La exposición Tetsuya Ishida. Autorretrato de otro reúne un conjunto de 70 cuadros y dibujos en los que este artista de culto en su país natal reflejó los devastadores efectos de las grandes crisis económicas acaecidas desde 1973. Se inaugura el próximo 11 de abril en el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro y podrá visitarse hasta el 8 de septiembre

La exposición Autorretrato de otro es la primera gran retrospectiva que se realiza fuera de Japón sobre el trabajo de Tetsuya Ishida (Yaizu, Shizuoka, 1973 – Tokio, 2005), un artista de culto en su país que, en su corta carrera, reflejó con incisiva lucidez las amargas consecuencias de las sucesivas crisis que perturbaron la economía mundial a partir de 1973 y, más concretamente, el momento de recesión que vivió Japón tras el estallido de la burbuja especulativa en 1991.

En solo diez años de actividad –falleció de manera repentina a los 32 años de edad- Ishida produjo un formidable corpus de trabajo figurativo, poniendo rostro a la desolación generalizada de una sociedad radicalmente alterada por los despidos masivos y la especulación. Sus pinturas, dibujos y cuadernos son un testimonio excepcional del malestar y de la experiencia de la alienación del sujeto contemporáneo.

Poco conocido hasta la fecha fuera de Japón, si bien su repercusión internacional se ha visto incrementada en los últimos años, Ishida desarrolló un poderoso imaginario repleto de personajes híbridos y máquinas antropomorfas que habla de la soledad, la incomunicación y la profunda crisis de identidad en un mundo que ha convertido a las personas en piezas intercambiables de un complejo engranaje al servicio de la producción y el consumo.

La muestra reúne unas 70 pinturas y dibujos realizados entre 1996 y 2004 representativos de este particular universo estético, en el que el artista denuncia sin tapujos la deshumanización del sujeto sometido a procesos de mecanización y de especialización en un entorno en el que la incertidumbre, el estado de ánimo y el estancamiento de este período oscuro tienen muchos paralelismos con la crisis que desde 2008 afecta a la economía y la política a escala mundial.