El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta en sus salas una exposición retrospectiva del artista francés Balthasar Klossowski de Rola (1908-2001), conocido como Balthus, organizada conjuntamente con la Fondation Beyeler en Riehen/Basilea, donde ha podido visitarse hasta enero de 2019, y con el generoso apoyo de la familia del pintor.
Considerado uno de los grandes maestros del arte del siglo XX, Balthus es sin duda también uno de los pintores más singulares de su tiempo. Su obra, diversa y ambigua y tan admirada como rechazada, siguió un camino virtualmente contrario al desarrollo de las vanguardias. El propio artista señaló explícitamente algunas de sus influencias en la tradición histórico-artística, de Piero della Francesca a Caravaggio, Poussin, Géricault o Courbet. En un análisis más detenido, se observan también referencias a movimientos más modernos, como la Nueva Objetividad, así como de los recursos de las ilustraciones populares de libros infantiles del siglo XIX, como Alicia en el País de las Maravillas. En su desapego de la modernidad, que podría calificarse de ‘posmoderno’, Balthus desarrolló un estilo figurativo personal y único, alejado de cualquier etiqueta. Su particular lenguaje pictórico, de formas contundentes y contornos muy delimitados, combina los procedimientos de los maestros antiguos con determinados aspectos del surrealismo, y sus imágenes encarnan una gran cantidad de contradicciones, mezclando tranquilidad con tensión extrema, sueño y misterio con realidad, o erotismo con inocencia. En sus escenas urbanas y en sus interiores, pero también en sus paisajes y naturalezas muertas, el espacio pictórico se convierte en escenográfico, invitando al espectador a formar parte de él, mientras que el tiempo parece detenerse.
Balthus (París, 1908 – Rossinière, 2001)
Balthus regresó en 1924 a París para dedicarse a pintar. Aunque rechazó cualquier enseñanza artística de ningún otro pintor, Pierre Bonnard, amigo de la familia, le orientó en los comienzos de su carrera, de ahí que se iniciara artísticamente dentro de un estilo postimpresionista. Sin embargo, lo que de verdad le interesaba era el estudio de los grandes maestros de la pintura, como Poussin, que copiaba en el Louvre.
En 1936 expone por primera vez en Londres y en 1938 en los Estados Unidos. Cuando estalla la guerra es llamado a filas, pero un año después fue excluido del ejército por motivos de salud. Al final de la década de 1940 su prestigio artístico estaba plenamente consolidado. Separado ya de Antoinette, en los años 1953-1961 trasladó su residencia al Château de Chassy, en Morvan (Borgoña), donde comenzó una etapa dedicada principalmente a las bañistas y al paisaje. En 1961, su amigo y ministro de Cultura de Francia, André Malraux, le nombra director de la Académie de France en Roma. Dedicado a la renovación del edificio histórico de Villa Médicis, sede de la Academia, que duraría 16 años, ocupa menos tiempo en su trabajo. Sin embargo, en Italia, Balthus empieza a utilizar una técnica que recuerda la de los frescos renacentistas. En 1962, en un viaje a Japón como director de la Academia, conoce a Setsuko Ideta, con quien se casaría unos años después.
Un pintor a contracorriente
“No tengo ningunas ganas de figurar entre los representantes de las últimas novedades. Simplemente quiero cumplir mi destino como pintor (…)”
La primera exposición individual de Balthus, en 1934, constaba solo de siete lienzos, pero fueron suficientes para convertirse en toda una revelación. Sus imágenes pintadas a la manera tradicional, pero alejadas de las corrientes figurativas de la época, estaban cargadas de implicaciones psicológicas y de misterio.
El tiempo de la infancia, el enigma de la realidad
Las figuras adormiladas, ensimismadas, que esperan ociosas y aparentemente aburridas reclinadas en butacas o sofás y sujetando a veces un espejo o con un libro entre sus manos, remiten igualmente al cuento de Carroll, en el que el punto de partida de la narración es el tedio de la joven protagonista. Una situación que, como en los cuadros de Balthus, es la que da lugar a la revelación y a la creación. En sus memorias, el artista escribió: “(…) inmovilizarlas en el acto de leer o soñar es prolongar el privilegio de un tiempo entrevisto. El libro, entonces, es una llave que permite abrir el cofre misterioso con perfumes de la infancia. (…) Tiempo espolvoreado de oro, que no ha sufrido la alteración del mundo, tiempo circundado de un lado mágico, tiempo inmovilizado en lo que ven, sonriendo, las soñadoras. Tiempo surreal propiamente dicho y no surrealista.”
Título: Balthus
Organizador: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en colaboración con la Fondation Beyeler en Riehen/Basilea
Con la colaboración de la Comunidad de Madrid
Sede y fechas: Basilea, Fondation Beyeler en Riehen, del 2 de septiembre al 1 de enero de 2019; Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 19 de febrero al 26 de mayo de 2019.
Comisarios: Raphaël Bouvier, con el apoyo de Michiko Kono y Juan Ángel López-Manzanares
Comisaria técnica: Leticia de Cos, Área de Exposiciones del Museo Thyssen-Bornemisza.
Número de obras: 47
Publicaciones: Catálogo, edición en español e inglés; Guía didáctica y publicación digital en la app gratuita Quiosco Thyssen para tabletas y smartphones, en español e inglés.
INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE
Dirección: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de exposiciones temporales, planta baja.
Horario: De martes a viernes y domingos, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21 horas.
Balthus
Del 19 de febrero al 26 de mayo de 2019
Comisarios: Raphaël Bouvier, Michiko Kono y Juan Ángel López-Manzanares
Imágenes: Balthus. La calle, 1933. The Museum of Modern Art, Nueva York. Legado de James Thrall Soby, 1979 / Balthus. La partida de naipes, 1948-1950. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid / El aseo de Cathy, 1933. Centre Pompidou, Paris. Musée national d’art moderne/Centre de création industrielle. Adquisición, 1977 / Balthus. Thérèse soñando, 1938 The Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Jacques y Natasha Gelman Collection, 1998 / Balthus. El rey de los gatos, 1935 Musée cantonal des Beaux-Arts de Lausanne. Donación de la Fondation Balthus Klossowski de Rola, 2016 / Balthus. La habitación turca, 1965-1966. Centre Pompidou, Paris. Musée national d’art moderne/Centre de création industrielle. Adquisición del estado, 1967 / Balthus. Las tres hermanas, 1955. Colección Patricia Phelps de Cisneros / Balthus. Los buenos tiempos, 1944-1946 Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Smithsonian Institution, Washington, DC donación de la Joseph H.Hirshhorn Foundation, 1966
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