La premio Cervantes 2018, Ida Vitale, depositó en la Caja de las Letras un manuscrito de José Bergamín de 1950, editado con correcciones a mano y dibujos del propio autor, que la poeta uruguaya ha atesorado desde entonces. La obra, en papel amarillento y que ha sobrevivido tras casi siete décadas, permanecerá guardada en la cámara acorazada del Instituto Cervantes hasta el 2 de noviembre de 2023, fecha en la que se cumplirán 100 años del nacimiento de Vitale en Montevideo.
«No sé cómo me quedé yo con ese manuscrito», explicó la escritora y crítica, pero «ahora sé que lo he tenido todo este tiempo para entregarlo acá». Con ademanes vivarachos a sus 95 años, Ida Vitale aludió al destino y al azar para explicar por qué permaneció en su poder el manuscrito titulado Disparadero español. Crítica trashumante.
El autor español José Bergamín (1895-1983) escribió esta obra durante su exilio en Uruguay tras la Guerra Civil, donde fue uno de los primeros profesores de la Facultad de Humanidades de Montevideo. Reconociendo el valor intrínseco del legado, Ida Vitale afirmó que «no era una herencia cualquiera», ya que podía haberse perdido o degradado con los años. «Tenía una responsabilidad que cumplir» antes de morir, dijo la poeta, que terminó su intervención agradeciendo a Madrid «la oportunidad de quedarme con la conciencia tranquila».
En la víspera de recoger el Premio Cervantes 2018 de manos de Su Majestad el Rey en la Universidad de Alcalá (Madrid), también dejó en la caja de seguridad número 1.191 dos de sus libros, que dedicó al Instituto: La luz de esta memoria (1949), su primer poemario, y Oidor andante (1972). Acompañaron a la autora una veintena de invitados, entre ellos, la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, Olvido García Valdés.
«Compromiso con el futuro»
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, leyó el poema de Vitale titulado Mi homenaje, como símbolo del reconocimiento que la institución quiere rendir a la escritora. Aseguró que hoy es un día especial porque «por primera vez me toca recibir a la poesía» en la Caja de las Letras, en la que desde su nombramiento ha recibido otros legados relacionados con la historia, la edición o la narrativa.
El también poeta agradeció a Ida Vitale «el honor que nos hace con su legado» y destacó que «nuestro compromiso con el futuro es saber elegir bien qué herencia dejamos del pasado».
Con este acto, emitido en streaming, se abrió la Semana Cervantina que ha organizado el Instituto Cervantes, tanto en España como en sus centros, como celebración del Día Internacional del Libro.
El homenaje a Ida Vitale tendrá su continuación el próximo jueves (a las 20 h), cuando la autora mantendrá un encuentro con sus lectores también en la sede madrileña del Cervantes, donde charlará con tres destacados poetas: Luis García Montero, Olvido García Valdés y Raquel Lanseros, premio de la Crítica 2018 por su poemario Matria. El acto, abierto al público, se podrá seguir en directo (streaming) en esta página web.
Foto: La poeta Ida Vitale enseña el legado –un manuscrito de José Bergamín de 1950– antes de depositarlo en la Caja de las Letras, acompañada por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
Foto: Instituto Cervantes (Juanjo del Río)