Leblanc, nos muestra el “Monumento a Eugenio d´Ors” del Paseo del Prado cuando estaba en proceso de construcción, y cuya inauguración podemos ver en un NODO de 1963.
En el año 2008, el cineasta Beda Docampo Feijóo retrataría la recién inaugurada ampliación de Moneo, al utilizarla como fondo para varias secuencias de su película “Amores locos”, protagonizada por una vigilante de sala del Museo del Prado, interpretada por la actriz Irene Visedo.
En cuanto a la historia del Museo, cabe destacar la presencia de reportajes relacionados con la Guerra Civil española, el trabajo de la Junta de Protección del Tesoro Artístico y el exilio de las obras del Museo del Prado durante el conflicto bélico. Son abundantes los reportajes sobre visitas oficiales de altos cargos representativos como Eva Perón, el presidente Quirino o los reyes de Jordania y de nombre famosos como James Stewart y Orson Welles.
En cuanto a reportajes y documentales sobre exposiciones históricas del Museo del Prado, hay que destacar el que Pilar Miró dedicó a la exposición de “Velázquez” en 1990, con hora y media de duración, en cuyo prólogo vemos a un joven príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, dando sus impresiones sobre la obra velazqueña.
II. El Museo como inspiración
Los materiales recopilados bajo esta premisa abarcan desde el género documental a cintas de ficción y reportajes divulgativos. Ejemplos de documentales emblemáticos serían “Prado Vivo” (1965), de Ramón Masats, en donde el realizador fija su atención en lo más humano: los visitantes del museo y “Tres horas en el Museo del Prado”, (1968) película basada en el clásico del escritor catalán Eugenio d´Ors, bajo la dirección de Jesús Fernández Santos, cineasta que llegó a rodar más de una docena de documentales en el Museo, la mayoría de ellos producidos por NO-DO, siendo por tanto el director cinematográfico que más veces ha trabajado en la Institución.
Especial atención merece la serie de RTVE “Mirar un cuadro” dirigida por Alfredo Castellón, en la que cada semana un reconocido personaje intelectual de la época (entre poetas, escritores, pintores, escultores, arquitectos, periodistas, etc.) comentaba una pintura, confrontando su disertación con la opinión vertida por el público que contempla la obra en las salas del Museo. La serie contó con dos temporadas y se emitió desde 1982 hasta 1988, habiendo recopilado para el proyecto “Memoria audiovisual” un total de 84 capítulos que fueron grabados en el Museo Nacional del Prado, contando con figuras como Rafael Alberti, Carmen Martín Gaite, Camilo José Cela, María Zambrano, Rafael Canogar, Antonio Saura, Maruja Mallo, Peridis, Manuela Mena, Miguel Fisac o Francisco Umbral, entre muchos otros.
Entre las películas de ficción, son frecuentes las alusiones cinematográficas a algunas de las obras maestras, a través de lo que se conoce como “tableau vivant”. Ejemplo de este recurso son las dos versiones de “Locura de amor”, de 1909 y 1948, que representan la pintura histórica «Doña Juana de Castilla siguiendo el féretro de Felipe el Hermoso» de Francisco Pradilla. Podemos encontrar la recreación de “Los fusilamientos” en “Goya en Burdeos” (1998) de Carlos Saura o “Agustina de Aragón” (1950) de Juan de Orduña. También, alusiones a varias escenas de los cartones para tapices de Goya en títulos como: “La maja del capote” (1943) de Fernando Delgado, “Goyescas” (1942) de Benito Perojo o “La Tirana” (1958) de Orduña. Incluso tenemos una recreación de la estancia del Alcázar de Madrid en la que Velázquez realizó “Las meninas”, en “El duende y el Rey” (1948) de Alejandro Perla.
Hay que hacer referencia a otro texto clásico inspirado igualmente por las colecciones del Prado, que es “Las meninas” de Antonio Buero Vallejo. El programa de RTVE “Noche de Teatro” adaptó esta obra teatral en 1974, bajo la dirección de José Osuna y Manuel Ripoll. Buero Vallejo sería además uno de los intelectuales anteriormente referidos que participarían en la serie “Mirar un cuadro” en el año 1982, comentando la obra de Velázquez “El bufón llamado don Juan de Austria”.
En cuanto a monográficos dedicados a la divulgación de los grandes maestros de la pintura del Museo Nacional del Prado, dos ejemplos que han sido tratados de un modo temático, son: “Fiesta aldeana” (1955) de José María Hernández Sanjuan, con la obra de David Teniers, o “La vida de María” (1952), narrada a través de pequeños detalles de “La Anunciación” de Fra Angelico.