Filmoteca Española abordará durante los meses de abril y mayo las huellas del cine republicano tras la Guerra Civil española a través del ciclo ‘Los dos exilios’, en el cine Doré. El proyecto reúne, por vez primera y con mirada amplia, los exilios internos y externos en la producción cinematográfica, desde el conflicto armado hasta la muerte del dictador.
Tras la Guerra Civil, las fértiles formas republicanas de la cultura cinematográfica española encontraron vías de subsistencia tanto fuera como dentro del país. Esta hipótesis -la presencia de una esencial huella republicana, nacional popular, en el cine español incluso desde el primer franquismo- junto con la investigación universitaria y la conmemoración del 80 aniversario del final de la Guerra Civil, sustenta ‘Los dos exilios’, ciclo comisariado por Josetxo Cerdán, José Luis Castro de Paz y Miguel Fernández-Rodríguez, dentro del proyecto de investigación Cartografías del cine de movilidad en el Atlántico Hispánico, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y co-financiado con fondos FEDER.
La cinematografía de ‘Los dos exilios’
Entre las películas que se proyectarán en el cine Doré se encuentran las dos monumentales películas exiliadas: ‘Sierra de Teruel’ (André Malraux, 1939), promovida por el gobierno republicano pero estrenada ya, fuera de España, tras la derrota; y la hispano-mexicana ‘En el balcón vacío’ (Jomí García Ascot, 1962), dolorosa experiencia fílmica, construida a partir de punzantes recuerdos fragmentarios, financiada y realizada por españoles transterrados).
También estarán presentes en el ciclo aquellos títulos que reflejan el trabajo de realizadores, guionistas, intérpretes y productores en el exilio, como Luis Buñuel y Luis Alcoriza, ‘La hija del engaño’ (1951), una nueva versión, realizada en México, de la misma obra de Arniches ya adaptada por Filmófono en la república, con producción ejecutiva del propio Buñuel; Carlos Velo (‘Torero’, 1956); Angelillo (‘Mi cielo de Andalucía’, Ricardo Urgoiti, 1942); Miguel de Molina (Esta es mi vida, Ramón Viñoly Barreto, 1953); María Casares (la voz en off de ‘Guernica’, Alain Resnais y Robert Hessens, 1950); más tarde Jacinto Esteva (‘Notes Sur l’émigration’, 1962), Fernando Arrabal (‘Viva la muerte’, 1971) o Jorge Semprún (‘Les deux mémoires’, 1973).
Del mismo modo se podrán ver otros filmes capaces de dar cuenta inequívoca de los modos y formas con los que los cineastas que permanecieron en España trataron de referirse, de manera más o menos metafórica y discreta, a su vinculación con la II República, así como al “exilio interior” que sufrían, con sus trágicas consecuencias psíquicas y, en cualquier caso, al doloroso presente que les tocaba vivir.
Títulos de las nuevas generaciones (supuestamente) ‘franquistas’, formadas intelectualmente en los años 30 (Antonio Román, Carlos Serrano de Osma, Arturo Ruíz Castillo); de los ‘regeneracionistas’ de los 50 (‘El malvado Carabel’, 1955, de Fernando Fernán-Gómez); de los jóvenes talentos del Nuevo Cine Español (‘Nueve cartas Berta’, Basilio Martín Patino, 1962); y de exiliados interiores (‘El espíritu de la colmena’, Víctor Erice, 1973).