Hace 30 años, el 1 de marzo de 1989, Filmoteca Española inauguró el rehabilitado Cine Doré como sede fija de su programación. Cuatro millones de espectadores y veinte mil películas después, Filmoteca Española quiere rendir homenaje a la emblemática sala que se ha convertido en lugar de encuentro y referente de la cultura cinematográfica. Para ello ha preparado un programa preliminar que se enriquecerá y se extenderá a lo largo de todo el 2019.

Las actividades conmemorativas comenzarán el 28 de febrero, día previo a aquel 1 de marzo de 30 años atrás, en el que el ministro de Cultura Jorge Semprún asistió al inicio de las proyecciones. En esta ocasión, el Doré recuperará su espíritu de cine de barrio de los años 60, cuando era conocido como “el palacio de las pipas”, y el ministro de Cultura actual, José Guirao, acompañado por la directora general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, Beatriz Navas, asistirán a la proyección de la película inédita “Vaya luna de miel” del cineasta Jesús Franco, de 1980. Este film, recientemente recuperado en el archivo del Centro de Conservación y Restauración de la Cinematografía (CCR) de Filmoteca Española, ha sido digitalizado a partir de los negativos para su estreno casi cuarenta años después de su realización.

Durante el mes de marzo, Filmoteca Española recreará 30 sesiones históricas de la programación del Doré de los últimos 30 años. Entre ellas destacan grandes momentos como las visitas de Agnés Varda, Gus Van Sant, Iván Zulueta o Isabella Rossellini. El ciclo, denominado “30 aniversario del Cine Doré”, comenzará con la proyección de “El verdugo”, de Luis García Berlanga (1961). Hace 30 años, y con motivo de la inauguración de la sede de Filmoteca Española precisamente García Berlanga y Pedro Almodóvar fueron invitados a elaborar sendas cartas blancas.

El viaje al pasado que será complementado con una visión hacia el futuro, con el inicio de talleres para niños y público familiar. Estos talleres, que por primera vez implican a niños de muy corta edad (desde 3 años), se desarrollarán a lo largo de los domingos del mes de marzo. En ellos, los niños y niñas podrán “jugar al cine” y poner en marcha toda su creatividad e imaginación. Diseñar y pintar la cartelería, emular un rodaje o crear efectos especiales y de animación serán algunas de las propuestas para los más pequeños. Estos talleres se suman a la programación infantil y juvenil habitual de Filmoteca en sus sesiones de Filmoteca Junior los sábados y EducaFilmoteca las mañanas de los jueves en el Doré.

A lo largo de 2019, entre otras actividades, también se pondrá en marcha también el proyecto “Encadenados”, en el que se solicitará cineastas españoles que acepten el reto de elegir su película favorita española de un colega vivo y vendrán a presentarla, pasando el testigo al siguiente director o directora.

Libro conmemorativo sobre la historia de un cine emblemático

Para dejar un legado de esta celebración, en verano se publicará un libro que repasará la historia del Cine Doré. Desde su construcción en 1912, cuando se denominó Salón Doré, pasando por su etapa como lujoso cine de estrenos en los años 20, en la que pasó a denominarse Cine Doré, y después como decadente sala de reestrenos en los 40 y 50, hasta finalmente llegar a su cierre en los 60 y la posterior rehabilitación en los 80. Un libro en el que se encuentran la historia de la exhibición cinematográfica y la de Madrid.

El libro recogerá todo tipo de anécdotas, como la campaña realizada por parte de los vecinos del barrio madrileño en el que se encuentra para que lo demoliesen a principios de los años 80. Poco después, el Ayuntamiento de Madrid, dueño del edificio desde 1982, lo cedió al Estado para que se pudiera usar como espacio de proyección estable de Filmoteca Española, ya que hasta ese momento las salas de ‘la filmo’ cambiaban cada dos o tres años.

Tras llevar a cabo una reforma del local, que estaba en estado ruinoso, el 28 de febrero de 1989 se celebró una fiesta de inauguración para el equipo de Filmoteca en el vestíbulo del Doré. Y, al día siguiente, el 1 de marzo, se inició la programación en las nuevas salas.

Durante los 30 años que transcurren entre esa inauguración y la actual celebración, 4 millones de espectadores han pasado por las dos salas del Cine Doré para ver veinte mil películas y más de cinco mil presentaciones y coloquios.

En la actualidad, tras un mes de nuevas obras de acondicionamiento y mejora, el Doré mira al futuro con la voluntad de seguir atrayendo al público con una oferta cultural única en la ciudad (el Doré sigue siendo la pantalla grande donde ver cine de todo mundo al que no se puede acceder de otra forma, y las mejores condiciones de visionado) y accesible a todos (gratis para menores de 18 años y con entradas entre 2 y 3 euros para los demás).